El abismo de Hades: El regreso de un Rey. Ⓒ

Capitulo 7

Hades Ivanov

Saber que esa persona te envidiaba.... Más sin embargo nunca piensas que la traición se apoderaría de esa persona.

Curioso.

— Tenemos un problema. — Entra Ian a la biblioteca de la casa, la cual la tomamos como oficina para poder hablar sin molestias. — Ya empezó la búsqueda a Hades.

— Era cuestión de tiempo que mi hermano se enterara que escape. Necesitamos un plan.

— Yo tengo uno. — Habla Lucas. — Tu hermano tiene a todos esos hombres comprados, necesitamos darle una pequeña visita al coronel a cargo.

— Pretendes que le ofrezcamos algo mayor de lo que mi hermano le ofrece. No es por ofender, pero no es buena idea. — digo.

— Lo sé, pero no hay otra alternativa y no queremos que seas un blanco aún más fácil. No podrás ni salir a la esquina, los policías, más tú hermano te estarán buscando.

— Mi padre tiene razón Hades, debemos tratar de quitarte al menos a la policía de encima.

— Hagan lo que quieran, pero solo les digo que será difícil.

— Lo sabemos y por eso vas a ayudar, eres el asesino más inteligente y será mejor que vayan pocos hombres. Me puse en contacto con unos amigos y se dónde está la oficina del coronel a cargo.

Pone algunas fotos del hombre en la mesa. — Este es nuestro objetivo, debemos hacer que tengas una audiencia con él a solas, el objetivo es ingresarte a su oficina esta noche. Ian y tres guardias te ayudaran.

— Como volaremos toda la guardia que tiene?

—Pues, algunos de los nuestros se harán pasar por uno de ellos y del resto ustedes lo harán. Será fácil entrar y salir, pero difícil poder convencer al coronel.

•••

Horas después

— ¿Listos? — pregunto apretando el audífono colocado en mi oído, segundos después los pocos hombres que traje asintieron.

Esos hombres debían entrar con mucha cautela al edificio y emboscar a algunos guardias y noquearlo para robar sus uniformes y ponérselos ellos. Una vez hecho eso se pondrán en los puntos acordados.

Ian y yo nos hicimos pasar por gente prestigiada, traíamos trajes negros y pedimos una audiencia con este, al principio fue difícil ya que la secretaria se negaba.

— No te preocupes, déjalos pasar.

— Entendido, pueden pasar. — repite la chica.

Entramos y para nuestra sorpresa este estaba acompañado con dos guardias, Ian y yo los miramos.

Su puse que está saliendo demasiado bien como para no tener algún percance. — Bienvenidos, en que les pue.... — dice este, pero hace silencio en cuanto ve mi rostro. Por cómo reacciono supuse que ya me conocía.

— Tranquilo, solo vine hacer negocios. — hablo tomando asiento frente a este, el cual traía la cara de mierda. — Esto es fácil, dile a tus hombres que salgan.