El abismo de Hades: El regreso de un Rey. Ⓒ

Capitulo 45| 𝐔𝐧𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐞𝐧𝐟𝐞𝐫𝐦𝐚 𝐣𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐚 𝐭𝐢.|

— Debes comer algo primero. — Dice una vez termina el suave y tierno beso que me depósito.

Admito que no pensé que me dejaría ver a Duncan, pero me equivoqué... Hades ha cambiado, puedo notarlo.

Me toma de las manos y salimos juntos de aquella habitación. Al bajar las enormes escalera mis ojos volvieron a nublarse y tocó mi frente rápidamente.

— Had...— Quería pedirle mis pastillas pero antes de terminar de hablar esté las toma de una pequeña mesa que había allí.

Ese pequeño acto hizo que dudara.
¿Y si pudiera aceptarlo? Volver a empezar junto a él....

Pero lo quiero tanto que no puedo verlo sufrir. Entiéndanme.... Lo menos que quiero es ver como abandona una vida sana para estar entre una vida enferma junto a mi. No soy capaz de hacerle eso... No a el.

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Luego de comer y beber mis pastillas, fui a ver a Duncan. Hades condujo durante aproximadamente ocho minutos y me percató del enorme lugar.

— ¿Donde estamos?— Me animo a preguntar.

— Mi mundo. — Dicho eso caminamos a lo que a mi parecer parecía una base pero a la vez una enorme mansión.

El lugar estaba un poco cerca de la ciudad ya que al salir del auto detrás de mi se podía apreciar los enormes edificios. Entramos al lugar y en cuanto ingresamos, el lugar se torno neutro, personas encorbatadas en cada rincón y  caminando de un lado a otro. El lugar era tan Grande y lujoso pero a la vez era algo inexplicable. Habían personas mayores, unos que otros adolescentes y personas elevando la voz para que otros hicieran otro tipo de cosas.

Mis ojos conducen a Hades y lo miro sorprendida. Iba a preguntar muchas cosas pero me espanté en cuanto el enorme escándalo allí se volvió un enorme silencio y todo se torna más raro cuando los ojos de todos posaron en nosotros.

— El jefe llegó!— Grito uno al fondo.

— Bienvenido Señor, Aquí tiene la carpeta de todos los políticos. — Dice una chica rápidamente y me toma por sorpresa. — En su oficina están los demás papeles que debe firmar. Me encargué personalmente de arreglárselos muy bien. — Dice tratando de impresionar a alguien con esa falsa sonrisa.

Hades toma la carpeta y vuelvo a mirar a mi alrededor los ojos de todos caen en mi de una manera muy extraña.

— ¿Quien es la Señorita? — Pregunta la chica curiosa pero a la vez con una sonrisa que madre mía me daba miedo.

Iba a responder pero Hades se me adelanta.— Mi esposa. — Estos en el enorme lobby empiezan a murmurar y mi cara con más confusión que vergüenza.

—Pues Bienvenida Señorita Ivanov. — Habló la chica frente a nosotros extrañada y no me queda de otra que asentir.

Hades vuelve a tomarme de la mano y caminamos hasta una enorme puerta que separaba esa sala para ingresar a otra donde más personas habían, pero a diferencia de las anteriores estas estaban conectados con escritorios y como era de esperarse sus vistas subieron a nosotros.

— ¿Hades que este lugar?— Pregunto con ganas de que me responda.

— De aquí sale todo lo ilegal. Mis trabajos sucios, Mi dinero, mis armas  y sobre todo mi nombre...— Dice mientras terminamos de cruzar el enorme pasillo nuevamente y abrir otra puerta que nos conducía a múltiples escaleras.