Capitulo 39

6.8K 581 37
                                    


~

— No puedo creer lo que nos estás diciendo...— Mía junto a Gane y Enzo quedan atónitos con lo que les acabo de contar.

— Pensé que ya lo habías superado... Kennedy.

— ¿Superado? Ustedes dos son los únicos tontos que no se dan cuentan... — Suelta Gane. — Y tu...— Me señala. — Crees que entrando a ese hombre a tu vida lo olvidarás? Lo que estás haciendo es utilizar a ese chico.

— ¡Lo que menos quiero es involucrarlo, Gane! — Hablé algo enojada.

— Se que no es tu intención, pero muy dentro de ti sabes que lo estás utilizando... para olvidarte de Hades. — Asegura nuevamente, mientras Enzo y Mía guardan silencio. — ¡No volví hablar del tema porque no quería hacerte daño, pero con todo esto que nos estás diciendo!

— Gane...

— No Enzo! Tu misma nos lo estás confirmando Kennedy, besaste a ese idiota anoche y en lo único que pensaste fue en Hades. Es muy cínico de tu parte lamento decirte.

¡¿Cínico?!

Un silencio se formó allí y la ira que me recorría era única. Gane y yo siempre nos hemos dicho nuestras verdades cara a cara, pero a veces Gane no se mide.

— ¿Y dónde está ahora?

— No Lo sé Gane! Dijo que tenía unas cosas que hacer. — Respondí sacada de honda.

— ¿Cosas? ¿No se suponía que es su primera vez aquí en el país y solo vino a verte a ti?

— Ahora que estás insinuando Gane?!— Pregunta Mía.

— Solo digo que es extraño... la semana pasada unos hombres nos estaban siguiendo, Kennedy! Lo ignoré completamente porque nada raro volvió a ocurrir, pero ...

—¿Ahora lo acusas de algo? — Me pongo a la defensiva.

— Es imposible razonar con ustedes! ¿Acaso ya se les olvidó todo lo qué pasó? Enviaron hombres a matarte, estás en medio de una maldita mafia y aunque allá pasado un año no deberías de estar invitando gente extraña a tu casa.

— Yo no lo invite, Él quiso venir y no le cerré las puertas de mi casa.

— Es lo mismo!

— Ya basta ambas, creo que Gane tiene razón Kenny, debes tener cuidado y tu Gane también Kenny tiene razón, no puedes ir por ahí culpando personas sin sentido. — Enzo detiene nuestra pelea.

— Váyanse a la mierda. — Gane se levanta de la cama y sale disparada de la casa de Mia.

— Kenny...

— ¿Que?

— Gane se preocupa por ti... lo sabes verdad?

— ¡Lo se Enzo, pero su maldita actitud hace las cosas más difíciles... Díganme! ¿Acaso no me noto lo suficiente cuerda como para cuidarme yo sola? — Mi rostro lo sentí caliente del enojo. — Duncan... ha sido Bueno conmigo ¡Demasiado diría yo! ¿Acaso no merezco a alguien que me trate como él lo hace?

— ¿Y ahora dinos tu Kennedy, merece el que pienses en otro mientras compartes tu vida con él? Es muy cínico de tu parte. — Enzo hace que un nudo forme mi garganta. — No te estoy diciendo que pongas a otros antes que, a ti, Te digo que esperes más tiempo... esa herida que tienes y todos esos traumas... ese chico no te lo quitará. Ni nosotros tampoco y Hades mucho menos.

Lagrimas empiezan a salir ante sus palabras llenas de verdad.

— Mentalmente estás rota Kenny, a tu corta edad haz visto cosas que no deberías, tú madre murió frente a ti, tus abuelos intentaron matarte por años, sufriste la falsa muerte de tu padre, unas intrusas entraron a tu hogar y te arrebataron por un tiempo el amor que añorabas... ¡Así que no me digas que estás bien, porque no es así! Esas terapias que has tomado no te han servido de nada. ¿crees que no nos damos cuenta de cómo tus piernas y menos tiemblan cada cierto tiempo?

El abismo de Hades: El regreso de un Rey. Ⓒ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora