-Prólogo-

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Pero noto la forma en que lo mira y me hace preguntármelo de nuevo, ¿algún día llegaría a tener algo tan siquiera la mitad de bueno..?

Él me hace pensar que sí.

Porque sí, su mirada sobre la mía expresa tantas cosas a la vez, que me abruma.

Tanto, que si te fijas bien, tal vez, y sólo tal vez... a sus ojos, también soy su razón de ser tal y cómo él, con su mirada dulce y extraña personalidad, se ha convertido ahora en la mía.

Café con motas de vainilla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora