Capítulo 17

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Jimin le echó los brazos al cuello y sollozó .

- Eso es lo mejor que nadie me ha dicho nunca-  la intensidad de su voz incómodo a Jungkook, pero también se sintió como si midiera tres metros de alto.

El estaba junto a el cálido y vibrante. Sus lágrimas le mojaban la camisa. Tragándose una maldición le dio unos suaves golpecitos en el hombro.

Se le ocurrió que mucha gente creía en su potencial. Muchas personas habían creído que era capaz de conseguir sus metas profesionales. Hasta ese momento nunca había comprendido lo importante que era eso. Le molestó pensar lo que jimin había tenido que pasar sin gente que creyera en él .

Jimin debió notar su ambivalencia. Se apartó y esbozo una húmeda sonrisa.

- Te estoy empapando la camisa, perdona creo que me tocaste el punto débil- Jimin se frotó los ojos con el dorso de la mano- se acabó la lluvia, ¿qué te parece si preparo unos sándwiches?

- Gracias- repuso Jungkook aliviado por la disminución de tensión emocional- voy a encender un fuego y podemos cenar en la sala de estar.

Mientras Jimin iba a la cocina, Jungkook encendió el fuego y se esforzó por aplastar la inquietud que lo asolaba. Cuando las llamas crepitaban alegremente, Jimin apareció con una bandeja de sándwiches y cerveza.

- Creo que son de pavo, pero está tan oscuro que no lo juraría.

- Me arriesgaré- dijo Jungkook .

Jimin  se sentó frente a él y comieron en silencio durante unos minutos. El resplandor del fuego iluminaba la cara de Jimin suavemente, resaltando sus rasgos exóticos, ni clásico ni moderno, era atractivo de manera inusual e inolvidable, no era solo su cara o su cuerpo, pensó Jungkook, era su espíritu.

"Espíritu". Jungkook hizo una mueca. ¿Cómo se le había ocurrido eso?. Miró por la ventana cubierta de escarcha, seguro que era por culpa de la luna llena.

- Hay algo que me intriga sobre tí- se aventuró Jimin

- ¿Qué es?- Jungkook dio un trago a su cerveza.

- ¿Cuándo cambiaste?

- ¿Cambiar en qué sentido?- inquirió Jungkook, preguntándose a donde les llevaría esa extraña pregunta.

- Bueno, siempre fuiste listo y valiente- dijo Jimin y dejó el sándwich sobre la mesa y lo miró - ¿cuando empezaste a ser tan...?

- ¿Insensible, cruel, despiadado?- sugirió Jungkook con una mueca.

Jimin frustrado se tapó los ojos con la mano y luego entreabrió los dedos para espiarlo.

- Estaba pensando en la palabra duro- lo corrigió Jimin.

Jungkook  se reclinó en un cojín y pensó en la pregunta. Recordó los momentos decisivos de su carrera en la universidad, en el colegio, incluso antes.

- Creo que empecé a hacerme duro el día que tu hermano me rompió la nariz, decidí que no iba a seguir siendo el renacuajo que...

- ¡Renacuajo!- exclamó Jimin con incredulidad-  tú nunca fuiste un renacuajo, yo te recuerdo listo, fuerte y valiente.

Jungkook  estrechó los ojos y no vio burla en su cara. Hablaba en serio. Jimin nunca lo había considerado un renacuajo, aunque el mismo se viera así. Una sensación de calidez lo invadió. Incómodo se revolvió en el sillón.

- Desarrollé mi instinto competitivo haciendo lucha libre en el instituto, después trabaje duro y fui duro en la universidad, cuando comencé a practicar la abogacía mis centre aún más, porque quería ganar todas las veces-  añadió con una mueca.

- Misuk me dijo que uno de los socios del bufete opina que matas como un león, partiéndole la espalda tu oponente-  apuntó Jimin.

- Misuk exajera- negó Jungkook y tomó otro gran trago de cerveza.

- No creo. Trabaja contigo y te conoce demasiado bien para exagerar.

- Si hay algo que a los socios les gusta de mí es la velocidad. Sé qué teclas apretar para hacer que mi contrario se ponga en movimiento. Por ejemplo el caso de Lisa. El abogado defensor no estaba dispuesto hablar conmigo hasta que recibió unas fotografías de Lisa antes de la cirugía plástica, que utilizaré como prueba en el juicio. De repente me convierto en persona grata. El abogado se muere de ganas de hablar conmigo.

- Eres muy bueno, ¿no?-  sonrió Jimin acercándose más.

- Me las apaño bien- dijo él deseando cambiar de tema.Jungkook se irgió en el asiento- ¿y tú?¿cuándo cambiaste?

- No estoy seguro de haberlo hecho- Jimin se encogió de hombros.

- Claro que sí- rió Jungkook- no te pareces en nada al niño que conocí. Para empezar no tienes el flequillo trasquilado.

- La verdad es que no he cambiado mucho- Jimin suspiró- quiero creer que soy un poco más maduro, más cuidadoso con los hombres y que tengo más metas - sonrió- pero aún no sé chasquear bien los dedos.

- ¿Después de todo el tiempo que pase intentando enseñarte?. No te creo, demuéstralo.

Jimin frotó los dedos y consiguió un chasquido muy suave.

- Te lo advertí seguro- le dijo Jimin riéndose.

- Seguro que cuando eras adolescente chasqueabas los dedos y los chicos salían de debajo de las piedras.

- Mí padre los echaba. Le costó aceptar que su hijo era diferente,  aún no lo hace,  simplemente se dio por vencido al no poder cambiarme, asustaba a todos mis novios. Esa fue una de las más grandes pruebas que tuve que enfrentar. Si vuelvo a comprometerme en serio-  recalcó Jimin- el hombre en cuestión tendrá que poder hacerle frente a mi padre.

- Buena suerte- dijo Jungkook- si no recuerdo mal tu padre tenía tendencia a gritar.

- Y a patalear- añadió Jimin- sus hijos lo llamamos el terremoto humano a escondidas.  Pero hablando de chasquear dedos, creo que tú eres el que atrae a las mujeres y luego les rompes el corazón.

- Nada de eso- protestó Jungkook- yo no salgo con mujeres que tengan corazón.

- ¿Porqué?- preguntó Jimin.

- Porque son liosas.

- E insatisfactorias- dijo Jimin.

- Quizás- dijo Jungkook aunque estuvo apunto de negarlo.

- ¿Sabes cuál es tu problema?- preguntó Jimin.

- No, pero seguro que me lo vas a decir- repuso Jungkook imaginando que le costaría mucho conseguir que se callara.

- Creo que conozco tu secreto. Actúas como si no tuvieras corazón, incluso puedes llegar a dar la impresión de que no lo tienes - su voz se convirtió en un susurro-  pero es mentira.

Su  susurro fue como un hilo de seda que le tensó el estómago. Jungkook se dijo que su corazón estaba a salvo, aunque en este momento latía acelerado.

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Mi caballero de brillante armadura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora