Pero noto la forma en que lo mira y me hace preguntármelo de nuevo, ¿algún día llegaría a tener algo tan siquiera la mitad de bueno..?Él me hace pensar que sí.
Porque sí, su mirada sobre la mía expresa tantas cosas a la vez, que me abruma.
Tanto, que si te fijas bien, tal vez, y sólo tal vez... a sus ojos, también soy su razón de ser tal y cómo él, con su mirada dulce y extraña personalidad, se ha convertido ahora en la mía.