Capítulo 20

1.1K 187 22
                                    

Jungkook suspiró lentamente y se pasó las manos por el cabello.

- No duró mucho mi relación con Rose. Al principio ella fue agradable. En cuanto comprendí que pretendía dirigir mi carrera, me escapé... Acabó casándose con el hijo de un congresista. Puedes darle las gracias a Rose por haber condicionado mis ideas sobre el romance. Ahora intento no estar nunca cerca de ella, porque estoy convencido de que un día en la casa se le derrumbará encima. Igual que le pasó a la bruja malvada del Oeste en El Mago de Oz.

- ¿La llamas bruja malvada?- preguntó Jimin con una leve sonrisa.

- Esa es la descripción agradable- dijo él más relajado.

- ¿Estabas enamorado de ella?- le preguntó Jimin serio.

Jungkook suspiró. Lo que había sentido por Rose le parecía distante y trivial.

- La deseé durante un tiempo, pero es difícil seguir deseando una mujer cuando no te gusta de verdad- Jungkook se calló sorprendido al comprender una cosa-  muy distinto de lo que siento por tí.

- ¿Qué?- Jimin abrió los ojos por completo.

- Te deseo y también me gustas. No pongas cara de sorpresa, sabes que quiero hacerte el amor- añadió Jungkook. Parecía que a Jimin le iba a dar un síncope- y tú también me deseas.

Jimin abrió la boca pero no pudo emitir ningún sonido. La cerró y probó de nuevo.

- Yo... Puede que sea verdad, pero...

- Aún no me puedo creer que le pararas los pies a Rose en mi defensa- exclamó Jungkook.

- Bueno no estoy seguro de haberle parado los pies y ella clavó sus dardos al final, así que que...

- ¿Qué dardos?- exigió Jungkook notando que su buen humor se iba por la alcantarilla.

- Me pregunto cómo me gano la vida e hizo un par de comentarios vagamente insultantes- explicó Jimin sin mirarlo- creo que fue sobre todo un show para la gente que nos rodeaba. Yo dije la última frase y me marche.

- ¿Qué te dijo?- Jungkook tenía la mandíbula visiblemente apretada.

- No quiero hablar de eso- Jimin esquivó su mirada.

A Jungkook se le hizo un nudo en el estómago. Estaba claro que Rose había encontrado la manera de herir a Jimin.

- ¿Cuál fue tu última frase?

- ¿Tenemos que seguir hablando de esto?

- Si lo que dijiste fue sobre mí, creo que tengo derecho a saber- le replicó Jungkook.

- Le dije que quizás yo no supiera mucho ni estuvieraa su nivel social, pero al menos no era tan estúpida como para llamar a Jeon Jungkook  cazador de ambulancias cuando es obvio que es mucho más que eso-  suspiró Jimin rindiéndose, pero sin mirarlo.

Sus palabras le penetraron la piel. Le calaron hasta los huesos, tocando su corazón.

Lo abrazó con fuerza.

- Óyeme, ella no es ni la décima parte de lo que eres tú- le dijo Jungkook emocionado.

- No hace falta que digas eso para hacerme sentir mejor- Jimin lo miró por fin.

- No- le dijo Jungkook - lo digo porque es verdad.

La vulnerabilidad de los ojos de Jimin consiguieron que perdiera el poco control qué le quedaba, he hizo lo que últimamente deseaba hacer con frecuencia. Lo besó.

Con sólo sentirlo, Jungkook deseó más. Deslizó la lengua sobre la suya. Jimin se  amoldó a él como si no pudiera acercarse lo suficiente. Se besaron como si quisieran consumir y ser consumidos. Su deseo por Jimin, que había mantenido oculto en su interior, amenazaba con explotar.  Poniéndole las manos en el trasero lo estrelló contra él. Jimin se apretó instintivamente, moviéndose sinuosamente.

Jungkook notó que aún tenía ciertas reservas. Aunque lo deseaba con voluptuosidad, deseoso de poseerlo, quería que esas reservas desaparecieran, quería estar dentro de él. Que Jimin estuviera en él. Quizás así disminuiría su ansiedad.

Deslizó las manos bajo su chaqueta para tocar su piel desnuda y restregó los labios por su suave garganta.

- Jungkook- susurró Jimin sin aliento, con voz incierta pero acogedora.

Jungkook sintió su pulso acelerado cuando deslizo el escote de su chaqueta más y más abajo hasta dejar una tetilla al descubierto. Lo miró excitado por la visión de su pezón rosado y erecto. Inclinó la cabeza y supo que él lo esperaba.

Sin respirar tomo el pezón entre los labios y Jimin gimió enredándole los dedos en el pelo, apremiándolo a seguir.  La sensación de tenerlo en la boca lo enloqueció. Le abrió la cremallera de los pantalones buscando su miembro,  con la mano dentro de los boxers más pequeños que había tocado y suaves como la seda. Jimin estaba caliente y húmedo. Para Jungkook era demasiado fácil imaginárselo penetrándolo una y otra vez.

Le acarició el miembro con la mano hasta que Jimin comenzó a jadear.

- Jungkook- susurró Jimin-  esto es una locura.

- Sí, lo es, ¿quieres que pare?- preguntó Jungkook sin dejar de acariciarlo.

- No- gimió Jimin cerrando los ojos.

- Necesito más, Jimin- dijo Jungkook besando su mandíbula.

Jimin se abrazó a él tembloroso.

- Yo... yo quiero estar contigo- suspiró Jimin con los ojos oscuros de pasión.

- Quiero estar tan dentro de tí como se pueda-  Jimin deseaba lo mismo.

Con los ojos fijos en él, Jimin bajó la mano hacia su exitado miembro. Le bajó la cremallera y comenzó acariciarlo. Fue muy sensual ver como Jimin recorría su desnuda masculinidad con la mirada. Lo besó con pasión y Jimin lo acarició de nuevo con más fuerza. Fue excesivo. Llevaba demasiado tiempo deseándolo y negándo su deseo.

Mientras su lengua sedosa lo atraía hacia su boca, lo llevó al borde del éxtasis.

- Tienes que ser mío. Jimin tengo que hacerte el amor esta noche- Jungkook lo miró a los ojos. Jimin parecía tan necesitado como él- dime que sí.

- Sí- Jungkook bebió la respuesta de su boca.

Mientras volvían a la casa, Jimin no dejo de preguntarse cuando recuperaría la cordura.  La fría noche de diciembre debería haberle aclarado las ideas, pero Jungkook lo había mantenido caliente, besándolo mientras lo ayudaba entrar al coche.

La razón debería haber vuelto durante el trayecto, pero Jungkook le murmuraba promesas sensuales y cuando paraban en un semáforo acariciaba sus muslos através del terciopelo.

¿Dónde estaba su resolución?- se preguntaba consumido por la necesidad de estar con él.  Era un juego del destino que acabara haciendo el amor con Jungkook. Lo que sentía por él era demasiado complicado. El deseo era más fácil de entender qué el destino. Más fácil de controlar que todo lo demás que sentía, sin embargo cuando llegaron a la casa estaba dispuesto a arrancarse la ropa de un tirón y desnudarlo a él.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi caballero de brillante armadura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora