La advertencia de Inko.

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***

Los novios se bajaron del carruaje e Izuku quiso darle unas monedas al jinete mas éste se negó.

—No es necesario, Príncipe Midoriya.—Yo soy un simple súbdito de este reino.

—Insisto, señor. Acepte este dinero como un gesto de gratitud.—Dijo ofreciéndole un pequeño saco con monedas.

El jinete no quiso parecer desagradecido y decidió tomar aquel saco.

—Gracias, Príncipe Midoriya.—Dijo haciendo una reverencia para luego marcharse.

Después, ambos jóvenes entraron al castillo y se toparon con Inko.

—¿Dónde estabais?

La reina de los vampiros parecía molesta y, dado que Izuku conocía muy bien a su madre; tomó la iniciativa de hablar.

—Sólo estábamos dando un paseo y sucedió algo inesperado.

—¿Ah, sí? ¿Y qué fue eso tan inesperado?

—Himiko Toga, ella apareció para intentar matarme.

La mujer de cabello verde se sorprendió al oír aquel nombre y apellido, pues juraría que esa bruja había sido encarcelada tiempo atrás.

—Izuku, ¿estás seguro de que era Toga?

—Sí, no percibí nada inusual en ella. Actuó como siempre, queriendo mi sangre.

Inko no podía creer que a aquella chica hubiera sido capaz de escapar de una prisión que, se suponía, era de seguridad de alto nivel.

—Supongo que mañana debería hacer una visita a la prisión, no puede ser que los presos puedan escapar.

—Buena decisión, madre.—Ahora, ¿podemos retirarnos?

—No, porque no has respondido a mi pregunta.

—Hemos estado en el festival de los duendes, ya está. Allí fue donde nos la encontramos.

—Así que con los duendes... Espero que tuvieras cuidado y ningún simpatizante de los Todoroki te descubriera.

—Tranquila, madre. Fuimos discretos hasta que Toga apareció y, cuando peleé con ella, todos los duendes habían huido.

—De acuerdo, elegiré creerte por el momento.—Pero, si algo sucede a causa de lo de esta noche; tú serás el principal y único responsable. ¿Me explico?

—Sí, madre.

Estando todo aclarado, Inko les permitió irse al dormitorio que los dos compartían.

***
Entre tanto, en el pueblo de los duendes; uno de ellos, llamado Tamaki. Quien escribía lo siguiente en un papel:

Estimados Señores Touya y Shōto Todoroki, soy Anijiki Tamaki y les escribo para informarles de un suceso ocurrido esta misma noche:

En mi pueblo celebrábamos un festival muy importante para nuestra comunidad. Todo iba bien hasta que vi a Izuku Midoriya con un humano de cabello rubio cenizo y ojos rubí.

Yo los estuve vigilando discretamente, parecían estar en una cita hasta que una bruja se acercó a ellos para atacar al príncipe de los vampiros.

No sé con certeza si el príncipe y el humano han sobrevivido porque tuve que huir junto con mi gente pero, si me entero de que el príncipe o ambos, han muerto; se lo transmitiré a sus majestades de inmediato.

A su servicio siempre, Tamaki.

Guardó el papel en un sobre y lo introdujo en una funda que le había atado a su lechuza.

—Entrégalo a los Todoroki y déjala en la habitación de Shōto o en la de Touya.—Dijo para luego abrir la ventana de su dormitorio para que el ave echase a volar.

***

En otro lugar, concretamente en el castillo de los Todoroki; Touya se sentía aburrido y eso nunca traía nada bueno.

"Tal vez deba molestar un poco a Shōto."

Entonces fue a buscar a su hermano menor, que resultó estar en la biblioteca del castillo.

—Así que estabas aquí... Leyendo.—Qué aburrido eres, ¿cómo se supone que me vas a divertir así?—Dijo acercándose al vampiro bicolor.

Shōto se volteó y dejó sobre la mesa el libro que había estado leyendo para contestarle:

—Si tanto te aburres, ve a por más sangre. Se nos está agotando.

—No, eso no es divertido.—Estaba pensando en algo mucho mejor.

—¿En qué?

—Podríamos buscar a algún incauto para follar.

Su hermano pequeño se ruborizó por el vulgar vocabulario de su hermano mayor y le respondió:

—N-no cuentes conmigo para eso. Ve tú solo.

Shōto iba a retomar la lectura de su libro, cuando el mayor le dijo:

—Pero hermanito, tienes que perder la virginidad de una vez.—No es normal que a tu edad no te hayas follado a nadie.

—¿Y qué más da?—Igual nuestra familia nunca ha sido normal.

—Eso da igual, hoy vas a perder la virginidad.—Aseguró tomándolo de la capa para llevárselo de allí.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!


Contrato con un vampiro. (Dekukatsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora