|1|

1K 74 53
                                    

Capítulo uno.

||Dedicación: its_viviaaann||

||Dedicación: its_viviaaann||

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narrador desconocido.

Pasado.

   La oscuridad se volvía luz de luna a medida que corría en medio del bosque nevado, manchado en sangre y semidesnudo.

Dónde, dónde, dónde.

   Mis pies desnudos se movían con rapidez por la fría nieve. No sentía mis manos, y a puras penas sentía mis piernas. Tenía temblores por cada parte de mi cuerpo, demostrando que el clima no era el adecuado para correr descalzo manchado en sangre, con la camiseta y los pantalones rotos. Mi cabello, ese que rozaba mis hombros, relampagueaba con el viento, lo sentía, ese que daba directamente en mi rostro. Mis ojos no distinguían el final del bosque, no cuando todo era tan blanco que podía quedarme ciego.

   Mi corazón latía con tal prisa que creí que se saldría de mi caja torácica. Hasta que en un momento tuve que detenerme porque el aire faltaba en mis pulmones. Resbalé en la nieve al sostenerme de un árbol para detenerme, abrazándolo, aferrándome a él como si ponerme de pie solo no fuese posible. Y descubrí que no lo era cuando, pestañeando lentamente, deshice mi fuerte agarre del tronco y caí de trasero al suelo, dejando mi cuerpo tendido completamente en el frío del lugar. Inhalé tranquilamente, reteniendo ese aire en mis pulmones por un par de segundos, dándome cuenta que era lo que necesitaba para relajarme.

Respira, respira, respira.

   Abrí los ojos completamente, dejando de lado el pestañear lento y analizando mi entorno, comenzando por el cielo, estrellado, con la luna sobre mi cabeza y sin intenciones de hacerse de día pronto.

¿Dónde, dónde, dónde?

La pregunta recorría mi mente, logrando un terrible dolor de cabeza.

¿Dónde...?

¿Dónde estoy?

   Las ramas sonaron a un par de metros, lo que logró que todos mis sentidos se activaran con lentitud y me colocara alerta. Pero no pude ponerme de pie lo suficientemente rápido como para evitar chocarme con aquél pequeño cuerpo. El impulso de su masa muscular chocando con mi frente me hizo caer de trasero nuevamente, pero esta vez golpeando mi cabeza contra el árbol detrás de mí. Solté un quejido de dolor junto a la persona, quién cayó de cara en seco a la nieve. Una sensación bastante fuerte, lo que yo supuse podría ser preocupación, me abordó el pecho, llevándome una mano a la cabeza y la otra al suelo para impulsarme y levantarme a ayudar.

—¿Estás bien? —pregunté en un hilo de voz, aterrado por si respondía o atacaba.

   Su cabello blanco cenizo largo se había desplazado hasta su rostro, cubriéndolo, pero no por mucho tiempo. Intenté arrodillarme ante ella para ver si estaba bien, pero se puso de pie con rapidez inhumana, incluso sin tomarse el tiempo de mover el cabello de su rostro. Extendió sus manos a mí, empujándome e indicándome que no me acercara a ella. Parecía tan asustada...

Mayor Verdad © [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora