Capítulo veinticinco.
Narrador omnisciente.
«Para que acabe la guerra, debes recuperar tus recuerdos.
Sus claros ojos Petrov se deslizaron sobre el cuerpo tendido sobre la nieve frente a ellos, ese que ahora no tiene un corazón latiente, un alma, una vida. Tembló de pies a cabeza aún allí, esperando que quizá despertara del profundo sueño en el que estaba metida y le ayudara a todos a acabar con la guerra, a defenderse, a salvar a Hera. Pero ahora solo era un saco de carne y huesos, un cálido cuerpo que se ha vuelto frío.
Echo...
Echo, de sus mejores amigas, la persona más leal que conoció sobre la tierra, una Bruja del Norte dispuesta a dar la vida por las personas que amaba.
Echo acababa de dar la vida por su rey, su reina y su princesa.
Logró moverse con más facilidad una vez aceptó que su amiga había muerto por un bien común, uno necesario, y no dejaría que ese sacrificio haya sido completamente en vano. Se colocó recto, enderezando la espalda y mirando el frío cuerpo de la bruja, él dijo:
—Gracias por todo, Echo. Te mereces la paz. —Tragó en seco el nudo en su garganta, evitando que estorbara al finalizar su frase—. Cuidaremos de Hades. Te lo prometo.
—No sé qué diablos haces, pero tenemos que irnos ya. Se han dispersado y vienen hacia acá —alertó Zeth, tomando del brazo a Haylee para comenzar a moverla—. El estúpido plan de la bruja falló. Necesito buscar a mi mujer.
El hombre de blancos cabellos giró sobre sus pies para mirar al horizonte, observando cómo el ejército de gente de Pasado, Presente y Futuro unidos en contra de un reinado, en contra de la falta de un Petrov en el trono, legítimos reyes, sangre real verdadera. Él analizó la situación y conectó todos los puntos que debía para llegar a una conclusión.
La gente de Futuro estaba luchando porque ya no tenían en qué creer.
Pasado y Presente estaban comprados.
Y los enemigos de Hera le habían declarado la guerra contra su propia gente.
Lady Tiara y Lord Floros tenían poder sobre Futuro porque este se había doblegado ante ellos. No había nadie con una corona que diera órdenes sin ser una persona grosera, alguien que repartiera inspiración, paz y sabiduría, amor entre sus súbditos o llevara a cabo las reglas del lugar como merecen ser llevadas. Y sin nadie en quién confíar, nadie en quién creer, Futuro se dejaba llevar por el mejor postor.
Hera había cometido el error de ser tan cruel al regresar a su trono. Y Zeth era un idiota como regente.
Pero él ya tenía un plan.
Y era hora de ponerlo en marcha.
El hombre aseguró cada arma en su cinturón sin quitar la vista del ejército en movimiento, ese que en cualquier momento los alcanzaría si no se movían ya mismo. Vió los reflejos de los cabellos blancos, grises, un plateado tan poderoso, todas esas personas pertenecientes a Futuro luchando del lado que siempre ha sido su enemigo, luchando contra su reina, contra su propio pueblo. Y solo hubo algo que pudo decir para creerse lo que estaba sucediendo.
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Mayor Verdad © [TERMINADA]
FantasySegundo libro de una bilogía [Bilogía Contradicciones]. Una reina, una asesina a sueldo y una mujer furiosa. Hera Zabat. Era hora de que la asesina a sueldo lama sus heridas dentro del castillo de Arce, donde la familia real ya no existía. Pero lo...