Capítulo 28.- Donde alguna vez hubo un nosotros.

7 1 0
                                    


Oliver:

— ¿Lucas está listo?, creo que la boda ya va a empezar. —le digo a Vinnie cuando lo noto llegar, todo el mundo sentándose en su respectivo puesto. En realidad no habían demasiados invitados; amigos que al parecer eran de Jack, sus padres, y... si lo pensaba bien, yo aún no conocía a los padres de Vinnie. 

El lugar era precioso, al aire libre y decorado con delicadeza.

— Si, él...-

— Por favor, se les pide a los presentes hacer un poco de silencio para poder proceder con la ceremonia, gracias. —el Cura interrumpe a Vinnie y todos nos callamos, la mayoría de los presentes buscando a Lucas con la mirada, incluido él.

La música típica de una boda comienza a sonar, y Lucas aparece por el pequeño pasillo decorado con pétalos de rosas blancas, todos aplaudiendo, excepto Jackson que sin dejar de repasarlo mira a Lucas con una sonrisa reluciente surcando sus labios. 

Y como no hacerlo. Lucía reluciente con aquella vestimenta elegante y el cabello castaño perfectamente peinado, por completo distinto al como lucía con su rebelde cabello desordenado como de costumbre. 

— ¿Sabías que Lana y Chris van a entregar los anillos?, ya vi a Lana y luce demasiado tierna, quiso ponerse un esmoquin como su papá. —le digo a Vinnie entre una risita. Sin embargo, al no escuchar respuesta alguna de su parte, volteo a verlo. 

Su mirada se mantiene sobre Lucas, embobado. No la despega de él en ningún momento, con ese deje de adoración en ellos junto a la sonrisa llena de dulzura que esboza.

— Estás a tiempo de hablar con él, ¿lo sabes, no es cierto? —insisto, sin entender cómo ambos podían ser tan tercos para no intentar arreglar las cosas. Lo cual es irónico, porque debería ser egoísta y no inmiscuirme en esto, en todo caso. 

Vincent se limita a negar en silencio. Y realmente intento dejar el tema a un lado, pero no lo logro, en lo absoluto. Odiaba notar ese aire de tristeza en Vinnie siempre que Lucas lo apartaba, al igual que su hipocresía al querer convencerse de que realmente soy yo a quien quiere. 

— Que pase por favor el padre o madre del novio para llevarlo por el altar. —pide el Cura cuando estoy a punto de hablar. Frunzo el ceño. 

— ¿Ambos no habían fallecido..? —susurro, dudoso. En realidad, sorprendido. 

¿Cómo podía ocurrir tal confusión?, no lo sabía y tampoco era relevante en este instante, solo volteo en busca de Lucas con preocupación. Su cuerpo se mantiene rígido, mirando perplejo... incrédulo, a Jack. Su mirada se intercala entre este y el publico, que comienza a murmurar y logro ver como sus mejillas se tienen de un leve rojizo probablemente debido a la vergüenza de la situación y traga grueso. 

— Yo no... —él frunce los labios junto a su ceño cuando su voz sale en un hilo débil que se ahoga entre balbuceos torpes. Se encoge ligeramente sobre sí mismo entre un leve ademán de retroceder, dando una mirada insegura a su alrededor.

— Yo... —intenta hablar nuevamente y no lo logra, a lo que agacha la cabeza, intercalando la mirada entre distintos puntos del suelo, inquieto, cuando repentinamente lágrimas leves comienzan a brotar de sus ojos, las cuales intenta limpiar con torpeza.

Y Jackson ni siquiera da señales de hacer algo al respecto, yo hago una mueca. Menudo idiota.





Café con motas de vainilla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora