Capitulo 53| Final 1|

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Kennedy Ivanov

Despierto de ese oscuro y desolado sueño en el que estuve por un largo tiempo.

— ¿Kennedy?— siento como un hombre abría mis ojos mientras una luz cegadora no me impedía examinar mi alrededor.

— ¿Donde estoy?

— Tranquila, aún estás en el hospital... Dime ¿Como te sientes?

— M-mareada y... el cuerpo, me cuesta moverme. ¿Que pasó en la operación?

— Tranquila, me alegra saber que recuerdas un poco. — Admite. — La operación fue un éxito, pero entraste en coma luego de.

Respiro hondo y puedo percatarme más del lugar, el cuarto estaba casi a oscuras y junto al doctor estaba una chica vestida de blanco por lo que supuse que era la enfermera.

— Le avisaremos a tu familia que despertaste.

— ¿Cuanto estuve en coma?— Pregunto tratando de levantarme, aunque el cuerpo me doliera.
El doctor duda en responderme pero al fin lo hace.

— Siete meses Kennedy.

El tiempo se paralizó en aquel momento y entró en un especie de trance profundo, que hasta siento las lagrimas bajar por mi cara incrédula.

— Se que sera algo duro para ti, pero debes saber que todo este tiempo, tu familia no querían que te desconectaran, porque tenían fe en que despertarías. Por ellos debes ser fuerte...— Repite. — Por ahora solo descansa, hare que traigan a tu familia ¿va? — Asiento aún con las lágrimas en las mejillas.

Luego de ver como el doctor desaparece y la enfermera por igual luego de examinar las máquinas a mi alrededor. Llevo una de mis manos hacia arriba y la observo con determinación. Luego volteo mi rostro para ver la hora en un pequeño despertador a mi lado. Eran las cuatro de la mañana "Eso explica el silencio y la oscuridad". No tardé en quedarme dormida nuevamente, aunque se sintió un sueño corto.

Despierto nuevamente, Trato de levantarme de aquella cama y al poner los pies en el suelo siento el frío de este. Me pongo de pie y arrastro el suero el cual estaba conectado a mi antebrazo, hago aún lado la cortina y la luz estampa con mi rostro. La enfermera junto al doctor entra permitiéndome verla.

— Kennedy, pudiste levantarte sola... eso ya es un buen comienzo. Por favor toma asiento, te quitaremos el suero para que la enfermera te ayude a alistarte.

Hago lo que me dice y vuelvo a la cama. — Dijiste que le avisarías a mi padre, Quiero verlo.— Dije mientras este me retiraba la aguja introducida en mi antebrazo.

— Anoche volviste a dormirte, por lo que espere que amaneciera para comunicarme con el, de seguro ya deben de estar por llegar si no es que ya están aquí. — Asiento y una vez esté sale la enfermera me ayuda a entrar aún pequeño baño.

— Toma, es tu ropa. Dúchate y si necesitas algo estaré aquí afuera. — Dice  amablemente y asiento para luego ver cómo sale del pequeño baño.

Me miro en el pequeño espejo y puedo ver las enormes ojeras color morado bajo mis ojos, mi cabello más largo de lo normal, pero pude ver que no estaba tan delgada como antes. Retiro mi ropa y me percato de la pequeña cicatriz en mi abdomen, aún no está completamente cicatrizada, pero no me dolía. Entro a la ducha luego de cepillar mis dientes y dejo caer el agua por encima de mi cabello. Luego de, salgo y me pongo la ropa que anteriormente la enfermera me dio. Pantalones holgados y un hoodie gris con medias y respectivas chancletas. Dejo mi cabello al aire y al fin salgo.

El abismo de Hades: El regreso de un Rey. Ⓒ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora