Ginny subió a todo correr al dormitorio de las chicas, con Hermione detrás, para buscar algunos abrigos, guantes y bufandas para el frio. Se volvieron a encontrar con Harry y Ron en la sala común, el primero ya cargaba con la capa y el mapa del merodeador, aunque ninguno de los dos llevaba ropa apta para el clima.
--¡Tampoco hace tanto frio!-- le quitó importancia Ron.
Salieron por la abertura del retrato y se apresuraron a cubrirse con la capa; Ron había crecido tanto que ahora tenía que encorvarse para que no le asomaran los pies por debajo. Bajaron despacio y con cuidado las diferentes escaleras, y se detenían de vez en cuando para comprobar, con ayuda del mapa, si Filch o la Señora Norris andaban cerca. Tuvieron suerte: no vieron a nadie más que a Nick Casi Decapitado, que se paseaba flotando y tarareando distraídamente "A Weasley vamos a coronar".
Cruzaron el vestíbulo con sigilo y salieron a los silenciosos y nevados jardines. A Ginny le dio un vuelco el corazón cuando vio unos pequeños rectángulos dorados de luz y el humo que salía en espirales por la chimenea de la cabaña de Hagrid. Echó a andar hacia allí a buen paso, y los otros tres la siguieron dando traspiés. Bajaron emocionados por la ladera, donde la capa de nieve cada vez era más gruesa, y por fin llegaron frente a la puerta de madera de la cabaña. Ginny levantó el puño y llamó tres veces, e inmediatamente se oyeron los ladridos de un perro.
--¡Somos nosotros, Hagrid!-- susurró Ginny emocionada, por la cerradura.
--¡Debí imaginármelo!-- respondió una áspera voz. Los cuatro chicos se miraron sonrientes debajo de la capa invisible; la voz de Hagrid denotaba alegría --Sólo hace tres segundos que he llegado a casa... Aparta, Fang, ¡quita de en medio, chucho!-- Se oyó cómo descorría el cerrojo, la puerta se abrió con un chirrido y la cabeza de Hagrid apareció en el resquicio. Hermione no pudo contener un grito.
--¡Hermione!-- susurró Ginny, aunque también estaba sorprendida y preocupada.
--¡Por las barbas de Merlín, no chilles!-- se apresuró a decir Hagrid, alarmado, mientras observaba por encima de las cabezas de los chicos --Llevan la capa de James, ¿no? ¡Vamos, entren, entren!--
--¡Lo siento! ¡Lo siento, perdón!-- se disculpó Hermione mientras los cuatro entraban apretujándose en la cabaña y se quitaban la capa para que Hagrid pudiera verlos --Es que... ¡Oh, Hagrid!--
--¡No es nada, no es nada!-- exclamó él rápidamente. Cerró la puerta y corrió todas las cortinas, pero Hermione seguía mirándolo horrorizada.
Hagrid tenía sangre coagulada en el enmarañado pelo, y su ojo izquierdo había quedado reducido a un hinchado surco en medio de un enorme cardenal de color negro y morado. Tenía diversos cortes en la cara y en las manos, algunos de los cuales todavía sangraban, y se movía con cautela, lo que hizo sospechar a Ginny que Hagrid tenía alguna costilla rota. Era evidente que acababa de llegar a casa. Había una gruesa capa negra de viaje colgada en el respaldo de una silla, y una mochila donde habrían cabido varios niños pequeños apoyada en la pared, junto a la puerta. Hagrid, que medía dos veces lo que mide un hombre normal, fue cojeando hasta la chimenea y colocó una tetera de cobre sobre el fuego.
--¿Qué te pasó?-- le preguntó Ginny mientras Fang danzaba alrededor de los chicos intentando lamerles la cara.
--Ya se los he dicho, nada-- contestó Hagrid con firmeza --¿Quieren una taza de té?--
--¡¿Qué no te ha pasado nada?! ¡Eso parece muy poco!-- soltó Harry sarcástico.
--¡Si estás hecho polvo!-- espetó Ron.
--Les digo que estoy bien-- insistió Hagrid enderezándose y volviéndose para mirarlos sonriente, pero sin poder disimular una mueca de dolor --¡Vaya, cuánto me alegro de volver a verlos a los cuatro! ¿Han pasado un buen verano?--
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Nuevo Comienzo (5 Libro) (Hinny)
FanficUna nueva historia. Lean el anuncio que deje al principio y solo disfrute