Rhys Mitchell: El sabor del pecado [ I ] +21 ✅

16| Fuck Off

Es lo más corto que he escrito.  

¡A disfrutar!

Multimedia: Lord Its a Feeling - London Grammar

—Capítulo 16—

No puedo evitar sentir las embestidas de sus dedos. Siento que en algún momento me voy a romper. Estoy mojada, sucia y lista para él. Estoy al borde del desequilibro cuando pasa su mano detrás de mi espalda. Me da mi primer orgasmo, el lugar indicado de la demencia por efecto.

Rhys toma un puñado de mi cabello y me pone contra la fría y húmeda pared. Siento su polla intimando debajo de esos trapos de encima y mi cabeza se llena de enormes perversiones. Su pecho sube y baja de forma imprescindible. Y, mi rostro se sonrosa luchando por alcanzar sus labios pero él se detiene. Recobra el aliento, me examina cuando no me he atrevido a mover y sale de ahí haciendo de cuenta que esto jamás ocurrió.

No puedo más con su desprecio, se ha ido sin decirme nada. He sido utilizada. Las lágrimas se atesoran en mis ojos, mi sujetador está colgado, enredado o como sea con las mangas de mi camiseta y mis tirantes corridos debajo de mis redondos senos. Quiero ponerme a gritar pero no me sale la voz. Me acomodo la ropa y me esfumo tan pronto con el corazón magullado.

Es como si me estaría haciendo pagar por todo. Desafortunadamente la garganta me quema y no se me van las imágenes de la cabeza. Mis piernas se mueven tan deprisa hasta que una segunda voz me toma por sorpresa.

—Ya te tardaste —Claire me rodea y yo hago el mínimo esfuerzo para que no lo note.

—Esto no es para mí —Pero, aun así suspiro, temblándome la voz.

—¡Ay, pobre de mi amiga! —Summer aparece del otro lado.

—Estoy bien. Vale, lo intento.

Me encojo de hombros como si de verdad lo estuviera. Sin embargo, no está bien que todos aquí se enteren. Sería algo ¿Inmoral? ¿Indecente? ¿Impúdico? ¿Censurado? ¿Delito? No lo sé. ¿Quién se atrevería besar a su medio hermano unidos por la misma sangre? Todo surge a través del rechazo social y los sentimientos de culpabilidad. Pero ¿por qué entonces me siento atraída hacia él? ¿Es así como debería llamarlo? La ley lo prohíbe.

¡Rayos!

«No sé qué demonios me pasa».

Desde que él está en mi mente nada está bien.

—Menos mal —dice Claire.

—¿Cuánto va a durar esto? —Summer me mira con fijeza.

—Una semana.

¿Una semana?

Es como si durara toda la eternidad. Nada puede ser peor que aquel día. No sé cómo es posible que me haya vuelto a enrollar con mi impertinente hermano y no sé qué haré si lo vuelva a ver. Estoy en medio del apocalipsis, porque estoy segura que él no me hace bien y yo no le hago bien.

Cuenta la leyenda que el sol y la luna no pueden estar juntos. Cada uno vive en su propio hábitat, así que no nos vendría bien pasar el tiempo juntos. Por ello, será mejor encontramos en puntos opuestos como los polos norte y sur. Y, por un lado, nuestras indecisiones pueden ser más grandes que la vida y a veces nos da una sensación de urgencia.

—¿Y qué tal con tu medio hermano?

De solo oírlo, es como si el frío helara mi piel y mis ojos se abren de golpe. Respiro profundamente antes de que todo empeore y esté perdida en mis pensamientos.