Capítulo 12

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Qué?- exclamó Jimin cuando recupero la voz.

El corazón le latía a toda velocidad, se sentía fatal por haber causado ese lío, pero no podía haber entendido bien, era imposible.

- Tenemos que comprometernos- repitió Jungkook con tanta calma que Jimin sintió un escalofrío.

- No. No,no, no- negó Jimin moviendo la cabeza con rapidez.

- Apesta, pero es la mejor solución- le explicó Jungkook- conseguir una rectificación de Daphne no servirá de nada. Mi jefe está dando volteretas de alegría. No es agradable, pero a veces hay que resignarse a controlar los daños.

" Apesta" "control de daños"... el cerebro de Jimin repitió las palabras una y otra vez.  No sonaba como una declaración de amor.

- ¿Apesta?- repitió Jimin por fin.

- Desde luego que sí- repuso Jungkook- tengo tan pocas ganas de comprometerme contigo como tú conmigo. Eso es lo único bueno de la situación.

Jungkook no lo deseaba.  Sintió que se le encogía el estómago, pero intentó convencerse de que era mejor así.  No necesitaba para nada ese tipo de locura.

- Tus halagos me abruman-  se mofó Jimin- pero no creo que sea una buena solución.

- Dadas las circunstancias es la mejor- dijo Jungkook, con tanta convicción como si dictara un decreto de ley.

Jimin cerró los ojos a su actitud dominante y se concentró en sí mismo unos instantes.

- No tengo tiempo para comprometerme, tengo que seguir concentrado en mis clases.

- Entonces estamos a la par. Yo tampoco tengo tiempo para comprometerme.

- ¿Entonces por qué rayos quieres que lo hagamos?- se quejó Jimin  abriendo los ojos.

- Control de daños. A veces hay que darle la gente lo que desea antes de volver a quitárselo.

- ¿Qué quieres decir?- Jimin se estaba volviendo loco.

- Será temporal-  respondió Jungkook agitando la mano- estamos comprometidos unas semana y luego decidimos que no funciona y rompemos el compromiso. Así tendrás alrededor de un mes para buscar un sitio donde vivir.

- ¿Pero tendríamos qué ir juntos a fiestas y reuniones, ¿no?- objetó Jimin.

- Sólo de vez en cuando- admitió Jungkook - pero todo el mundo sabe que soy un ermitaño, así que no será muy a menudo.

Tendría que simular que estaba enamorado de él. Tendría que actuar como si fuera el hombre más maravilloso del mundo. Jungkook lo miraría como si lo adorara. Su corazón latió con fuerza al tiempo que su mente se revelaba.  Su instinto de supervivencia clamaba a gritos.Se pasó la lengua por los labios.

- No creo que sea buena idea.

- ¿Se te ocurre alguna mejor idea?- le preguntó Jungkook de manera tan directa y penetrante que Jimin se hizo una idea de cómo actuaba ante los tribunales.
Jimin rebuscó desesperadamente en su mente.

- No quería tener que jugar esta carta- dijo Jungkook con un deje de inflexibilidad de la voz - estás todavía en deuda conmigo.

- ¿Por salvarme la vida?- apuntó Jimin  con el corazón en la garganta.

- No- Jungkook frunció el ceño- por defenderte a tí y a tus Barbies de tu hermano y conseguir que me rompiera la nariz.

***

A la mañana siguiente, Jimin deslizó un papel junto al plato de Jungkook,  cuando tomaba desayuno. Se ajustó la mochila a la espalda y lo miró de reojo.

Mi caballero de brillante armadura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora