Capítulo 19

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Por fin consiguió un ansiado descanso cuando un cliente secuestro a Jungkook.

- No tardaré-  le prometió Jungkook al oído y Jimin asintió.

Inmediatamente le pidió un vaso de agua helada a un camarero, tenía la cabeza atontada y esta noche era esencial pensar con claridad. El camarero volvió con el agua y Jimin bebió varias veces.

Poco después Jimin tuvo la sensación de que lo observaban.  Miró a su alrededor y se encontró con la mirada de una rubia espectacular rodeada de gente. Jimin le sonrió. La preciosa boca de la rubia sonrió en respuesta.

- Una gran fiesta- dijo Jimin.

- Sin duda. Creo que no nos conocemos, soy Rose ¿y tú?

-  Jimin,  Park Jimin.

- Un nombre poco común- dijo Rose con tono neutral y a continuación le presento a las cuatro personas del grupo.

- Creo que te visto con Jeon Jungkook- aventuró Rose.

Jimin recordó su papel y asintió dominando las ganas de cruzar los dedos antes de hablar.

- Sí, soy su prometido-  unas semanas más pensó Jimin- ¿lo conoces?

- Oh ,sí claro- replicó Rose con una sonrisa excesivamente amistosa después movió la cabeza- veo que sus gustos han cambiado notablemente- hizo un gesto altivo con las cejas- siempre me pareció un desperdicio que se decidiera por la ley civil, era muy inteligente y tenía talento.

- Jungkook sigue siendo inteligente y teniendo talento. Es maravilloso con sus clientes- objeto Jimin  ligeramente irritado.

- Pero habría llegado lejos en la política- suspiró Rose.

A Jimin no le gustó su tono despreciativo.

- ¿Estás segura de que hablamos del mismo Jungkook?- preguntó Jimin consiguiendo emitir una risa despreocupada-  la política lo aburriría mortalmente.

La mujer que estaba junto a Rose soltó el aire de golpe sorprendida y Rose apretó los labios.

- Claro que conozco a Jungkook. Estuvimos muy unidos-  Jimin captó el mensaje de inmediato.

Rose y Jungkook habían sido amantes.
Se preguntó si era una de esas mujeres sin corazón.

- Entonces debes saber la pasión que siente por su trabajo- le dijo Jimin molesto con ella.

- Nunca lo he entendido-  Rose se encogió de hombros deliberadamente- se ha convertido en un cazador de ambulancias.

Jimin furioso notó que algo explotaba en su interior.

- Jungkook no es un cazador de ambulancias. Sí conocieras a la  adolescente cubierta de cicatrices que defiende o a cualquiera de sus clientes, no dirías eso. Jungkook representa la última esperanza para toda la gente a la que le ha fallado el sistema judicial, soluciona cosas que han ido muy pero muy mal.

A pesar del escrutinio de la gente que empezaba a rodearlos Jimin se negó a echarse para atrás. Irguiendo la espalda miró a Rose a los ojos.

***

- Jungkook- dijo Misuk, cuando él intentaba librarse de la anfitriona de la fiesta-  quizás deberías ir a ver a Jimin.

Al oír el nombre de Jimin y el tono de advertencia de Misuk, cortó la conversación por lo sano.

- Una fiesta maravillosa Hakee, nadie lo hace mejor que tú. Gracias por invitarnos, dejaré que te dediques al resto de tus invitados- Jungkook se despidió inmediatamente y escudriño el salón buscando a un gitano vestido de terciopelo negro.

- ¿Qué pasa?- le preguntó a Misuk en cuanto se apartaron unos pasos.

- Se ha encontrado con Rose- Jungkook soltó una maldición.

Rose era la bruja más estirada y cargante que había tenido la desgracia de conocer, peor aún lo había atraído tanto su despampanante belleza rubia y sus ojos azules, que no había visto que tenía el corazón duro como una piedra.

Sintió que se le revolvía el estómago al pensar en Jimin y Rose juntos. Rose  desgarraría en pedazos a Jimin.

- ¿Cómo de horrible?- preguntó andando más rápido.

- ¿Después de que Jimin le arrancara la piel a tiras por llamarte cazador de ambulancia?- preguntó Misuk.

Jungkook casi tropezó.

-  ¿Jimin a hecho eso?

- Por lo que oído Jimin puso a Rose en su lugar- le explicó Misuk con expresión aprobadora-  no hay detalles claros, pero he oído decir la expresión "pelea de gatos"- dijo con una mueca incomoda- lo último que sé, es que Jimin iba hacia el guardarropa.

- No traía abrigo- farfulló Jungkook dirigiéndose hacia allí.

Jungkook entró y se quedó parado.  Escucho el ruido de pasos al fondo de la habitación, cerró la puerta trasera cuidadosamente y  lo encontró al fondo paseando de arriba abajo.  Tenía las mejillas encendidas y los puños cerrados, sus ojos lanzaban chispas. Le recordó a Jungkook a un guerrero. Había ido a la batalla por él, pensó,  sintiendo un ataque posesivo. Estaba tan acostumbrado a librar sus propias batallas como las de otros, no necesitaba que nadie lo defendiera. ¿Entonces porque le parecía tan maravilloso?

- He oído que me has defendido ante la bruja malvada.

Jimin levantó la cabeza y lo miró con desconsuelo.

- Puede que haya arruinado tus oportunidades de dedicarte a la política.

Jungkook no pudo evitar soltar una carcajada.

- ¿Política?- se acercó hacia y Jimin deseando borrar el desconsuelo de su cara a besos-  si has conseguido que dejen de perseguirme para que me dediqué la política... lo único que puedo hacer es agradecerte.

Jungkook escrutó sus ojos con intensidad.

-  ¿Porque estás escondido en el guardarropa?- los ojos de jimin desprendían tal intensidad emocional que debería haber llevar un cartel de advertencia alrededor del cuello.

Claramente nervioso levantó los brazos cuando se acercó hacia él.

- Estoy escondido en el guardarropa, porqué si me hubiera quedado en el salón, ahora tendría que contratarte para que me defendieras ante los tribunales- Jimin suspiró- no me pareció buena idea salir afuera, si hubiera ido al tocador podría haberme encontrado con...- abrió las aletas de la nariz y respiró con fuerza-  Rose.  Me imaginé que ella no pasaría por aquí.

Jimin comenzó de nuevo a pasear a grandes zancadas.

- Es bellísima- admitió Jimin tanto para sí como para él- pero engreída. Siempre lo he pasado mal con la gente engreída. La última gota fue cuando te insultó a tí y a tu carrera, tuve ganas de vaciarle la bandeja de albóndigas por encima de la cabeza- Jimin lo miró- ya sé que es preciosa, pero ¿cómo pudiste mezclarte con alguien así?

Jungkook movió la cabeza. Entendía que Jimin no pudiera entenderlo. Jimin y Rose no eran del mismo planeta, ni siquiera de la misma especie.

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Mi caballero de brillante armadura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora