El abismo de Hades: El regreso de un Rey. Ⓒ

Capitulo 38

Hades Ivanov

— ¡Feliz Año Nuevo, hijos de perra! — Dice Matteo llegando con dos putas agarrado de las manos. — Traje compañía! Este año debemos pasarla cogiendo como locos.

— Ya empezó! — Se queja Lee, mientras sonrió de lado y le doy un último sorbo a mi ron.

— Míralo por el lado bueno, estaba vez son putas latinas. — digo y una de ellas sonríe y se sienta en mi regazo.

— Tu si me entiendes. Además, este año fue uno de los mejores que hemos tenido, una nueva era empezó gracias a nosotros.

Matteo tiene razón, hace un año recupere todo lo que me pertenecía, hace un año convertí este negocio en gloria pura, empezando de nuevo, me deshice del noventa y nueve por ciento de socios, inversionistas, empleados y los reemplace por nuevos y más inteligentes. No quería tener ni un solo traidor a mi alrededor y gracias a eso todo ha mejorado y no solo para mí.

La tríada también salió beneficiada, los tres continentes hermanos hacen el triple de billetes y trafican del doble de armas y dragas que antes. Tengo a Matteo y a Lee contentos y todos mis compradores por igual, mi cabeza aumentó el cuádruple así que soy el hombre que más quiere muerto el gobierno, no más puedo pedir?

Me pregunto mientras inhalo el cigarro mientras la puta acaricia mi cabello y cuello.

Soy Hades Ivanov, El traficando más poderoso de mi era y el hombre que hizo todo lo que nadie en treinta décadas pudo hacer... así que, no necesito a nadie... incluyéndola.

— Hades! — Matteo me saca de mis pensamientos Justo antes de que pueda reaccionar ante aquella "Incluyéndola". — Estamos en el puto dos mil veintitrés... puedes por favor aclarárselo a este imbécil?

— Tiene razón, Lee... toma disfruta un poco. — Dije tomando a la zorra por su ante brazo y dándole un leve empujón para que se sentara en las piernas de Lee, A lo que este se sorprende y la puta empezó a besarlo. — Cojan mucho. — Dije por último para luego salir de aquel bar.

Subo a mi auto estacionado junto al bar y pongo las manos en el volante mientras mi mirada se pierda en la poca luz al frente.

— ¡Oye tú, criminal! — Escucho su voz en el asiento del copiloto y volteo a verla. — Se suponía que me olvidarías.

Mis ojos se dirigen a su sonrisa que se hacía más grande y hermosa... Volteo mi rostro nuevamente hacia el volante y pegó mi frente a este.

Hace un año que no la veo y no deja de rondar en mi maldita cabeza. No sé si es el alcohol, pero Ya hasta estoy empezando a delirar.

Kennedy Maserati

— Feliz Año Nuevo, Papa.

— Feliz Año, Mi cielo. — Responde alargando el enorme abrazo que le di.

Me aparto en cuanto la bruja de Sofía se acerca para también abrazarlo, Tania por igual y no me queda de otra que ir a abrazar a Duncan.

— Fue un gesto muy bonito que vinieras hasta aquí. Enserio lo aprecio mucho. — Dije mientras lo abrazaba.

— Aunque aún no me des la oportunidad, no me voy a rendir muñeca. — pude sentir su sonrisa y hago lo mismo.