- Tengo que decir que no es muy propio de ti invitarnos a comer.
- Concuerdo contigo, Kurumi.
A mi lado estaban mis compañeras Kurumi y Fuki expresando su confusión como si algo malo fuese a suceder. Las comprendia totalmente, ni en un millón de años invitaría a alguien a tomar algo, mucho menos gastaría dinero por otra persona... Decirme eso me recordó cuando le compre las medicinas a Senpai el otro dia. Estaba empezando a cambiar y no sabia si era para bien, se sentía como un territorio inexplorado para mi.
- No es para tanto - Dije manteniedo a raya mi irritación - .Solo quise salir después de clases con ustedes, ¿esta mal?.
Kurumi se quedo mirando mi expresión, sin lucir una pizca de emoción por mis palabras dijo:
- ¿De todos los lugares teníamos que venir a este?.
Cafeteria Lycoreco, donde el café y la buena compañía son bienvenidos. Era lo que estaba grabado en un letrero cercano a la puerta. Como has podido ver, no se me ocurrio otro lugar mejor que este, bueno, mas bien, no conozco bien la ciudad, mi cuarto es mi lugar seguro.
- Vamos, Kurumi. Aquella vez me dejaste plantada.
- Dije que lo siento.
- Me siento ajena a esta conversación.
Pasado el rato entre risas y discusiones triviales, por no decir estúpidas, nuestra mesera por fin apareció. Imagine que estarían escasos de personal debido a que la profesora y Senpai trabajaban ahi también, el único que quedaba era el hombre de mediana edad que traía consigo un baston.
Menos mal que este lugar no era muy frecuentado por las primeras horas de la tarde, sino, sentiría lastima por ese señor.
- Ah, pero si es la chica de la otra vez - Sonrio aquel hombre emanando amabilidad con cada una de sus palabras. Las chicas voltearon a verme -. Me alegra que hayas regresado con amigas.
- Mucgas graquias.
En ese momento me mordí la lengua. Recorde el incidente con Majima donde me dijo en voz clara y audible: Cuñada. Temia que el lo recordara y sacara el tema, Kurumi y Fuki podrían burlarse de mi de la peor manera òsible.
Ante mi nerviosismo latente el hombre entendio mi situación y nos tendio el menu sin quitar esa pequeña y agradable sonrisa de su moreno rostro.
- Pidan lo que gusten, estare detrás de la barra.
Esas palabras fueron suficientes para devolverme la calma. Solte un suspiro a lo que Fuki hablo.
- Este lugar es agradable después de todo - Ella, por primera vez en mi vida, la vi sonreir. Con ese acontecimiento imagine que algo malo se acercaba.
- Yo quiero este.
Se pasaron las horas y nosotras nos despedimos al salir del local luciendo una sonrisa satisfactoria. El azúcar era la clave para hacer felices a las personas, ahora lo sabia.
- Tal vez invite a Senpai a comer algo algún dia.
Mientras las veía marcharse yo me quede en la puerta de la cafetería. Dudosa de si irme o no. Por la hora ya estaban recogiendo y cerrando el establecimiento, lo que hiso pensar, ¿en serio estuvimos tanto tiempo?.
Detrás de mi pude sentir como alguien se me acerco sigilosamente. Me di vuelta apenas escuche gritar cerca de mi oído "¡Viniste!.
Aturdida por la sorpresa me cubri mi oído y respondi casi en un chillido:
- ¡Estas loca!.
La persona que estaba detrás de mi no era otra que Senpai, luciendo su uniforme muy al estilo japonés ella me saludo con una amplia sonrisa.
- ¿Ya te vas? , espera que me cambie para irnos juntas.
- ¿Eh?, no hace falta - Sin escucharme se adentro al lugar para recoger sus cosas casi corriendo - .Vives al otro lado de mi casa, no tiene sentido que me acompañes.
- ¡Para mi tiene mucho sentido! - Llegando entre jadeos apareció nuevamente, esta vez con el unifome de la escuela. Me sorprendi por lo rápida que era, por fuera se veía rellena , pero tenia una gran resistencia. Me preguntaba como le iria en las clases de educación física.
- Takina, ¿estas bien?, te quedaste mirando el cielo un rato - Pasando su mano cerca de mi rostro ella me saco de mis pensamientos, la mire y se notaba preocupada.
- No es nada, vámonos.
Mientras caminábamos recordé la primera vez que regrese con Senpai, en ese entonces estaba muy molesta con que ella me acompañara, pero viéndome actualmente no me sentía tan incomoda al respecto.
- Entonces.. - Ella empezó luego de un rato de silencio - .¿ Estas segura de meterte en esto?.
Por su expresión rigida pude notar que no iba a dar mas detalles. Yo asentí aun bajo el silencio. Ella bajo la mirada y murmuro.
- ...Ya veo.
- No tienes que preocuparte. Se defenderme bien-
- ¡La cosa no es de si te defiendes bien o no! - Grito con todas sus fuerzas mientras cerraba sus ojos y apretaba sus puños con fuerza. Me comi todas mis palabras y la mire expectante -.¡ Mi preocupación es que...¿ y-y si te lastimas?.
Mi mente quedo en blanco luego de eso. Asi que ella estaba preocupada por mi asi como yo de ella.
- Senpai - La tome de los hombros y le obligue a que me mirara, estaba decidida -. No tienes que ponerte asi - Con esas palabras ella me miro a la cara con sus ojos cristalinos y al verla en ese estado grite -. ¡No dejare que algo me pase, soy conciente de que esta no es mi pelea, pero hago esto por ti, para no verte en mal estado otra vez!.
- ...¿ Takina..p-por que?.
-...Porque... somos amigas y supongo que las amigas se cuidan unas a otras.
No dijo nada, sus lagrimas empezaron a salir sin su permiso, ella sin saber que hacer o como actuar me abrazo con mucha fuerza, no supe que hacer, por lo que le di unas pequeñas palmadas en la espalda.
- Ya, ya. Majima es un idiota por hacerte preocupar de esa foma.
- Si...
Nos quedamos asi un tiempo, siendo vistas por las personas como una pareja de escandalosas, pero eso ya no importaba.
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Mis dias contigo
Kısa HikayeEl dia a dia entre una senpai y su Kouhai. desde lo màs normal hasta fuertes peleas contra rufianes. Secretos, celos y ¿sentimientos confusos?. "Todo se volviò confuso con su llegada a mi vida"