Capítulo 26. - Donde alguna vez hubo un nosotros.

17 2 3
                                    


| 3 MESES DESPUÉS DE LA PROPUESTA | Oliver:

Siento algo húmedo contra mi brazo al removerme, frunzo el ceño.

— ¿Vinnie..? —susurro, sintiendo el sueño esfumarse.

— Hey, perdón... perdón por despertarte.

— No hay problema, ¿estás bien?, te escuchas extraño y... tengo mucho sueño. —balbuceo, volteándome en su dirección para intentar ver su rostro, pero él no me permite.

— Desde hace unos días que estás actuando demasiado extraño, Vinnie. ¿Podrías decirme qué sucede?, no sirve de nada hacerme creer que estás bien si no es así, soy tu pareja, se supone que para eso estoy, para apoyarte, no para que continúes reteniendote, tonto. —hago un leve regaño, preocupado. 

No mentía al decir que Vinnie había estado actuando por completo extraño los últimos meses, sabía de la boda de Lucas y Jack, algo sobre de que debía ir y por ello ayudaba a Lucas con algunos preparativos, pero luego de eso no había sucedido nada fuera de lo normal. Y aun así Vinnie se mantenía hecho un completo desastre; no estaba descansando en lo absoluto, estaba más distraído de lo común y no salía demasiado de casa, y ni hablar de su aspecto que comenzaba a lucir cada vez más descuidado. 

— Lo siento, yo... no amanecí con muchos ánimos hoy. 

— ¿Es por Lucas? —él tarda, pero asiente lentamente— ¿por la boda con Jack..? —él vuelve a asentir y no digo nada, suspirando con pesadez al sentir las ya repetitivas y conocidas inseguridades asomarse a mi cabeza. Apenas me acababa de despertar como para manejar esto, entonces solo... pienso. 

—¿No era en estos días?, la boda, digo. —murmuro.

— Es hoy. —masculla y el rompecabezas comienza a unirse en mi cabeza.

—Si la boda es hoy, ¿por qué no estamos arreglándonos para ir? —pregunto en lo que tanteo mi alrededor en busca de mi celular. Veo la hora, y... eran las 12 del mediodía, ¿qué?

—Porque no vamos a ir. ¿Puedes solo volver a dormirte?, estoy bien. —Vinnie se limita a apartarse y darme la espalda.

— ¿Ahora vas a comportarte cómo un malcriado conmigo?, genial. —bufo, levantándome.

— Oliver.

— Estoy cansado. De todo, y sobre todo de este drama adolescente como si aún fueran los mismos críos de 17. —mascullo, aún dándole la espalda.— ¿Haz visto a Lucas?, ¿siquiera te haz visto a ti mismo?, es decir, no sé por qué sigues conmigo teniéndolo a él cuando es más que claro que no eres feliz estando conmigo. —alzo la voz al finalmente darle la cara, sintiendo el enojo acumulado fluir libremente.

— Solo quiero que vuelvas a la cama, solo eso. —Vinnie se incorpora en mi dirección con intenciones de abrazarme y yo retrocedo, sin embargo él me alcanza.— prometo mejorar, te amo y lo... lo siento, ¿vale?. Lo siento por a veces no darte tu lugar y no demostrarte realmente lo que digo sentir, lo siento.

—Mentiroso. —digo sin ánimos para apartarlo. Últimamente no tenía ningún tipo de ánimo para nada.

—¿"Mentiroso"?, ¿cómo que mentiroso? —Vinnie bufa, apartándose confuso.

—Es la verdad, y lo sabes. Yo lo sé, tú lo sabes, todos. Todos lo hacen, pero al parecer ambos son lo suficientemente idiotas para hacer de cuenta que no.

— ¿Saber el qué, Oliver? —tenso la mandíbula. 

— ¿No lo entiendes? —tenso la mandíbula.— No es a mí a quien amas, Hacker. Soy consciente de lo mucho que me quieres, pero no me amas, lo amas a él, a Lucas. 

—Quizás... quizás no lo he superado por completo, y... bueno, la noticia no me es agradable del todo, pero Lucas, él... está feliz, es lo que importa. —niego, cruzándome de brazos.

— Deberías hablar con él antes de que sea tarde, Vinnie. De una u otra forma, él te necesita y tú a él, sobre todo en un día tan importante como hoy, solo... piénsalo. 

...

— ¿Ya puedo ver cómo te luce el traje? —pregunto entre leves toques a la puerta del baño, pues luego de lograr convencer a Vinnie, por fin estaba arreglándose. O al menos eso debía de estar haciendo, llevaba un buen rato encerrado con seguro y yo ya estaba listo. Sin embargo, sonrío cuando la puerta cede, dejándome ver a un Vinnie por completo distinto al descuidado de las últimas semanas. 

El leve rastro de barba en su mandíbula ya no estaba, su cabello rubio perfectamente peinado hacia atrás, junto a el esmoquin que había escogido, es decir... wow. 

— No quiero, no quiero ir. —su voz insegura distrae mis pensamientos y me acerco a él, acariciando su mejilla. 

— ¿Que tal si le pasa lo mismo y no sabe que hacer, Vi? —pregunto, acomodando su corbata.— ¿Te espero abajo? —pregunto a manera de saber su decisión final, y aunque duda, asiente finalmente. Y estando ambos listos un par de minutos después, tomamos camino a la comprometedora boda de Lucas y Jack. 

Boda que tenía el presentimiento, sería un desastre. 




Café con motas de vainilla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora