Aleister no recordaba muy bien el rostro de aquella mujer tan peculiar que se encontró en el mercado, pero sí sabía una cosa.
Tenía que volver a verla.
Tuvo un comportamiento tan gentil con él que fue imposible no quedar encantado, y no tenía palabras para su hermoso físico, pensaba que era algún angel caído del cielo.
Aleister se dedicó a buscarla en las siguientes semanas, y logró encontrarla, pero fue muy desagradable lo que vio.
Un hombre la estaba gritando por dejar caer la bolsa que ella llevaba, ni siquiera ese nefasto tipo era capaz de cargar con algo para ayudarla, todo lo estaba haciendo esa pobre chica.
Aleister no lo toleró y fue a defenderla, tal acto casi le cuesta la cabeza.
—¡Déjanos en paz! ¡Es mi esposa y yo la trato como se me da la gana! —fueron las únicas palabras que le escupió el hombre cuando terminó de escuchar su discurso de lo que estaba haciendo mal.
La mujer se conmovió por lo que el mago hizo, así que ella también decidió buscarlo. Pasaron demasiado tiempo sin verse, pero aún así, se reconocieron a la distancia, un día donde todo Anthanor estaba hecho un caos, gracias a la desaparición de un grupo muy grande de personas.
Aleister la protegió y cuidó mientras todo se calmaba, se tuvieron que quedar en la casa de él, nadie entraría a ese terreno y tampoco saldría vivo de ese bosque para contarlo.
—Tanto tiempo y ni siquiera sabemos nuestros nombres. —dijo ella, con aire de aburrimiento.
—Soy Aleister, hermano de Natalya.
La joven mujer se quedó helada después de esa revelación. Y a partir de esas palabras, empezó a encontrarle sentido a sus acciones hasta el momento, por ejemplo, aquel día que tuvo la valentía de defenderla delante de su marido, pudo haberlo matado con un simple movimiento de manos, ahora, su protección al inicio de una posible guerra a las afueras de ese bosque.
Teniendo todo claro, decidió presentarse por igual.
—Soy Angelique de León.
—¿Usas el apellido de ese patán?
—No, es el de mi familia, mi matrimonio fue arreglado desde que era una niña, yo estaba feliz y de acuerdo con eso en ese entonces, porque me aseguraron que mi vida sería como el de una princesa, pero ahora veo que no... Jamás dejaría en claro que soy la mujer de ese asqueroso. —explicó ella, con tristeza, recordar en voz alta lo desastrosa que es su vida no es fácil—, él sólo me ve como una cosa para exhibir en eventos importantes, o para sacar su estrés por las noches, incluso cuando no quiero, me obliga, o se va con otra hasta el dia siguiente.
Aleister escuchaba todo en silencio, mientras se tomaba el atrevimiento de apretar su delicada mano en señal de apoyo.
—Al principio, todo era felicidad y armonía, como una pareja normal, luego, empezó a cambiar desde que tuvo su primer amante. —sus expresiones faciales empezaron a variar, demostrando una gran ira—, mis padres han querido separarme de él, pero amenazó con destruir a todo aquel que llevara nuestra sangre, no quiero que eso pase, así que seguiré soportandolo por el resto de años que me queden de vida.
El castaño la soltó, se levantó, y le advirtió algo muy importante.
—Angelique, no sé cuando pueda pasar, pero algún día le cortare la garganta a ese animal, si lo vuelvo a ver... Te juro que nada ni nadie podrá detenerme.
La joven supo que sus palabras iban en serio. Su marido puede venir de la familia más poderosa de todo el mundo, sin embargo, sabiendo con la magia que cargaba el hombre que estaba frente suyo, no podría hacer nada para evitar su muerte, al contrario, Aleister podría liberarla de esa pesadillesca vida que lleva.
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El Destino (EN CORRECCIÓN)
RomanceEl reino de Valor quedó bajo un terrible mandato después de la derrota de Zata, el antiguo rey que mantenía la estabilidad en esa monarquía. La ambición por el control de Natalya la llevó a desatar la más horrible y sanguinaria batalla en toda la hi...