Nos observan, pero no importa.

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- Um, así que eso fue lo que sucedió.

- Si... Es una situación muy loca.

Senpai y yo almorzábamos en una banca debajo de un árbol. Era el tiempo el descanso y todos andaban charlando y comiendo con sus amigos y eso me incluía a mí. Ella se sentó a mi lado, demasiado cerca, pero, parece que al darse cuenta de ello aumentó la distancia.

- ¿ Cómo es que te viste envuelta en este lío, Senpai?.

Pregunté mientras daba una mordida a mí tortilla. No estaba tan buena ya que no era la mejor en la cocina, mis estilos eran simple, desabrido, quemado y crudo.

- A mí no me eches la culpa - Gruñó con la boca semi llena - . Mi estúpido hermano es quien tiene que ver.

- ¿Majima, cierto?. Me cuesta creer que sean parientes.

- Todos dicen lo mismo- Río por lo bajo antes de hacer una pausa. Miró al frente donde unos chicos estaban charlando y luego continuó -. ¿Qué harás, Takina. Yo te recomendaría mantener distancia a partir de ahora.

Sus palabras casi me atragantan, puse los ojos en blanco y murmuré:

- ¿Mantener distancia? ¿ No sabes lo difícil que fue aceptar que te necesitaba?.

Ella me miró con curiosidad.

- Dijiste algo, lo sé - Con descaro me apuntó con sus palillos - , repite lo que acabas de decir.

Ignoré su petición dirigiendo mi mirada a otro lugar. De pronto noté una figura fuera de lugar que se escondía entre el grupo de chicos frente a nosotros a unos cuantos metros. Apenas alcancé a divisar su cabellera pelirroja y solo conocía a una persona con esa característica.

- Senpai, nos están viendo.

En un susurro le informé como si estuviéramos en peligro de muerte. En cierta forma era así, ya que Erika tenía un arma en su bolso, pero dudé que fuera tan tonta como para sacarla en el instituto.

Parece que Senpai se dió cuenta mucho antes que yo, por lo que apenas miró y sonrió como quien desafía a alguien.

- Pues...- Empezó a acercarse a mí, casi pegando su rostro con el mío - Que nos miren todo lo que quieran, no parece que te moleste después de todo.

Tsk, supuse que me estaba provocando, aprovechándose de la situación para sacar a relucir sus dotes de Playboy. No le iba a permitir que siguiera jugando, es más, yo iba a jugar con ella para que viera cómo se sentía.

- Oh, Senpai, tienes un grano de arroz pegado en tu mejilla, déjame quitarlo.

Por un momento le di vuelta a las cosas y con una sonrisa me le acerqué lo suficiente como para ponerla nerviosa. Al ver su frente sudar y sus mejillas calentar supe que había conseguido lo que quería.

- Uhm, e-

Corté sus palabras con un suave beso en su mejilla derecha,donde estaba pegado el grano de arroz. Me separé sintiéndome victoriosa, pensé que actuaría como siempre, soltando una risilla y diciendo " Me atrapaste". Pero no fue así, su cara se asemejaba a un tomate y la comisura de sus labios empezó a temblar.

Oh no, qué he hecho. Al notar que seguía demasiado cerca de su rostro mis ojos se dirigieron a sus labios y me eché hacia atrás al instante.

- ¡Qué lindo día hace! Nunca había visto el sol...

Senpai no dijo nada, se llevó una mano a su boca y ocultó su suspiro.

- Takina.

- D-digame..

- Sé que dije que me gustaba jugar con las de grados menores, pero todo tiene una razón - Se veía en conflicto luego de lo que hice. Se mostró sería por primera vez en todo el día, así que mi curiosidad aumentó -. Cuando te fuiste de la escuela no sabía si se volvería a ver y... Y con tu ausencia me di cuenta de que me gustabas, pero, con el paso del tiempo empecé a creer que no volverías y traté de olvidarme de ti con otras chicas...

Ahora todo tenía sentido, en otras palabras, fue mi culpa dejar a Senpai con sus sentimientos revueltos, por lo que intentó compensar mi ausencia con otras personas. Escuchar eso me hizo sentir un poco mal, pero lo ignoré.

- Senpai, yo..

- Takina, te diré esto, pero no te lo tomes a mal. Si vas a participar en esta pelea será mejor que tengas buenas intenciones, no te quiero obligar a nada. Pero si no, entonces, por lo que veo, no parece que me quieras mucho y dudo que te guste como para querer pelear conmigo...

- Mmm, oye..

- Lo que quiero decir es que no quiero que te involucres más. Pensando en lomas dijo Fuki, corta lazos conmigo y estarás fuera de este problema.

Me moleste al ver que no me escuchaba. Me puse de pie y alcé la voz.

- ¿ Cómo crees que voy a dejar que pases por un problema como ese así como así? ¿ No ves que me he empezado a preocupar por ti? - Ya todos nos estaban viendo, pero eso no me importó en absoluto -. No te dejaré ahora que estoy metida en esto también.

- Pero- Takina. Piensa un poco las cosas.

- Lo he pensado bien, aunque no tuve mucho tiempo para decidir, sé qué hacer - sonreí mientras la miraba, estaba totalmente decidida. Ella por otra parte no pareció comprenderme - . Quiero pelear contigo, Senpai. Me salvaste la otra vez y quiero devolver el favor.

Me senté y continúe comiendo como hace unos momentos, pero ella no me quitó la mirada de encima.

- ¿Sólo por eso quieres involucrarte?.

Lucia decepcionada por mi respuesta, pero no podía decirle que no quería verla lastimada o en cama otra vez, por lo que asentí sin verla, para ocultar mi leve sonrojo.

- S-si.

- ¡Oye, al menos mírame cuando hablas!.

Como si pudiera después de besarte la mejilla, la verdad no sé porqué pensé que era buena idea...

Mis dias contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora