Capítulo 5. -Dónde alguna vez hubo un nosotros.

12 1 3
                                    


Oliver:

La velada con Vinnie fue simplemente maravillosa, ahora íbamos de camino a casa. Él es muy caballeroso, carismático, y...-

— Hey, yo... sé que dije que iríamos a mi casa, pero Lana llamó y dijo que no quiere estar más con Lucas, entonces tengo que... —señala Vinnie hacia la casa enfrente de nosotros, interrumpiendo el hilo de mis pensamientos.

Oh.

No importa, puedo irme a casa por mi cuenta, no te preocupes —le resto importancia al notarlo tenso, ambos bajamos del auto.

Mi mirada baja por un segundo hasta sus labios y cierta idea cruza por mi cabeza.

La aparto hacía de allí y nuestras miradas se cruzan y él sonríe, yo igual. Él se acerca unos pasos, lo suficiente para poder tomar mi cintura y, rodeándome de esta, me apega hacia él.

<< Esto es perfecto. >> o al menos eso es lo que quiero pensar.

Porque entre mi ensueño de sentir como el mundo se detiene a nuestro alrededor en ese pequeño instante... justo cuándo me acerco lo suficiente a su rostro hasta que nuestros labios rozan, escucho un silbido que llama la atención de ambos.

Volteo en dirección del sonido y lo primero que noto es la puerta principal de la casa abierta, a Chris aguantando una sonrisita, y a Lana por el contrario viéndome tan mal como de costumbre.

Pero hay alguien más detrás de ambos que aún sin haberlo visto nunca antes en mi vida, reconozco cómo Lucas.

Yo automáticamente me aparto de Vinnie, avergonzado al recordar en dónde estoy y lo que estuvo a punto de suceder, pero mi corazón aún late alocadamente.

Y... si, bueno. También pienso en lo mucho que acabo de arruinar con ese beso, pues la mirada de Lucas era mucho mejor que la de Lana... y ambas estaban sobre mí.

...

Rápidamente pasa de estar sobre mí a posarse sobre Vinnie.

— Luego cuándo te pregunto qué le sucede a nuestra hija, lo único que se te ocurre decir al respecto, es que: "está de mal humor". —Lucas se dirige hacia él con una tranquilidad extraña, que se limita a transmitir no más que respeto en toda su expresión.

¿Qué tenía toda la familia con ser tan intimidante?, daba escalofríos. Incluso los niños cuándo estaban enojados lo eran.

— ¿Entonces qué quieres que te diga?, si es la verdad. —masculla Vinnie, acercándose para tomar a los niños y subirlos al auto junto a sus cosas.

— La próxima vez al menos asegúrate de tener a los niño mínimo hasta el día siguiente. —azota la puerta con fuerza y yo alzo las cejas sorprendido por su actitud. Era la primera vez que lo veía tan a la defensiva.

— Tú no te vas a ir a ningún lado, Vincent Cole Hacker. —advierte Lucas y Vinnie se tensa notablemente, apartando por completo sus aparentes intenciones de subir al auto.

— Voy a decirlo una sola vez... —vuelve a advertir Lucas, amenazante. — No quiero ver a mi hija llorando de nuevo sin yo saber qué sucede, y que tú única respuesta sea que está de mal humor.

Vinnie está a punto de refutar, pero Lucas alza un dedo, haciendo entender que no ha terminado.

— No me interesa en lo absoluto con quien estés saliendo. —sé de antemano, que se refiere a mí. Pero él no me mira en ningún momento.— pero agradecería al menos que me mantuvieras informado, porque por si no lo sabes, a nuestra hija le está afectando en demasía todo este desastre del divorcio, y mi prioridad es ella, no tus salidas nocturnas. Estuvo toda la noche llorando por su papá, y ahora entiendo por qué, así que no te atrevas a decir que es mi culpa, Vincent.

Miro a Vinnie y noto cómo aprieta los puños, oh oh.

— Hubieras pensado mejor las consecuencias de lo que pasaría con nuestros hijos antes de acostarte con él, ¿no lo crees? —dice y noto cómo el rostro de Lucas cambia por completo a uno de perplejidad, de... dolor.

Y me confirma lo último cuándo sus ojos cristalizan, su ceño frunciéndose y abandonando por completo esa fachada de ser indestructible de hace tan solo unos segundos.

— Ya no sé qué quieres que haga o diga para enmendarlo, yo ni siquiera-... —se calla, y su mirada se dirige hacia mí, como si hubiera olvidado por completo mi presencia.

— No, ¿sabes una cosa?, a ti no te importa nada de lo que yo tenga para decir. —él toma una bocanada de aire— solo, no quiero a los niños involucrados, ¿entiendes eso? s-solo... eso. —su voz pierde fuerza y este tensa la mandíbula, callándose por completo. Y entiendo el por qué cuándo se nota cómo pequeñas lágrimas comienzan escapar de sus ojos a pesar de que su cabeza se mantiene gacha, pero este las limpia de su rostro con rapidez.

— Yo... lo siento por todo esto, y... por hacerte venir a esta hora, lamento si interrumpí algo importante. —esta vez habla con suavidad y no con dureza, cómo antes.

— Tengan buenas noches, y... avísame si algo sucede con los niños. —mira a Vinnie por unos segundos antes de esbozar un torpe intento de sonrisa y sin esperar respuesta, irse.

<< Vaya final de primera cita. >>

Café con motas de vainilla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora