Capítulo 23

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Durante el resto de la noche,  estudió con Jungkook.  Mientras comían unos sándwiches,  Jungkook lo acribilló sin piedad,  preguntándole todo lo imaginable,  desde el Imperio Romano,  pasando por la Edad media, hasta el Renacimiento.   Convirtió todo el repaso en un duelo alocado y juguetón,  que imbuyó a Jimin de seguridad en si mismo.  Al final de la noche,  Jungkook le lanzaba una uva por cada respuesta correcta.

- ¡ Para! No puedo comer más- se quejó Jimin riéndose.

- Estás lleno de la fruta del saber- le dijo Jungkook riéndose.

- Lleno de uvas- lo corrigió Jimin.

Siguió un momento de silencio,  y Jimin notó que lo asaltaban sus emociones.   Hasta ese momento el examen improvisado los había mantenido a raya.  Ahora volvía a sentirse totalmente seducido por Jungkook.   Había comenzado la noche asustado por todo lo que no sabía para el examen.  Ahora rebosaba confianza por todo lo que había aprendido.

Se preguntó que magia había hecho Jungkook para lograrlo.  ¿Cómo podía haberle hecho tal regalo?¿porqué? Podría haber salido con cualquiera para celebrar su victoria.  En cambio,  se había quedado en casa y lo había ayudado a prepararse para el examen.

Jimin se fijó en la camisa blanca desabrochada y en su pelo revuelto.   Ni siquiera se había quitado la ropa de trabajo.  Él realmente le importaba.  Un aleteo de mariposas le inundó el estómago.

- Gracias- dijo Jimin.

- ¿ Por torturarte?- Jungkook mordió una uva y se la tragó.

Jimin sonrió y dio la vuelta a la mesa,  acercándose.

- Lo haces muy bien.  Torturar- recalcó Jimin.

Jungkook esbozó una sonrisa,  pero a sus ojos asomaron emociones más sombrías.

- Eso es algo totalmente recíproco- le respondió Jungkook.

Rodeó su muñeca con el pulgar y el índice y lo atrajo hacia él, sosteniendo su mirada.  A Jimin le resultó tan natural agachar la cabeza y besarlo que casi le dio miedo.

Jungkook bebió sus labios,  chupando con suavidad,  explorando su boca con la lengua. Jimin notó el deseo recorrerlo hasta los pies.  Sus tetillas se endurecieron,  aunque sólo le había tocado la muñeca y la boca.  Su piel comenzó a arder. Cuando Jungkook deslizó su lengua por sus labios,  recordó un momento más íntimo y sintió calor en la entrepierna.

Él debió notar que estaba excitado.  Jimin sabía que él también lo estaba.  Aún así,  Jungkook se apartó y lo miró largamente.

- Vete a descansar,  Jimin.  Vas a hacer un examen grandioso.

- Gracias- dijo Jimin.  Inhaló lentamente para despejarse la cabeza.  Luego se apartó- buenas noches.

Al subir las escaleras,  sabía que tenía algo más que agradecerle.   Dos segundos más con esos labios besándolo y se hubiera olvidado por completo de la civilización occidental.

***

Jungkook abrió la puerta e inmediatamente notó el aroma agripicante de comida china. Jimin corrió hacia él,  con el pelo alborotado y los ojos marrones chispeantes de alegría.

- ¿ Qué tal te ha...?

- ¡Lo hice!¡lo hice!- Jimin se arrojó en sus brazos- no aprobé el examen. ¡ Lo conquisté!- Jimin daba saltos por el vestíbulo- ¡ estuve genial!

Su entusiasmo y alegría contagió a Jungkook y se sintió orgulloso de él.  Se echó a reír.

- Ya me imagino que estuviste genial,  señorito Jimin.  ¿ Estuviste tan abrasador que tuvieron que llamar a los bomberos?- se burló con ternura.

Mi caballero de brillante armadura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora