El abismo de Hades: El regreso de un Rey. Ⓒ

Capitulo 23

— Mierda!— digo una vez mi padre se anima a decirme el porque hay personas que quieren hacerme daño.

Me siento de golpe en el sofa y sin aún poder creerlo. Llevo mis manos a mi cabeza.

—Me llevaron a esa maldita fiesta, hablé con ese maldito hombre,  sin saber que el me quería muerta! Si se atrevieron a ponerme en la maldita boca del lobo.... Entonces porque aún sigue tratando de matarnos?!

— No lo sabemos pero con lo que nos dijiste... podemos sospechar qué hay alguien más detrás de todo esto. — Responde Ian.

— Respóndanme algo... a que se debe todo esto?— la voz de Tania detrás nos interrumpe.

— Se debe a ni mas ni menos que a Hades.— habla Valentina.

— ¿Que pinta Hades en este entierro?— preguntó rápidamente.

— Nada..... a el solo lo sacamos de aquella celda a cambio de protección. Es uno de los mejores asesinos es todo!— Mi padre hablar rápidamente y Ian lo apoya.

Ahora que se un poco sobre lo qué pasa creo que un peso se callo de mis hombros. Saber que mi madre murió por culpa de ese tal Ivanov...... me llena las ansias de vengar a mi madre.

¿Y todo esto solo porque mis padres se negaron a unirse a él?

Maldito enfermo....... Justo ahora desconfió hasta de mi sombra. Mi familia son unos putos Mafiosos...... tampoco haré un alboroto porque de todo lo que viene de ese mal camino probablemente lo he tenido a costa de. Pero admito que no reconozco a mi familia...... los miro a cada uno y ya no los veo igual.

Mierda tanto que desaprobé que Hades fuese un criminal..... ahora toda mi familia lo era.

Los minutos pasaban, los cuales se convirtieron en casi tres horas.— Señor Maserati.....— el doctor que atendía a Hades sale de la habitación y rápidamente me levanto del mueble.

— ¿Cómo está? — pregunto.

— Pude sacar la bala..... y si estará bien.— Un alivio recordó todo mi cuerpo.— Pero debe estar en reposo, la bala penetró un poco su columna.... Si no lleva el reposo durante un tiempo, en un futuro puede afectarle las piernas y hasta podría dejar de caminar.

¡Mierda!

— Una vez más le agradezco, Doc.— habla mi padre.

—Quiero verlo.....— digo pero el doctor me detiene.

— Aún duerme.... Pero en unas horas despertará por eso dejaré a una de mis enfermeras a su cargo, será mejor esperar.— habla y me tenso.

— Ya espere lo suficiente.— digo mientras no obedezco lo que dice y voy directo a la habitación que estaba.

La voz de mi padre al fondo no me detenía, Me urgía verlo y saber que esta bien. Abro la puerta de esta y veo como algunos enfermeros recogían sus pertenencias y acomodaban el suero al lado de el. Me acerco lentamente y me calmo al verlo.

Estos terminan y salen dejándome a solas con el. Lo tomo de la mano la cual estaba fría pero no me importo. Mi vista se dirige a su cintura la cual estaba vendada..... oía su corazón latir y el "Pí" de la máquina Justo al lado.

— L-lo siento.....— digo en voz baja para luego acariciar su oscuro cabello y darle un beso en sus labios.

La sensación de perderlo no se me salía del pecho y lentamente me subo a la cama y me acuesto junto a él. Sigo sosteniendo su mano y luego de sentir que ya estaba seguro conmigo, mis ojos se cerraron del cansancio.

•••

— Cariño.....— la suave voz de mi padre hace que abra los ojos.— Deberías ir a descansar, yo me quedaré con el.— dice y aún siento mis manos sosteniendo las de Hades el cual aún seguía dormido.

Mi padre me ayuda a levantarme con cuidado y me lleva hasta mi habitación para luego darme las buenas noches. El sueño se apoderaba de mi pero no podía dormir...... era extraño!

Entro al baño y me doy una ducha para luego ponerme la pijama y acostarme para poder conseguir el sueño el cual logro. 

Hades Ivanov

Al despertar siento un inmenso dolor en mi espalda baja y en mi brazo, me percato del suero que estaba junto a mi.

— Al fin despiertas.— La voz de Ian hace eco en la habitación, el cual estaba junto a Lucas.

Trato de levantarme pero solo logro sentarme.— Esto no debió pasar.— Habla Lucas.

— No debía.....— digo.

— Sospechamos de que Hall no es el único que quiere vernos muertos.

— Kennedy ya les dijo?— pregunto y estos asientan.

— No solo tenemos a Hall de enemigo, Hades. — Ian se cruza de brazos.— Por cierto.... Le dijimos a Kennedy la causa de todo esto.

Mi ojos van directo a estos.— Pero solo le hablamos el porque Hall nos quiere matar, ella aún no sabe quien eres.

Trato de levantarme de la cama pero Ian me detiene.— Debes permanecer en cama, Hades, el doctor nos aviso de que si rompías  el descanso, podrías quedar inválido.

¿Lo estaba escuchando bien? Yo Hades, detenido por una maldita bala! He pasado por miles de cosas pero una maldita bala no ibas detenerme.

— Invalidó, mis guevos!— digo y me levanto de la cama quitándome la aguja en mi antebrazo.

Me levanto y me estiro un poco.— Estoy harto de esperar...... empezaremos a atacar, recuperaré lo que es mío y terminaré de matar a los traidores.

— Hades....

— Empezaremos, quiero todos los registro de lo que estuvieron en esa fiesta. Los matare uno a uno y luego iré por Hall.— dije saliendo de aquella habitación cojeando para dirigirme a la mía.

Kennedy Maserati

— Señorita, su padre me dijo que le avisa que el señor Hades ya despertó.— Habla una de las de servicio.

Salgo disparada del mueble que tenía en mi habitación y bajo las escaleras rápidamente. Encontrándome en el camino con Valentina y Sofía las cuales tomaban su café de todas las mañanas.  Luego veo a Tania en la cocina, < Últimamente se cree chef>

Luego de corretear me coloco frente a la puerta de su habitación. La toco y escucho su aceptación para en pase y eso hago, encontrándome con un Hades completamente parado colocándose su camisa blanca. Traía su pelo mojado y sus ojos completamente abiertos.

Lo veo sonreír y no se cual de los dos es más feliz.

— No deberías estar en reposo?— pregunto una vez entro y cierro la puerta detrás.

— Y desde cuando yo Hades, necesito eso?— Responde con su me dia sonrisa.

Me acerco a él sin despegar mis ojos de los suyos y lo abrazo lentamente, sintiendo su corazón latir.— Tuve miedo.— digo luego de poder sentir su cálido cuerpo junto al mío.

Este se despega un poco y toma mi mandíbula para observar mi rostro.