El abismo de Hades: El regreso de un Rey. Ⓒ

Capitulo 6

~Horas Antes• 5 Am~
Hades Ivanov

Son las cinco de la mañana, no dormí nada y lo peor es que no pensé nada efectivo para lograr mis planes. Los Maseratis ya me esperaban abajo, pues hoy llegarían los hombres que Matteo me envió. Necesitamos un plan y Marcar a cada hombre en su lugar.

— Buenos días.

— Bueno días. — contesta Lucas el cual ya traía un Smoking puesto. —  Queremos que esto sea lo más creíble posible y que pases desapercibidos, debemos actuar como tal. Desde hoy te contraté para que cuides a Kennedy, serás un empleado más en esta familia, nadie sabrá tu identidad solamente. Ian y yo.

Mi disgusto era obvio, estar cuidando a una niña no estaba en mis planes y menos una desquiciada por lo que escuché es una serpiente en vida y todo lo que les hizo a sus demás guardaespaldas.

— Kennedy será algo molesta, pero tenle paciencia. Probablemente te haga la vida imposible pero cuando vea que no eres cualquier hombre se cansara y no le quedara de otra que aceptarte. — expresa.

Solo espero tener la paciencia suficiente para no torcerle su hermoso cuello.

— Pasarás mucho tiempo con ella y....— Este hace una pausa. — Q-quiero que no le hables nada de ti y que te comportes como un guardaespaldas de verdad.

¿Por qué da tantos rodeos?

— No voy a cogerme a tu hija, Maserati.— Digo sin pelos en la lengua— Aunque sea un hijo de perra, no me gustan las niñas.

— Eso me deja más calmado, a pesar de ser impulsiva y rebelde, Kennedy apenas es una niña que no conoce el mundo.

Será muy niña de la mente, pero del cuerpo, Uff! La verdad hay que decirla... buena si está la condenada. Lástima que no sea mi tipo. Me gustan más las expertas y mayores, no tengo porque preocuparme con ellas, en cambio con las vírgenes es un fastidio.

— Papá! — La voz de Ian se hace al escuchar una vez entra a la enorme sala. — han llegado.

¡Al fin!

Salimos de la casa y frente a esta estaban hombres en fila esperando órdenes y uno de ellos se nos acerca, y me pasa un sobre. Lo abro y hay varias tarjetas de crédito, números de contactos y una pequeña nota.

{ Там у вас есть все, что вы просили, recuerda <me debes una, hijo de perra.}

Sonrío luego de leerla y es que la relación entre Matteo y yo se debe a deudas, cada que uno está en una bronca el otro lo ayuda a cambio de quedar endeudado y pues así ha sido por unos buenos años.

— Lucas necesito transferir unos cuantos millones a este banco. — hablo enseñándole el nombre de las tarjetas que recibí.

— Pensé que tu hermano te había quitado todo.

— Tampoco me subestimen tanto, todavía me queda para comprar un país completo. — alego sonriendo. — No Por nada soy el mafioso más Rico.

— Podemos hacerlo desde mi oficina, iré allá en unos minutos.

— Perfecto. — habló.