Capitulo 21

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No paro de besar a Donna en el cuello, clavícula, hombros y a la altura de sus pechos, pues su piel es tan suave y al contacto con mis labios se siente tan exquisita, es peligrosamente adictiva.

Y su aroma a flores es algo de ella que me atrapa aún más a su encanto.

Mi mano bajo su vestido juguetea con su prenda íntima, lo que parece desesperar a Donna.

Vuelvo a besar sus labios, sus deliciosos y suaves labios.

Me detengo unos segundos para admirar su rostro con esa tierna expresión excitada y respiración acelerada que choca con mi rostro.

Acaricio su frente, sus mejillas y sus labios enrojecidos por los intensos besos recientes.

Donna detiene mis caricias al tomarme la mano y dirigirla a sus pechos - No dejes de besarme...

- Desde luego que no lo haré - le respondo mentalmente mientras la miro con deseo.

Liberó sus pechos lentamente de su vestido y una vez logrado acaricio con la punta de mi dedo índice en medio de ellos, la piel de Donna reacciona erizandose al tacto.

Delicadamente rozo mi lengua en su pezón haciéndolo endurecer antes de meterlo por completo en mi boca y degustarme a placer.

Donna con ojos brillosos me mira pidiendo más, entonces muerdo ligeramente liberando un suspiro y vuelvo a bajar mi mano, está vez introduciendome en su delgada ropa interior.

Ella comienza a gemir mientras mis dedos se introducen poco a poco con caricias, resvalandose entre sus mojados labios y mi boca no deja de estimular sus pechos.

Presiono en su clítoris antes de penetrarla con dos dedos repetidas veces.

- ¡Ah! - gime y su cuerpo se contrae con cada embestida.

No puede resistir, yo siento que necesito más de ella.

Me detengo para darle la vuelta colocándola en cuatro. Termino desnudandola por completo para deleitarme con ese delgado y hermoso cuerpo con piel pálida y tan suave al contacto con mis manos que se posan traviesas en cada uno de sus glúteos.

Bajo mi rostro posicionandolo en el centro y lamo de arriba a abajo transando la línea de su zona erógena con mi lengua. De pronto siento como Donna se ayuda a sentirla más al menear su culo sensualmente en mi cara.

Doy una palmada arrancándole un pequeño grito de sorpresa.

La tomo de la cadera para terminar un hundiendo por completo mi rostro en su intimidad, mi lengua la penetra así continuando mi degustación desde su interior.

- ¡Ilea! - vuelve a gemir deleitando mis oídos con su tierna y delicada voz.

Esto me provoca tal excitación que mis movimientos de lengua se vuelven más rápidos, agresivos y desesperados, sintiendo las vibraciones de su cuerpo en mis mejillas siendo este el indicador de los espasmos a su orgasmo.

Entonces con ayuda de mi mano hago presión en su clítoris y estímulo de lado a lado asiendo que se escapara un débil grito de placer de mi adorada Donna.

Sus fluidos dulces son liberados en mi rostro, sobre todo en mi boca al momento de venirse.

Vuelvo a darle la vuelta y la arrastro conmigo hasta el borde de la cama, entonces vuelvo a bajar tomando una de sus piernas colocándola sobre mi hombro.

Donna al ver mis intenciones intenta apartarse pero le es imposible cuando la sujeto sus caderas con fuerza impidiendo su escape.

Continúo poseyendola a mi antojo.

Donna se aferra a mis cabellos, su cuerpo se contrae con fuerza y sus piernas tiemblan. La piel le brilla sudorosa mientras su mojada y jugosa feminidad es azotada con mi lengua sin parar, ejerciendo todo el control sobre su cuerpo. Donna tira de mis cabellos y aprieta para sentirme aún más, yo me mantengo deleitandome en su zona erógena complaciente, haciéndola perder la cordura al danzar dentro de ella.

Hasta que termina sucumbiendo ante mi lengua.

Agotada deja caer su espalda sobre la cama, con la respiración agitada aún incapaz de moderarla.

Subo para acompañarla, dándole un beso en la frente.

- Ileana - pronuncia entre suspiros - Tenemos que descubrir tus habilidades... antes de que madre Miranda lo haga primero.

- Estoy dispuesta a hacerlo - tomo su mano para besarla también.

- ¿Confías en mí?.

- Por supuesto que sí, como no podría hacerlo. Me tienes hipnotizada.

Me mira con esa linda sonrisa en su precioso rostro con expresión inocente.

¿Por fin estará dispuesta a revelarse contra Miranda?.

Yo espero que sí.


Hola nenas yo sé que me tarde demasiado en actualizar, merezco sus peores insultos.

Pero no sé preocupen no tengo intenciones de abandonar está historia con Donna, yo me comprometo a terminarla 🫡

OrquídeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora