12| ¿Qué crees que hago?

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Multimedia: Waiting For - Ayokay, slenderbodies


—Capítulo 12—


La mano de Rhys pasa por mi cuello como un cúter y trama algo en medio del descontrol. Me dejo envolver por su aroma mentolado cuando varios mechones de cabello estropean mi rostro.

Me toma tan fuerte que dejo escapar un quejido y, él al notarlo, aparta las manos de mí, y lo primero en lo que me fijo son en esos ojos llenos de culpabilidad. Fue un error venir aquí. Tanto así que mis ojos empiezan a escocer. Daría lo que fuera por tener una respuesta, incluso si el tiempo se detuviera. No puedo mantenerme en silencio y fingir que no ha pasado nada.

Por la misma razón, salgo con el rostro lleno de confusión y la prueba del destino me trae devuelta. Empiezo a quitarme todo lo que hay encima de mí. Me giro contrariada hacia mi derecha y el corazón sigue latiéndome por la boca.

—Blake, por Dios ¿Por qué no entraste a clase? —Claire me mira con una expresión neurálgica.

—La profesora pasó lista y te puso falta —Summer habla a mi lado.

—Si sigues así vas a reprobar el curso.

—Lo sé.

—¿Qué te está pasando?

Esperan, expectantes y comienzan a interactuar profundamente. Intentan negociar y no sé si esto sea lo más conveniente.

—¿Por qué no nos quieres decir que sucede?

Aquí vienen las preguntas ininterrumpidas y, no sé en qué momento, las palabras de Rhys deambulan en mi cabeza.

¿Debería confiar en ellas? Claro, si han estado allí para escucharme. Al menos Claire es la más discreta.

—No sé por dónde empezar.

—¿Aún siguen los problemas con tu hermano? —Claire camina a mi paso jalando su bolso de un solo brazo y permitiéndola mirarme modestamente. Y, pensar que, acaba de adivinarlo.

—No, nada que ver.

De solo acordarme, quién diría que todo el odio hacia él se despilfarraría. Se ha metido de la forma en la que jamás creí que lo haría. Apenas lo pienso, sintetizo cada fracción que fue evaporándose con el tiempo, y se convierte en mi peor enfermedad.

—¿Entonces?

Hay un silencio denso.

—Alguien... estuvo enviándome una serie de... mensajes perturbadores —Para entonces les cuento lo otro, lo que ha estado abrumando mi mente.

—¿Cómo así?

—¿Qué clase de mensajes?

—¿Cómo las películas de terror?

—¿O los libros de Thriller psicológico?

Se entumece algo frío en mi pecho cuando las escucho hablar al mismo tiempo. Esto se ha vuelto insostenible, porque de haberlas mirado a los ojos me habría roto, y duramente recapitulo la conversación que he tenido con Rhys antes de aquel escarmiento que me ha dado.

—¿Podrían dejarme terminar?

¿Por qué todo se pone peor que antes?

A todo esto, siento una repentina necesidad de querer marcharme. Por ende, giro y salgo entre la multitud. Saben que estoy pasando uno de los peores momentos de mi vida, por eso lo hago, porque cuanto más hablan ninguna se detiene.

Rhys Mitchell: El sabor del pecado [ I ] +21 ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora