—¡Sueltame! ¡Lo voy a matar por lo que hizo! —gritó Valhein, tratando de destruir la soga con la cual fue amarrado a la cama.
—No, ya te dije que no alcanzó a tocarme ni un pelo gracias a Paine. —respondió Aleister, sentándose en una silla frente a el contrario.
Tuvo que amarrar a su pareja para evitar el asesinato de Yorn, quien trató de dispararle una flecha cuando lo reconoció por completo. Entendió de inmediato su comportamiento agresivo, el rubio hizo todo lo posible para que no estuviera de cómplice en los actos de Natalya, pero él decidió ignorarlo, y reconoce que gracias a sus acciones, su hermana logró apoderarse del reino de Anthanor, ahora conocido como Valor.
Valhein se calmó un poco, quería hablar pacíficamente con el mago, no andar gritando como un salvaje.
—Aparte de eso... Me alegra que todos te comprendan ahora, tu idea de hablar sobre tu pasado los hizo confiar más. —reconoció el cazador, aunque no se mostraba tan entusiasmado por ese avance—, ¿Para qué quieres la ayuda de D'Arcy y Paine? ¿Tienes algún plan en mente?
—Si, es algo que aún no puedo revelar, todo será a au debido tiempo.
Aleister no podía gritar a los cuatro vientos que Zata aún vive, mucho menos repartir la noticia de que estaba buscando una solución al problema peludo que ahora tiene su amigo. Así como hizo con Valhein, le prometió que nunca haría nada para que esa información llegara a los oídos equivocados.
—Ya sueltame, quiero dormir.
El castaño se lo pensó un poco, hace unos pocos minutos estaba como una bestia enfurecida, ahora, su repentina calma parece mas fingida que real.
—No lo sé...
—¡Ay vamos! No creo que Yorn esté aquí, últimamente se va por semanas y nadie sabe en dónde podría estar metido. —reprochó el azabache.
—Bien, espero que no hagas ninguna locura, Valhein. —amenazó Aleister, para después, cortar la soga con su propia mano.
Aquel acto dejó asombrado al cazador, quien seguía analizando la mano del contrario, o al menos trataba de buscar una explicación a la magia que acababa de usar su pareja para cortar de forma tan limpia.
—Bueno, vamos a divertirnos.
Aleister se asustó cuando sintió que dos brazos lo rodeaban por la cintura, no fue tanto por sentirse en peligro, si no el repentino movimiento de Valhein para levantarlo y tirarlo a la cama en un segundo.
—Ni se te ocurra...
—Ay vamos, hace más de una semana que no hacemos nada. —suplicó el más alto a la vez que abría con cuidado las piernas del mago.
Aleister suspiró, en señal de darle permiso para cualquier cosa, pero eso no significaba que no diera quejas por lo que harían.
—Hasta Brunhilda sospecha de lo que somos, ¿no deberíamos tener más cuidado? —cuestionó el castaño, con dificultad en el corto momento que se libró de los besos salvajes de Valhein.
—Cariño, hablaré con ellos mañana, pero por ahora, olvidémonos de todo.
Aquellas palabras fueron las últimas que se escucharon en esa habitación hasta la mañana siguiente, el cazador no tenía intenciones de parar con sus planes para esa noche.
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El Destino (EN CORRECCIÓN)
RomanceEl reino de Valor quedó bajo un terrible mandato después de la derrota de Zata, el antiguo rey que mantenía la estabilidad en esa monarquía. La ambición por el control de Natalya la llevó a desatar la más horrible y sanguinaria batalla en toda la hi...