Capítulo 25

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"Anillo de amistad"...

Cuando Jungkook se marchó,  Jimin no puedo quedarse quieto en toda la mañana. No quería quedarse a solas con sus dudas que le martilleaban  la cabeza como cien pelotas de ping pong.

Acosado por pensamientos que no quería pensar y por sentimientos que no debería sentir, Jimin decidió mantenerse ocupado durante el resto del día.  Había terminado los exámenes y sólo le quedaba esperar a que llegaran las notas.  Había estado pensando mucho en Lisa, la adolescente que había representado Jungkook judicialmente. Así que la llamó y la invitó a ir de compras o al cine.

Lisa aceptó y Jimin fue a buscarla a su casa.  Cuándo llegó al porche de su vivienda, volvió a mirar el anillo emocionado.  Era una joya exquisita y cada vez que pensaba que Jungkook lo había elegido para él, se le iba a la cabeza.

Anillo de amistad.  Sí eran amigos, pero también eran amantes.  Jimin tamborileó los dedos en el volante.  Que Dios lo ayudara, no sabía cómo se habían complicado tanto las cosas. ¿Qué iba a ocurrir con su corazón cuando pasarán los treinta días?

Sintió una punzada de miedo y cerró los ojos para tranquilizarse.  Se dijo que era una superviviente, había hecho frente a muchas cosas en su vida, y también soportaría eso .

- Además- murmuró cuando salía del coche- no estoy enamorado de Jungkook. Cerró la puerta de un golpe para acallar la protesta de su conciencia.

Lisa salió corriendo como un pájaro recién liberado.  Llevaba gafas oscuras y un gorro, pero su sonrisa hizo que Jimin se sintiera mejor.

- ¿Prefieres ir de compras o al cine?

- Las dos cosas- dijo Lisa- fui al cine la semana pasada y estaba oscuro y fue genial. Nadie se fijó en mí. También quiero comprar regalos de navidad para mi familia.

Entraron en el coche y Jimin se volvió para mirar a Lisa.

-  ¿Son imaginaciones mías o las cicatrices están mucho mejor?

- Llevó maquillaje para ocultar la rojez, pero el doctor dice que quizás no sean tan profundas como pensaba-  Lisa sonrío de felicidad-  siempre tendré cicatrices pero no tantas, y seguramente no tan horribles... Lo único malo es que van a tardar una eternidad en curarse.

- ¿Una eternidad?

- Hasta que acabe el Instituto.

-  Supongo que eso te parece una eternidad- Jimin hizo una mueca- ¿has dejado que vengan a verte tus amigos?

- La semana pasada vino mi mejor amiga- asintió Lisa- yo estaba nerviosa y ella me hizo muchas preguntas, pero se alegró de verme, está intentando convencerme de que vuelva a clases.

- ¿Lo estás pensando?

- Para nada. No soporto que la gente me mire.

Jimin asintió lentamente y arrancó el coche.  La recuperación era lenta, pero había señales de vida en Lisa.

Primero hicieron las compras, porque el centro comercial estaba menos lleno por la mañana, tomaron una colación y fueron a la primera sesión de cine. Después Jimin encontró una mesa libre en una esquina y se sentaron a tomar un helado.

Lisa miró con envidia a un grupo de adolescentes que paseaban por el centro riendo a carcajadas.

- Yo solía hacer eso con mis amigas-  suspiró.

- Y volverás a hacerlo- le dijo Jimin- necesitas tiempo para que tu corazón y tu rostro se curen.

- Mi madre quiere que asista a terapia psicológica, pero no quiero hablar del accidente, y no quiero darle lástima a nadie-  dijo Lisa con voz acalorada.

- Has pasado por una experiencia muy traumática- apuntó Jimin- tú madre sólo quiere que te pongas mejor.

- No necesito un psicólogo.

-  Puede que no-  concedió Jimin  evitando una confrontación directa- pero podrías probar un par de veces- sonrió- como si fueras a qué te hicieran la manicure.

Lisa calló como si considerara la perspectiva de Jimin. Dio un bocado al helado.

-  Hay una cosa que sé con seguridad, ningún chico me pedirá que salga con él.

- Claro que sí- Jimin notó que quizás necesitaba algo de esperanza- saldrás con unos cuantos tontos y luego encontrarás a un chico que adore tu pelo rojizo, tus ojos y tu sonrisa, y lo que es más importante aún, te adorara por haber sobrevivido a tus cicatrices.

- ¿Es así como el señor Jeon es contigo?¿te quiere como siempre deseaste que te amarán?

Jimin se mordió el labio.  Se sentía como un fraude. Sobretodo en ese momento cuando quería ser honesto con Lisa.

Él no mira solo las apariencias- dijo Jimin, sabiendo que eso al menos era verdad-  esa es una de las razones por la que es tan especial.

- Tienes suerte- dijo Lisa.

Jimin consiguió esbozar una sonrisa forzada. No se sentía especialmente afortunado. Tuvo que recordarse a sí mismo, que en realidad era una suerte tener a Jungkook como amigo.

- ¿Piensan adoptar niños cuando se casen?

- ¿Perdón?¿niños?- Jimin se quedó sin respiración al imaginarse teniendo un bebé con Jungkook.

- No tendré niños hasta que acabe la universidad.

- ¿A él no te importa?

Jimin tragó saliva y decidió seguir adelante.

- Jungkook quiere que acabé la carrera. Sabe que es muy importante para mí. Mi madre nunca hizo nada fuera de la casa porque mi padre la desanimó y Jungkook no quiere ser así conmigo, nunca.

- Debe ser agradable tener a alguien que te quiera tanto. Tienes mucha suerte.

Jimin volvió a sonreír, pero le costó un esfuerzo doloroso.  No sabía que le molestaba más, si sentirse deshonesto por decir que Jungkook y él estaban prometidos o saber que todo lo que había dicho sobre él era cierto.

  No sabía que le molestaba más, si sentirse deshonesto por decir que Jungkook y él estaban prometidos o saber que todo lo que había dicho sobre él era cierto

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