Con la familia Nishikigi no te metas.

370 41 14
                                    


Los disparos hicieron eco en el cielo, cual sinfonía sin fin mientras las balas caían como granizo al piso bajo el semblante nocturno.

Ahí estaba yo, dándolo todo con un arma que me encontré tirada antes de venir hasta allí.

- ¡Desgraciados! ¿!Como se atreven a lastimar a Senpai!?.

Disparaba con furia, como si gastando todas las balas del cargador lograría quitarme esa cólera que me había poseído.

Minutos antes de siquiera tocar el primer tramo de la parte más alta de la Torre abandonada, escuché un sonido preocupante, uno parecido a como cuándo golpeabas un trozo de carne con un martillo. Majima corrió más rápido trayéndome a mí a cuestas. La sangre aún perturbaba mi vista, pero poco a poco abría los ojos para no ser de estorbo en el campo de tiro.

Cuando llegamos la vi tirada a un lado con los ojos cerrados y su pecho no subía y bajaba con regularidad. Tragué saliva al encontrarme con semejante escena.

No sé cómo, pero volví en mí cuando ya había matado más de una docena de hombres frente a mí.

- ...Sen..pai - Mi respiración se volvió pesada, mi ira no hacía más que aumentar al ver al tal Yoshi reír desde el fondo como un simple cobarde.

- Veo que tienes un talento excepcional, Takina. Nada mal para ser tu primera vez - Con su semblante tranquilo empezó a aplaudir lo que supuestamente era un cumplido. Era tan desagradable que si pudiera, le hubiese escupido ácido en su arrugada y desquiciada cara.

Me preparé para disparar una vez más, pero las cosas no serían tan sencillas.

Tiré y tiré de el gatillo pero nada salía.

- No tienes más balas. Tu actuación como héroe no llegó tan lejos como creíste.

Volvía a burlarse una vez más de mí. ¡Desearía que me lo dijeras de frente como un verdadero hombre!.

- ¿Majima? - Busqué con la mirada al semi-delincuente. Otro factor más en mi contra, él no estaba por ningún lado.

- ¿Buscas a ese bicho? . ¡No te preocupes!, Jin se encargó personalmente de él mientras te era de apoyo.

- ¿Lo atacó desde las sombras? - Una punzada golpeó mi corazón y por primera vez visualicé un panorama donde todos estaban muertos por mi culpa, incluida Senpai. Lágrimas se formaron en las esquinas de mis ojos ya rojizos por la sangre que poco a poco seguía corriendo en mi frente - ¡Te odio! ¡TE ODIO, DESGRACIADO!.

Yoshi se lo tomó como un chiste, empezando a reír a carcajadas mientras me lamentaba de mi vida.

Si las cosas iban a terminar así hubiese preferido no haber conocido a Senpai...

Pero, sin ella tampoco me habría divertido tanto...

¡Otra vez me contradecía!.

- ¿Tienes últimas palabras? - Como si imitará la frase de una película, Yoshi sonrió mientras de su saco negro aparecía una pistola para apuntarme.

Me vi en un aprieto, pero no tuve más remedio que darme por vencida, si Senpai y los demás eran más felices en el más allá...

¿Seguirás con eso?.

¿Acaso Senpai no vale más como para poner tu vida en riesgo con tal de que ella viviera tranquila?.

¿Acaso estaba loca, hablando conmigo misma antes de morir?.

Frunci el ceño al imaginar un mundo sin ella, podría ser fastidiosa a veces, pero era tolerable.

Un mundo sin ella... ¿Un mundo sin Senpai podía ser llamado un mejor lugar?. No lo diría en voz alta, pero... No

- ¡Senpai merece la mejor vida de este mundo! - Vocifere emprendiendo carrera hacia él. No sé lo esperó ni por un segundo, ser así de impredecible era algo que aprendí de ella, y pelearía en su nombre con tal de encontrarla feliz una vez más - ¡Yo quiero ver esa feliz vida de Senpai, así que...!.

- ¡Tsk!.

Disparó una y otra vez fallando en cada tiro. Aún no me encontraba en mi mejor forma, pero ver el cuerpo de ella tirado como un cadáver al suelo me dio tanto coraje que mi cuerpo recibió una carga de energía.

No podría esquivar sus balas para siempre, en algún momento me cansaría, pero mientras tanto, era lo mejor que podía hacer.

- ¡Déjanos a Senpai y a mí vivir nuestras vidas!.

Apenas pronuncié lo último el suelo se sacudió con violencia. Tanto Yoshi como yo nos detuvimos un segundo.

- Eso fue...

- ¡Tú y tu acto patético!. ¡De todas formas morirás con las bombas que están escondidas!.

Gruñi al recordar otro problema más.

Nuestra conversación se cortó con el ruido de unas hélices viniendo desde lejos. Poco a poco el sonido se hizo más fuerte hasta que fue difícil escuchar mis propios quejidos.

El viento zarandeó mí falta con violencia mientras el hombre con traje sonreía victorioso.

- ¡Veo que llegó mi ruta de escape!.

Ladee la cabeza ante tal afirmación

- ¿No debe ir Jin contigo?.

- ¿Jin?, no seas estúpida, ese idiota se pudrirá en los escombros en poco tiempo - Caminó haciéndome a un lado con un empujón.

- ¿En verdad eres así, desgraciado?.

Lo peor de lo peor.

- Está es la mentalidad de los ganadores, niña. Es algo que no entenderás.

Mientras más se acercaba al helicóptero, su expresión se hacía más confusa.

- ....Tu no eres Robota.

Esas fueron sus últimas palabras antes de que por la puerta del helicóptero apareciera la figura de un hombre moreno con yukata morada. Traiga consigo un franco tirador que no dudó en descargar con Yoshi.

" Ratatataatatatatatatatatatatatatata"

No se detuvo ni una vez a respirar mientras fusilaba a tiros al rubio.

El cuerpo ensangrentado de Yoshi cayó como plomo al piso mientras aquel hombre sonreía satisfecho.

- Lo siento, Yoshi, pero con la familia Nishikigi no te metas, incluyendo a la cuñada.

Mis dias contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora