Hay algo que quiero decir...

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Majima estaba riendo, como burlándose de lo que había dicho. Chisato lo miró, ella estaba a punto de estallar en cólera. En cambio yo no sabía qué cara poner en esa situación tan peculiar.

- Oye, no le digas esas cosas! - Para mi suerte, la profesora Misuki intervino, estaba igual de sorprendida que yo, pero actuó justo a tiempo. Alejó al chico frente mío y resopló - . No le hagas caso, siempre dice cosas sin sentido.

Que me diga cuñada va mucho más allá de algo sin sentido. Eso pensé.

Las cosas se pusieron agitadas a primera hora de la mañana por lo que pudieron notar. Sentía ganas de huir lo más lejos posible o que me tragara la tierra en ese mismo momento. Mis mejillas estaban rojas por la vergüenza, las miradas de todos sólo me incomodaban más de lo necesario, en especial la de Chisato.

Ella se veía mucho más incómoda que yo, apenas cruzamos miradas ella la apartó de inmediato sin vacilar. Se alejó y dejó las mesas con los comensales para dirigirse al otro lado del mostrador donde un hombre corpulento de tez morena y larga cabellera azabache le sirvió una taza humeante de algo que pude suponer era té.

- Las cosas se te salieron de las manos por lo que pude ver.

Aquel hombre suspiró, tratando de tranquilizar a la más joven. Ella sonrió de forma tenue mientras miraba la taza. La noté nostálgica por la forma e que sus ojos perdían esa luz que tanto la caracterizaba.

Me levanté, aún no pedí nada, luego de la mezcolanza de emociones perdí el apetito de cualquier cosa dulce. Es más, me dirigí a donde estaba ella y me acerqué de imprevisto a su oído.

- Te esperaré hasta que termines tu trabajo. Hay algo que quiero ssber.

Como si fuera una pequeña brisa apenas audible así fue mi voz. No sonó tan frió y robótico como las otras veces que he hablado con ella.

No dijo nada, estaba bebiendo de su taza en ese preciso momento cuando le susurré así que pude notar un sobresalto de su parte, casi ahogándose. Asintió con la mirada perdida en el otro lado de la barra.

Suspiré y me senté de nuevo en mi lugar. Espero que haber esperado ahí no la halle molestado ni nada parecido.

- Son cercanas? - Indagó la mujer a mi lado. Parece que no nos había visto a Senpai y a mí en la escuela pasando en rato juntas.

- Diría que somos conocidas que se ven muy seguido las caras.

Misuki asintió y volvió a su rutina de trabajo, menos mal, así no me preguntaba más cosas.

Después de un rato un mensaje llegó a mi celular.

" Lamento no llegar a tiempo"

" Estaré ahí en unos minutos"

" :-[ "

Kurumi no puede ser más idiota. Eso me dije mientras reía desde mis adentros. Habrá olvidado que teníamos una salida? . Viniendo de esa pequeña me esperaría cualquier cosa.

" Haz lo que quieras, ya no importa ^_^ "

Habré sonado muy dura? Espero que sí. Quería que ella se sintiera mal por dejarme en un lugar que no conozco junto con nuestra profesora y Senpai.

Como esperaba, me dejó en visto y se desconectó. Muy descarada la niña.

Todo era tan aburrido para mí , sólo me quedaba observar a los clientes teniendo conversaciones triviales , a Misuki ir de un lado a otro mientras mascullaba una que otra queja y a Chisato moverse ágilmente entre las mesas.

- Estás bien sin nada, Takina?.

Cuando la escuché pronunciar mi nombre me atragante con mi saliva mientras levantaba mi vista.

- Senpai... E-Estoy- - Mi voz apenas salía y mis palabras se enredaban como hilos en mi lengua. Sólo sonrió, tratando de olvidar lo que ocurrió hace rato - . Un café está bien, gracias.

- Entendido.

Sin más se fue, sentí algo extraño, como si me gustara haber hablado por más tiempo con ella. Estaba acostumbrada a aguantarla por tanto tiempo que el tener un intercambio formal se sintió fuera de lugar.

- Que es lo que tengo con Senpai exactamente...?.

Aún no lo sabía.

Mis dias contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora