Capítulo 24

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Su boca era suave, dulce y cálida. La pasión se encendió como dinamita. Jungkook estaba acostumbrado al control y Jimin no sólo le hacía perderlo, hacía que disfrutara perdiéndolo.  Apartó las cajas de comida a un lado, le desabrochó la camisa y lo reclinó suavemente sobre la mesa de la cocina.

Deslizó la boca hasta su pecho y paseó  la lengua por sus tetillas de pezones rígidos,  probando la embriagadora combinación del sabor de su piel y el champán.  Tomó un pezón en su boca y los chupó suavemente. Jimin se estremeció bajo él y tiró de sus pantalones mientras él le bajaba los vaqueros.

Jungkook quería todo al mismo tiempo. Quería tomarlo con las manos, con la boca y con el cuerpo.  Quería estar dentro de él. "Tranquilo" se dijo, inhalando una bocanada de aire. Agarró la botella de champán y derramó un poco en su vientre.

Jimin gritó sobresaltado, clavándole los dedos en los brazos.

- ¿Qué vas a...?

Jungkook vio el líquido deslizarse por su abdomen y desaparecer entre sus muslos.

- Tranquilo- dijo, y siguió las gotas con la lengua.  Quería disfrutar de toda la intimidad que podía tener con él. Quería sentirse lo más posible cerca de él.  Probó la suavidad aterciopelada de su miembro, acariciándolo y sintiendo como se hinchaba con el contacto de su lengua y de sus labios.  Con cada movimiento de su cuerpo, Jungkook se exitaba más y más.  Jimin enredó los dedos en su cabello y gritó de placer.

Su sabor y sus gemidos eran como una droga y no podía parar.  Una y otra vez, lo tomó con la boca, llevándolo más allá del límite.

- ¡Para!- suplicó Jimin por fin con voz ronca- no puedo... quiero...- movió la cabeza.  Sus ojos oscuros expresaban todo lo que no podía decir con palabras.

Lo acarició con la mano y Jungkook volvió a sentir que lo consumía el deseo de hacerlo suyo.  Se puso protección y lo preparó concienzudamente, aunque los gemidos y el cuerpo de Jimin retorciéndose bajo él eran un desafío a su autocontrol,  finalmente lo penetró de una estocada.  Jimin  lo apretó con sus músculos internos y Jungkook lo siguió a un lugar donde Jimin era el centro del mundo.

Notó que el control lo abandonaba como un espiral y en medio de su ansiedad por poseerlo, se preguntó si no sería Jimin quien lo estaba poseyendo a él.

***

A la mañana siguiente, el despertador de Jungkook los despertó bruscamente.  Él le dio un manotazo al botón y  alcanzó a Jimin justo cuando se iba hacia un lado de la cama.

- Oh, no, nada de eso-  masculló acercándolo hacia sí - creo que hoy iré tarde al trabajo.

- Apuesto a qué no has llegado tarde un solo día en tu vida- se rió Jimin retorciéndose entre sus brazos.

- ¿Porqué estás tan seguro?-  preguntó Jungkook, irritado porque era cierto.

-  Porque eres un hombre superior- le replicó Jimin burlándose y tentándolo al mismo tiempo- no te rebajarías a hacer algo tan mediocre.

- Superior ¿eh?

- Sí,  pero no hace ninguna falta que yo te lo diga- Jimin lo empujó- a decir verdad me pregunto cómo consigues ser tan creído. ¿Cómo lo haces?- le preguntó Jimin  parpadeando con inocencia.

- ¿Siempre estás de mal humor por la mañana?¿ o es sólo porque voy a marcharme pronto y no podrás abusar de mi tierno cuerpo hasta que vuelva a casa?

Mi caballero de brillante armadura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora