Capitulo 25

365 45 2
                                        

Mi suerte no puede ser aún más mala pues Miranda al traer la evidencia de mi presencia en la montaña han decidido dejar de lado los proyectos de Moreau para analizar la flor que contiene mi adn.

- Esta flor sigue viva incluso estando arranca - comenta Heisenberg muy atento - ¿Quién la a cortado?.

- Tú adorada hermana Alcina - responde Miranda con sierto sarcasmo mientras desprende un pétalo de la flor - Pero eso no es lo importante. Esta escoria es capaz de dar vida, ¿se han dado cuenta?.

- ¿Que tipo de creatura sería capaz de hacerlo?.

- Tenía este aspecto - Miranda muestra un boceto de mí apariencia.

- ¿Un hadita?, capturarla será muy fácil.

- Se inteligente Heisenberg, no te dejes llevar por ese lindo aspecto adorable.

- Aún así no parece ser muy inteligente.

¿Quién se cree al hablar de inteligencia cuando claramente carece de ella?, menudo tarado.

- Donna - la llama Miranda mientras ella simplemente se mantiene completamente en silencio.

- Te escucho madre - responde Angie.

- Tú sabes de flores, extrae la escensia de esta flor y dime qué es lo que contiene, lo dejo todo en tus manos.

- Cuenta conmigo madre - Angie camina a los abrazos de Donna dando saltos.

Puedo percibir una leve sonrisa de malicia en la comisura de Miranda pues ella sabe muy bien lo que hace al darle ese encargo a Donna.

Obcervo a Donna atentamente, pero no soy capaz de distinguir su expresión bajo ese velo de negro intenso.

- Ayudame - dice Donna en lo muy bajo para que solo yo que estoy a unos centímetros detrás de ella pueda escuchar.

Entonces me aparto de ella colocandome en frente, y en un ágil movimiento arrebato la flor de las manos de Miranda.

Después tomo a Donna y salgo volando disparada de la vivienda de Moreau dejando un agujero en el techo.

- ¿Cuánto tiempo más piensas enconderte Ilia? - pregunta Donna una vez que aterrizamos lejos de la presa.

- ¿Que más quieres que haga Donna?, no puedo volver a entregarme para que Miranda juegue y haga lo que le plasca conmigo.

- Pero tienes poderes, ¿Que no puedes enfrentarla?.

- Enfrentarla pero escapar sí.

- Si lo haces así, ella no va a dejar de buscarte, donde quiera que estés. No tienes idea de todo lo que es capaz de hacer.

- Yo se que sería capaz de hacer.

- Esto es grave Iliana, ella ahora conoce tus grandes habilidades de curación. No va a detenerse hasta encontrarte.

- ¿Pero al final que pasará si lo ya enfrento?.

Donna se acerca y toma mis manos brillantes.

- Eso solo puedes saberlo tú, ¿cuál es tú poder?, ¿cuanta es tú fuerza?, ¿que eres capaz de hacer por nosotras?.

Suelto las manos de Donna para descubrir su rostro perfecto, su piel es tan blanca y suave como la porcelana con esa mirada oscura tan tierna que tanto la caracteriza.

- No existe un límite cuando se trata de ti.

Donna sonríe y me abraza aferrándose a mí.

- Confío en ti Ilia, en verdad soy muy débil alrededor de todos ellos. Tú me haces sentir segura.

Las palabras de Donna me hacen sentir comprometida, pues es sierto que ella no es inmortal ni tiene un poder tan extraordinario como los otros gerarcas, ellos son completamente unos monstruos deformes y atroses.

Rodeo su fina cintura con mis brazos.

- No te pasará nada mientras tú estés conmigo... quédate conmigo.

- Eso hare - Donna se separa un poco de el abrazo para verme a los ojos y juntar sus labios con los mismos lentamente hasta fundirlos en un cálido beso en medio de el frío bosque.

- Vamos a casa - la vuelvo a tomar en mis brazos.

Y una vez en la mansión seguimos descubriendo algo más de mis habilidades que podrían ser útiles para sobrevivir y defendernos a futuro.

Espero que todo valga la pena, siento que me mantendré fuerte mientras tenga a Donna conmigo, pues sin poder evitarlo ella a entrado en mi corazón sin que yo lo pidiera o lo quisiera, pero su encanto, ternura y belleza me sigue manteniendo a su merced.

Al verla tan feliz sin su cicatriz luce mucho más hermosa, pero no es por su rostro perfecto su no por esa sonrisa que refleja al verse al espejo.

Donna es como una flor que resalta de entre los escombros, una flor por la que vale la pena luchar para que siga resplandeciendo.

OrquídeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora