- Hace mucho que no hago esto, es extraño - dice mientras yo le ayudo a tomar sus medidas.
- Es un nuevo comienzo - beso su mejilla.
- Si lo es - sonríe.
Entonces seguimos en lo nuestro con algunos juegos y risas hasta que el teléfono de la casa empieza a sonar.
- Dame unos minutos tengo que contestar - Donna se pone más pálida de lo que ya es y sale de la habitación para ir en dirección de la sala. Voy detrás de ella - No hagas ruido - me indica antes de cojer el teléfono para contestar - Madre que sorpresa que llama tan temprano.
Pego el oído al teléfono para escuchar la conversación completa.
- Hija mía,¿querida hay algo malo en hacerlo?. Solo quiero saber de ti.
¿Cómo se atreve a llamarla hija después de meterla en el mismo saco de basura en el que nos metió a mí y al resto de sus hermanos?. Que hipócrita.
Aún con sus falsas palabras los ojos de Donna se iluminan de alegría - Te lo agradezco madre, yo estoy bien. Mejor que nunca gracias a tu llamada.
No puedo evitar mirarla con desaprobación.
- Quería comentarte algo más, ayer se me escapó una rata de laboratorio. Sabes a lo que me refiero ¿no es así?.
- Si por supuesto, un recipiente ¿cierto?. No te preocupes madre te ayudaré a encontrarlo.
- Te lo agradezco querida, de entre todos mis hijos tú eres la más inteligente.
- Es bueno saberlo madre.
- Iré a verte más tarde, que estés bien, hasta luego.
- Gracias madre, hasta luego.
La llamada termina.
Me sorprende como Miranda cambia el tono de su voz cuando habla con Donna, es tan suave y hasta amigable, cualquiera podría pensar que es una madre cariñosa, pero claro que no. Es todo lo contrario, es una manipuladora total.
Hace pensar a los demás que les dará lo que quieren para después ella salirse con la suya, eso es lo que hace todo el tiempo con todos aquí, tanto con el pueblo y los gerarcas. ¿Cómo es posible que caigan en su juego?.
Quisiera que al menos Donna logre abrir los ojos.
- ¿Vas a entregarme? - digo sarcástica.
- Claro que no, ya es momento de buscarte un buen escondite, cómo escuchaste madre vendrá pronto.
- Meteme en una bolsa de basura quizá ahí no busque.
- Todo va a estar bien Ilia - toma mis manos.
- Bien Donna confiaré en ti. No me decepciones.
Juntó con ella buscamos el lugar más adecuado para mí, pero ninguno me convencía de el todo, pues si no era el ático era el sótano. Ambos son horribles, tienen tanto polvo y algunos restos de terroríficas muñecas abandonadas.
- Debe haber un lugar mejor allá afuera - digo mirando la ventana.
- Aún estás pensando en irte...
- No puedo negarlo - Donna me mira con tristeza - Me haces sentir culpable si me pones esos ojos.
- Tú naturaleza es ser libre, incluso tú mutación lo dice... mira esas alas, es obvio que son para escapar si así lo deseas.
- Admito que lo haré, pero no sera sin ti - beso su frente - Donna piénsalo aún estamos a tiempo - digo sobre sus labios intentando convencerla de nuevo - ¿Que crees que pasará cuando ella consiga lo que quiere?.
- No lo sé...
- Se irá, te abandonará...no le importará dejarte sola o si te lástimas - acaricio sus manos - Yo se que no puedes regenerarte cómo tus hermanos, sigues sintiendo una humana. Tú necesitas protección más que nadie.
- ¿Por eso te quedarás conmigo?.
- Así será si tú lo quieres...
Donna se apresura a besarme con delicadeza antes de que yo lo hiciera primero. Ella tiene un sabor dulce, fue un beso largo y suave, cuando se retiró, acarició mis labios con sus finos dedos.
Eso es un claro sí como respuesta.
Al final se decidió que sería en el ático, por lo que pasamos gran parte de el día moviendo y organizando las cosas para tener un espacio más amplio al momento en que yo tenga que esconderme. Además tiene una ventana me servirá para escapar si es necesario.
- Recuerda que no pasarás todo el tiempo aquí, tú lugar es conmigo en nuestra habitación - Donna vuelve a explicar.
- Lo se preciosa, no me gustará más que nuestra habitación - rodeo sus hombros.
El ático ahora luce como una habitación simple, pero algunas cajas y tiliches aún se conservan de el otro extremo.
- ¿Crees que llegará en este momento? - pregunto a Donna.
- No lo sé, madre es impredecible al momento de hacer visitas.
Justo en ese momento suena el timbre. Donna y yo nos miramos de inmediato.
Es ahora...
Entonces me recuesto sobre la cama y veo a Donna alejarse para bajar y cerrar la puerta.
Tengo tanta curiosidad de como sera este encuentro de Donna con Miranda. Quizás la matriarca sospeché de Donna y quiera manipularla hasta sacarle información.
No, que no claro, debo confiar en Donna.
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Orquídea
FanfictionDonna Benneviento Advertencia: Historia no apta para todo público, contiene escenas +18