Capítulo 18. - Donde alguna vez hubo un nosotros |Deja vú.|

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| Dos días después. | Vinnie:

Estoy feliz con él, ¿sabes?  y sé que probablemente tu también estás feliz... —me remuevo cómodamente en la suavidad de mis sábanas, escuchando el eco lejano de un sueño del que al parecer Lucas era protagonista.

Sé que quizás para ti es más que suficiente con Oliver, pero aún me quieres por más que intentes negarlo, tengo la esperanza de que en el fondo también te pase lo mismo y me extrañes. —visualizo su rostro a tan solo centímetros del mío, yo gruño. Mi cabeza comenzaba a doler.

— Yo no quiero... no quiero perder ese lugar en ti, no quiero.

...

Abro los ojos con pesadez, la voz desapareciendo por completo entre un eco lejano, ¿desde cuándo tenía esa clase de sueños tan vívidos?

...

Tampoco tienes por qué ser tan grosero, ve a ver si te vas a dormir y se te pasa el mal humor que te traes. Que si yo quisiese te obligo a comer rapidito, grandísimo idiota. —la leve imagen de un Lucas enojado y frunciéndome el ceño se pasea por mi mente mientras me froto el rostro.

Ese poder se fue hace mucho, Lucas. Créeme que sí. —escucho mi propia voz.

...

<< ¿Seguía siendo parte del sueño? >> pienso confuso, incorporándome y al instante deteniéndome entre un quejido, siento una punzada en la cabeza.

...

¿Cariño?, hey. Hey, ¿por qué lloras? —oigo... sollozos junto a la voz de Jack.

¿Lu?, no llores, hey. — ¿Lucas estaba... llorando?

...

<< ¿Por qué lloraba? >> me quedo viendo a un punto cualquiera de la habitación, dejando fluir la escena sin sentido en mi cabeza.

...

Mi lindo chico perfecto... —Oliver. Lo recuerdo arrullándome con dulzura, escucho mi propio llanto entre sus caricias y susurros de consuelo.

...

Mi mente se queda en blanco y pasa a una escena por completo distinta.

Recuerdo la suavidad de ciertos labios contra los míos... pero no eran los de Oliver, ¿entonces..?

De nuevo una punzada aún más fuerte que la anterior, me limito a levantarme y tambalear hasta el baño, notando una marca rojiza en mi mejilla, y un gran moretón en mi pómulo, frunzo el ceño.

...

Amor, te dije que no bebieras tanto. —el yo de mis recuerdos hace una mueca al encontrar a Oliver entre la multitud de una... ¿fiesta?

Ni se te ocurra volver a llamarme así. —la frialdad en la voz de Oliver me sorprende, pero el yo de mis recuerdos parece saber su por qué.

...

Yo en cambio no entendía nada en lo absoluto.

Recuerdo que Jack, Lucas, Oliver y yo habíamos decidido salir un rato luego de llevar a los niños con sus abuelos como era respectivo de vez en cuando los fines de semana.

Entonces no era un sueño, eran... ¿deja vu's?

....

— Estoy cansado de sentir que nunca voy a ser más que Lucas. ¿Siquiera valgo a-algo para ti? —acaricio el golpe en mi mejilla.

Oliver... —al parecer intento tomar su rostro pero él no me lo permite, apartando mi mano de un manotazo y cuando vuelvo a intentar siento el leve recuerdo del ardor de una cachetada en mi mejilla.

...

<< Si por eso era el leve rosáceo, ¿el golpe de dónde..? >>

Recuerdo a Lucas repentinamente en medio de la carretera, los carros que pasan a su lado tocan la bocina exasperados y este no parece darse cuenta, oigo el sonido de una ambulancia y un bocinazo fuerte. Lo siguiente que proyecto es a ambos en el suelo, yo estando sobre una versión suya completamente vulnerable... lo había apartado de la carretera.

...

— A-Atropellaron a Jack. —sus ojos azules me miran, inundados en lágrimas. Su respiración comienza a volverse errada, estaba temblando.

...

Paredes en blanco del hospital, enfermeras y doctores de un lado al otro... llegamos al hospital varias horas más tarde, el tráfico era horrible.

— A ver si alguien te da de una vez por todas tu merecido. —Jack me estampa un puñetazo en el rostro, de ahí el moretón, entonces.

Golpe tras otros, acabamos en una pelea y lo siguiente que veo es... negro. Recuerdo la sensación de intentar despertar y no poder, ¿qué..?

...

— Ya despertó tu amor. —ese tono agrio en la voz de Jack...— ¿sabes una cosa?, tú y yo terminamos. —dice y las caricias de Lucas en mi mejilla se detienen, su cuerpo se pone rígido, yo intento enfocar la mirada, al parecer reaccionando.

¿Te sientes... bien?, me diste un susto. Probablemente ni siquiera recuerdes nada de esto mañana, alcohólico.—la voz de Lucas me envuelve, sus ojos me miran, cristalizados  al borde de romper en llanto. Pero ellos solo se enfocaban en mí, en recorrer mi rostro con preocupación.

<< ¿Me había emborrachado? >>

¿Escuché bien, o el idiota te acaba de terminar? —es lo único que digo en respuesta.

Probablemente solo sea porque está de mal humor, yo... antes dije que como te sucediera algo le terminaría. —él ríe, burlándose de sí mismo, sin embargo sorbe de la nariz, sus mejillas comenzando a humedecerse por las lágrimas.

Recuerdo abrazarlo, él se acurruca contra mi pecho, temblando entre cada sollozo, parecía... asustado.

...

¿Lo... amas? —recuerdo preguntar.

Te amo a ti. —su susurro se vuelve borroso, yo alzo la mirada hacia mi reflejo en el espejo, incrédulo. Su risa hace eco en mi cabeza y por fin las imágenes desaparecen junto a su voz. Y vaya que yo recordaba bastante bien.

Café con motas de vainilla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora