El abismo de Hades: El regreso de un Rey. Ⓒ

Capitulo 52

Hades Ivanov
Horas antes .

— Señor, el pide verlo.— Uno de mis guardias me comunica que Duncan tenía algo importante que decirme. No estaba en uno de mis mejores días ya que no veo a Kennedy desde ayer, me dijo que quería tener tiempo con su padre y no me opuse, así que me he estado ocupando con el trabajo.

Bajo al enorme sótano y camino el largo pasillo mientras rebasó a los encerrados allí.

— ¿Y bien? No tengo todo el día, así que habla de una vez.— Digo en cuanto me posicionó frente a su celda.

— Lo que los Ricos tienen, los pobres lo añoran. ¿No crees que la sociedad va de mal en peor? —Empieza hablar y solo escucho sus tonterías.— Esta es la cosa, nosotros los pobres solemos estar detrás del culo de ustedes, Quizás ustedes tengan todo, pero nunca dejarán de ser mierdas.

Esas últimas palabras me hicieron apretar mi mandíbula. Tranquilamente me acerco y abro la celda y sin doblegar la mirada me acerco posicionándome frente a este el cual estaba arrodillado.

— De hecho hay muchas cosas que nos diferencia, y claro ejemplo de ello es esta.— Bajo mi mirada.— Y es que su posición nunca cambiará.

Esto hace que esté bruscamente trate de levantarse y Puedo sentir la ira hacia mi. Calladamente detengo su puño que venía hacia mi y le rompo la muñeca.

— Te juro que cuando salga de aquí te haré pagar.

— Todos decían lo mismo y acabaron en lo más oscuro de mi abismo. Deberías agradecer, por la única razón de que aún respiras es por ella.— Digo con superioridad.

— Ella, Es lo mas Preciado que tienes ¿No es así? — con el dolor en su rostros repite estas palabras como puede. —veremos que tan hombre eres luego de que la mate, voy a vengarme como no tienes una idea ¡Te lo juro!

Por un momento esa palabra me trasladó a mis tiempos encerrado en aquella celda y en lo único que pensaba era eso "Venganza".

— Bueno, en ese caso... Yo no soy el idiota de mi hermano, yo si termino con la amenaza. — Sacó mi pistola y le meto un balazo en la cabeza haciendo me salpicara todo mi traje.

Guardo mi arma y Colocó mis manos en ambos de mis bolsillos, observo por unos instante el cuerpo desangrándose y ver como la vida en el desaparece. Luego camino dándole la espalda, volteo para ver el fondo del pasillo.

Hora actual .

Escucho como luego de varios segundos su débil cuerpo deja la sala como se lo ordené.

Su intención era claramente despedirse por si algo saliera mal en aquel quirófano. ¡Odio las despedidas! Esa es la única verdad y saber que ella tiene la esperanza tan baja de salir sin vida me enloquece aún más. Personas mueren a diario, y la vida sigue. En mi caso... no existirían mil vidas que logren que yo dejara de amarla, simplemente sin ella viviría una vida muerta y esperaría el momento el cual me reuniría con mi padre. Le cumpliré ese deseo de no ir al hospital, tampoco pensaba ir... Me levanto de mi asiento y las lagrimas empiezan a caer. Mi alma embriagada solo escucha aquella melodía triste y silenciosa. Tiro con fuerza la copa de ron al suelo, las cosas encima de aquella mesa le siguieron, desataba mi ira y miedo en aquel lugar destrozando todo a mi paso mientras las lagrimas se sentían como fuego quemando mi piel.