- Juraría que dijiste que esté trato sólo requería un número de actos sociales limitados- se quejó Jimin cuando el portero del hotel aceptó las llaves del coche y la propina de Jungkook.
- Relativamente hablando, es limitado- dijo Jungkook conduciéndolo hacia el hotel- recibo un número desmesurado de invitaciones. No me interesan esos actos, pero los socios de mi bufete me exigen que asista a algunos.
- ¿Quieres llegar a ser uno de los socios en el futuro?
- Sí, por el dinero, el poder y la posibilidad de torturar a otro joven asociado obligándolo a que venga a estas cosas- dijo él con una mueca y lo recorrió con la mirada- creí que te había dicho que te pusieras un saco de papas.
Jimin se pasó la mano por los brazos cubiertos de terciopelo. Había elegido un traje de terciopelo negro porque era abrigado y versátil.
- ¿Un saco de papas para venir al hotel más exclusivo de Seúl?- replicó Jimin.
Jungkook pasó los dedos por su cuello y por el generoso escote de la chaqueta. Jimin tragó saliva al sentir su caricia y su mirada.
- ¿Llevas boxer?- preguntó Jungkook mirando su trasero.
- ¡Uh, no!- carraspeó Jimin ruborizándose- algo más sutil. No podía, se marcaría en el pantalón.
Jungkook no preguntó que se había puesto, porque se lo imaginaría durante toda la noche.
- ¿Sabes a cuántos hombres vas a volver locos esta noche?- incidió Jungkook pasándole el dedo por la clavícula.
Jimin notó que su corazón se desbocaba. Si iba a volver loco a algún hombre desearía que fuera... apartó esa idea y se mordió el labio.
- No lo creo, habiendo tantas mujeres hermosas- replicó Jimin.
- Definitivamente no conoces a los hombres...Simplemente no recibas tarjetas esta noche, llamarías la atención allá adentro.
- ¿Qué quieres decir?
- Eres mi novio ahora, no puedes recibir tarjetas de otros hombres- le dijo Jungkook y lo condujo por un pasillo alfombrado abriendo la puerta del salón donde se celebraba la fiesta.
- Se abre el telón- dijo Jungkook rodeando su cintura con un brazo y lo besó.
Fue breve, pero el cerebro de Jimin sintió tal cortocircuito que temía que la gente que lo rodeaba notase olor a quemado.
Misuk, la asistente de Jungkook, se acercó a ellos y abrazó a Jimin.
- Debería darte vergüenza haber ocultado el compromiso, casi me creí la historia de que habías desenchufado tus hormonas- Misuk sonrió- eres perfecto para Jungkook, ¿fijaron ya la fecha?
- ¿Fecha?- repitió Jimin con un nudo en la garganta. La sinceridad de Misuk lo había emocionado.
- No, en realidad todavía no. Jimin no quiere ni hablar de ello hasta que acabe el primer semestre- dijo Jungkook rodeándolo por la cintura- ¿y qué es eso de qué Jimin es perfecto para mí?, yo soy perfecto para él.
- Claro que lo serás- dijo Misuk- en cuanto Jimin consiga convertirte en un ser humano- hizo señas con el brazo a un caballero muy distinguido- Clayton el es Park Jimin, el prometido de Jungkook .
Clayton tomó su mano y se la llevó a los labios.
- Que gran placer- dijo- eres exquisito, quizá puedas utilizar tu influencia para convencer a Misuk de que se case conmigo.
Jimin oyó el suave gemido de Misuk y parpadeó ante la combinación de cortesía y el brillo chispeante en los ojos del hombre.
- No estoy seguro de tener ninguna influencia- respondió Jimin mirando a Misuk dubitativo.
- No le hagas caso a Clayton, todos los años se pone así, creo que es la fecha de navidad que lo pone así- lo tranquilizó Misuk.
- Sólo me quiere como esclavo sexual- suspiró Clayton.
- Creo que me apetece un poco de champagne- dijo Misuk sonrojándose.
- Tus deseos son mis órdenes- respondió Clayton y tras saludar con la cabeza a Jimin y Jungkook, se la llevó de allí.
- ¡Uf!, es muy intenso- se abanicó Jimin- ¿qué hay entre ellos?
- Misuk es viuda. Clayton lleva cinco años cortejándola- le explicó Jungkook.
- ¿Porqué no se casa con él ?
Jungkook entrelazó los dedos con los suyos y lo condujo hasta una mesa llena de aperitivos.
- Su primer matrimonio fue largo, pero no demasiado feliz.
- Así que tiene miedo- concluyó Jimin- entiendo el miedo, pero ese hombre- movió la cabeza de lado a lado- cuando tenga ochenta años seguirá haciendo suspirar a las mujeres.
Jungkook aceptó una copa de champán de un camarero y se la ofreció a Jimin.
- Eso me lo tienes que explicar- Jungkook lo miró curioso.
- Bueno, cuando Clayton te mira es como si realmente te viera. Incluso ese segundo, cuando tomo mi mano, me concedió su total atención. ¿Sabes lo raro que es eso?
- No- dijo Jungkook con mirada escéptica.
- Es el tipo de hombre que te hace sentir como si fueras el único en la habitación, el único en el mundo- dijo Jimin con ojos soñadores.
- ¿Cómo lo hace?
- No lo sé- Jimin se encogió de hombros- levantó mi mano, me miró a los ojos y...
- ¿Y?- lo urgió Jungkook acercando la cabeza y levantando su mano. Su mirada brillante lo capturó.
Jimin notó como el corazón le latía apresurado y el resto de salón pareció disolverse. Sintió mariposas en el estómago.
- Y...y...
Jimin tragó saliva cuando Jungkook levantó los dedos hacia sus labios y los besó suavemente. Mirándolo fijamente, lamió uno de los dedos. Jimin se quedó sin respiración.
- Y el viejo verde te dijo que eras exquisito, mientras aprovechaba para mirarte el trasero- aseveró Jungkook.
- ¡Eres imposible!- exclamó Jimin, apartando la mano de un tirón.
Jungkook soltó una carcajada y lo abrazó.
- No soy imposible. Soy un prometido muy celoso- dijo- quiero ser el hombre que te haga sentir como si fueras el único del salón y del mundo.
Sus palabras lo acariciaron, liberando secretos deseos que haría mejor en ocultar. El bromeaba, se dijo. Recuperándose, parpadeó con coqueteo.
- Pues entonces tendrás que esforzarte más- Jimin le cerró un ojo.
- De acuerdo- dijo Jungkook con un destello sexy y peligroso- pero recuerda tú te lo has buscado.
Y comenzaron los juegos de seducción.
Entre presentaciones, aperitivos y champán, Jungkook no dejó de tocarlo. Caricias sutiles, sensuales y cariñosas. Le frotaba el interior de la muñeca con el pulgar al presentárselo a un colega. Le ofrecía un sorbo de su copa de champán y luego deslizaba su boca por el lugar que él había rozado.
"No es en serio", se decía Jimin mentalmente cuando los nervios se le desbocaban y sentía la piel caliente y sonrojada. " No es en serio", se repetía cuando lo dejaba sin respiración. "No es en serio", se dijo aunque su estúpido corazón deseaba creer que si lo era.
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Mi caballero de brillante armadura
FanfictionCuando Jeon Jungkook lo defendió de su hermano, Jimin supo que estaba destinado a ser su auténtico héroe, el hombre que siempre amaría. Pero pasaron los años y quedó sólo como un recuerdo de infancia. Por coincidencias de la vida volvieron a enc...