Capítulo 30. - Donde alguna vez hubo un nosotros.

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Oliver: 

— Queridos amigos aquí presentes, nos hemos reunido hoy para unir a estos hombres en sagrado matrimonio. —empieza el Cura la ceremonia y todos callamos, atentos.

— Jackson White, ¿recibe usted a este hombre para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

— Sí quiero. —responde el nombrado sin duda alguna en su respuesta y yo sonrío levemente por ello.

— Repita después de mí...

— Yo, Jackson White, te recibo a ti, Lucas Jhonson para ser mi esposo, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe. —repite Jack con exactitud las palabras que le indica el padre, quien procede a voltearse hacia Chris, que entre una tierna sonrisa de bebe le tiende la almohadilla con los respectivos anillos, el padre le devuelve la sonrisa antes de tomar esta y volverse hacia Jack, quien toma una de las alianzas.

— Por favor, una vez más, repita después de mí...

— Yo te coloco esta alianza como señal y promesa de nuestro amor constante y fidelidad duradera. —dice con perfección Jack una vez más, mientras desliza el anillo en el dedo de Lucas.

— Lucas Johnson, ¿recibe usted a este hombre para ser su esposo, para vivir juntos en sagrado matrimonio, para amarlo, honrarlo, consolarlo y cuidarlo, en salud y en enfermedad, guardándole fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas? —el padre mira a Lucas en busca de una respuesta que tarda en llegar, desvío la mirada hacia Lucas, quien solo se mantiene intercalando la mirada entre los ojos de Jack.

— Yo... —su voz se apaga levemente y noto a Jack fruncir ligeramente el ceño, confuso. Lucas duda y yo siento un leve apretón en mi mano entrelazada con la de Vinnie, quien toma esta con mas fuerza de la necesaria, mirando a Luca con frustración.

— Por que tarda tanto en responder? —masculla Vinnie con cierto aire irritado, al parecer tenso ante la expectativa de la respuesta de Lucas, yo no respondo. 

— Sí. Sí quiero. —murmura Lucas entre una pequeña sonrisa, su mirada sin apartarse de Jack en ningún momento.

— Repita después de mí...

— Yo, Lucas Johnson, te recibo a ti, Jackson White, para ser mi esposo, para tenerte y protegerte de hoy en adelante, para bien y para mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe. —dice por igual Lucas, procediendo a tomar la alianza restante. Chris sale corriendo apenas le devuelven la almohadilla de terciopelo.

— Por favor, una vez más, repita después de mí...

— Yo te coloco esta alianza como señal y promesa de nuestro amor constante y fidelidad duradera.   —Jackson toma la mano de Lucas cuando termina de hablar, entrelazándolas entre un gesto cariñoso, Lucas se limita a sonreír forzosamente. Parecía... no parecía estar realmente presente en la ceremonia, ¿en qué pensaba?

— Quien se opongo a esta unión... —miro a Vinnie de reojo tragar grueso, y al seguir su mirada me encuentro con Lucas y el regalándose una mirada de pocos segundos, pues ambos la apartan a la vez. Yo bufo, soltando mi agarre en la mano de Vinnie.

— Ve con el, Vincent. —es lo único que digo, evitando su mirada confusa sobre mi al apartar la mirada.

— ... Que hable ahora o calle para siempre. —el padre calla, una vez más en espera de una respuesta y yo no noto a Vinnie con intenciones de hacer algo más. Tal vez él... ¿realmente escogería quedarse a mi lado? 

— En realidad, yo..!-

— Yo me opong..-

Lucas y Vinnie hablan a la vez y se interrumpen con torpeza para después soltar una carcajada, mirándose con esa complicidad propia de ellos desde que los conozco. 

— Tú no tienes voto aquí. —masculla Jackson y Lucas lo hala del brazo cuando al parecer tiene intenciones de bajar del altar entre cierto aire agresivo.

— De sus razones para no concluir el matrimonio. —incita el padre, la mirada de todos los presentes posándose sobre Vinnie, quien no duda en su respuesta.

— Porque amo al chico postrado frente al altar, y no, no hablo de Jackson. —se aproxima a este con lentitud. Jackson zafándose del agarre de Lucas.

— Jack. —advierte este último, a lo que Jackson lo fulmina con la mirada, haciendo bajar la cabeza y callar.

— Y él me ama a mí. —añade Vinnie, llamando la atención de Jack nuevamente. Y la de Lucas también, quien alza la mirada hacia Vinnie con ese brillo característico en ellos, por completo distinto al que tenía cuando se posaban sobre Jack. 

Y el momento se mantiene en ese ambiente íntimo de ambos, quienes se miran con dulzura antes de que Jackson le estampe un puñetazo a Vinnie en el rostro.

— Lo que dice es cierto, basta ya, Jackson. —se apresura a decir Lucas, Jack deteniéndose. 

— ¿Disculpa? —este mira a Lucas con indignación, quien traga grueso. 

— Es decir, sí te... amo. Y agradezco mucho tenerte en mi vida, Jack, eres una persona muy linda. Pero yo... no es, no es lo mismo, ¿sabes? —balbucea— lamento llegar a decirlo a este punto de la historia, pero yo...-

Todos sueltan un jadeo sonoro cuando Jackson le estampa una cachetada a Lucas con la suficiente fuerza para que resuene sonoramente. Lucas lo mira incrédulo, y fijándome en los padres de Jack, lo miran por completo sorprendidos, al igual que... bueno, todos, a excepción de Vinnie que parece querer reventarlo a golpes o algo parecido.

Y esta a punto de hacerlo, pues se acerca a Jack, pero este lo empuja abruptamente cuando intenta ponerle una mano encima y simplemente se va.

— ¿Estás bien? —escucho a Vinnie preguntar antes de acercarse a Lucas y tomarlo del rostro con preocupación, acariciando su mejilla. Y aunque Lucas insiste en que está todo bien, él no lo deja en paz y acaban riéndose cual tontos enamorados, hasta que poco a poco sus rostros quedan a escasos centímetros y se besan con dulzura, con añoro.

Y es allí cuando termino por apartar la mirada, sintiendo mis ojos empañarse entre la agria sensación que me embarga. Escucho más risas tontas y las aniñadas voces de Lana y Chris, quienes celebran la escena con esa inocencia propia de ambos.

Aprieto los puños, tensando ligeramente la mandíbula cuando el sentimiento parece querer traspasarme. No haría una escena enfrente a todos, en lo absoluto, pero tampoco podía seguir allí, era... mi pecho dolía y sentía un molesto nudo en la garganta, más lágrimas acumulándose en mis ojos. Y obligándome a tomar una bocanada de aire, porque lo que sintiera en ese momento no importaba, finalmente les doy la espalda y comienzo a caminar, apartándome de él, de ellos.




Café con motas de vainilla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora