Capítulo 11. - Donde alguna vez hubo un nosotros.

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Oliver:

Despierto y sonrío al escuchar el murmullo de la voz de Vinnie hablar con los niños por llamada. Lucas los llevaría con sus abuelos puesto que iba a salir, y nosotros teníamos el día libre.

Me incorporo y estiro, luego de asearme, decidiendo bajar por fin a la cocina para encontrar a Vinnie preparando el desayuno.

— Buenos días... —sonrío al acercarme a él, veo el plato de comida solitario en el méson y frunzo el ceño, confuso.

— ¿No... vas a comer? ¿o es para ti? —señalo.

— Buenos días a ti también, yo... voy a tomar un café. —me sonríe antes de dar un pequeño sorbo a su taza, yo hago una mueca.

— Un café no es un desayuno. —tomo el plato cuando me lo tiende, y comienzo a picar el desayunar por la mitad.

— El café es más que suficiente. —detiene mi acción y yo lo miro preocupado, él solo sonríe.

— Ya que ninguno va a salir hoy, ¿a dónde me vas a llevar? —suspiro por su intento de cambiar el tema, me limito a hacerme el tonto.

— Bueno, ya que hoy no hay trabajo, y... cómo fue Halloween. Entonces... ¿fiesta de disfraces? —propongo.— Bueno, de máscaras. Aunque si no te agradan las fiestas podemos ir a otro lado. —balbuceo.

— ¿Te parece si vamos de compras?, para las máscaras y todo eso. —dice Vi, roñándome el cubierto para tomar un pequeño bocado casi que obligado y yo sonrío, satisfecho.

Y así, nos arreglamos para ir a cierto centro comercial que sabía tendría exactamente lo que estábamos buscando.

...

Vinnie:

— El rojo te queda bien. —escucho una voz familiar halagar el traje que había escogido.

— Lucas. —susurro al voltear y verlo, él ladea la cabeza.— A... mí me gusta ese para ti. —respondo devuelta, tomando un traje azul bastante llamativo y tendiéndoselo.

Él lo toma, limitándose a continuar viendo los alrededores de la tienda y sus trajes formales, y yo igual.

<< ¿A dónde iría..? >>

Y... ¿vas a salir? —pregunto, sin saber exactamente por qué.

<< Genial, ahora lo estás persiguiendo. ¿A ti desde cuándo siquiera te importa si sale o no? >>

Eh... alguien me invitó a salir. ¿Y... tú?

— Así que alguien te invitó a salir, qué... bien por ti. —carraspeo, frunciendo el ceño confuso por la nota fría de mi propio comentario.— Yo voy... a salir con Oliver.

— Con Oliver, me alegro. Yo... le mandas mis saludos. —él sonríe bajo— yo voy a irme por... ahí. —señala el otro lado de la tienda y yo continuo tras suyo.

— ¿Sabías que yo también vi un traje que me gustó por ahí?, así que también voy a... bueno, si. —digo con torpeza y él suelta una risita.

— Y... ¿ya desayunaste?

<< Dios, ¿por qué todos preguntan lo mismo? >>

Si, café. —mascullo, escogiendo otro traje para él.— este te quedaría mejor que el otro. —desvío el tema, pero su mirada sobre mí me dice que no va a dejarlo pasar.

— ¿Cómo que café, Vinnie? —él lo toma, apartándolo y me frunce el ceño— ¿qué dijimos de comer bien? —masculla y yo me rasco el cuello, avergonzado entre el leve regaño que Oliver no me dió temprano, pero claro qué Lucas sí.

Siempre lo hacía, era su... extraña manera de hacerte saber que le importas, teniendo en cuenta que no era tan cariñoso fuera de su personalidad extrovertida.

El resto demuestra cariño con un "te amo" por minuto... Lucas lo dice una vez al año y ya de paso te regaña, era el colmo.

— Si, yo... lo siento. No me ha dado hambre últimamente y no sé por qué, voy a... voy a intentar comer mejor, lo prometo. —balbuceo.

<< Mientes. >>

— Más te vale. Sabes que odio cuando no comes bien, podría pasarte algo, y yo no quiero... —su voz preocupada se apaga y carraspea— solo... come bien, ¿vale? —dice al final antes de solo irse y yo decido volver con Oliver.

Café con motas de vainilla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora