Haruko Ishikawa es una joven adolescente que vive en una sociedad donde el 80 % de la población tiene algún tipo de habilidad o don. Ella no es una excepción, pero lo que su don conlleva siempre la ha dejado preocupada y temerosa de herir a los dem...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Haruko despertó en la camilla en la enfermería de la UA, ni siquiera se dio cuenta de cuando se había dormido... o quizá se había desmayado... Se incorporó hasta quedar sentada y observó a su alrededor. Estaba sola. Todo estaba silencioso. No sabía como sentirse al respecto, ¿desilusionada? ¿Aliviada? Quizá aquello era lo mejor, debía pensar que haría con su vida ahora... Se frotó el rostro con sus manos y al girar la cabeza vio en la mesita a su lado una nota: "Llámame cuando despiertes." Fuyuka.
Su cabeza aún le dolía, pero era algo soportable. A juzgar por la luz de la ventana, había pasado toda la noche en aquella camilla. Realmente anoche sintió como si su cabeza fuera a explotar, fue una sensación horrible. Se miró las manos y se concentró en la energía de su cuerpo, pero no tuvo ningún resultado. No sentía nada como si estuviera vacía. Tenía la esperanza de que fuese un mal sueño. ¿Y si no recuperaba su don nunca? ¿Qué haría? Sentía latir su corazón con más fuerza que antes, más rápido, la sola idea la ponía ansiosa.
Justo cuando pensó que se echaría a llorar de la rabia, la puerta se abrió y sus amigos aparecieron delante de ella, a los pies de la cama. Toda la clase reunida, todos preocupados por ella. Sentía que sus ojos se humedecían. Desde que llegó a Japón, nunca imaginó que podría hacer amigos o qué tantas personas se preocuparían por ella.
-Hola chicos. -ella sonrió.- Me alegra verlos a todos.
-¿Te encuentras bien? -preguntó Deku. Su rostro se veía preocupado de verdad
Haruko asintió.
-No estoy herida. -dijo con sinceridad. Técnicamente no tenía ninguna herida.
Ella los miró dudosa, no sabía si debía contar lo que había pasado. No quería preocuparlos más de lo que ya se veían.
-Nos asustamos mucho cuando dijeron que estabas en la enfermería. -confesó Momo, tocándose su propio rostro preocupada.- Pero realmente pareces estar bien.
-¿Qué ha ocurrido? -preguntó Todoroki. Su mirada la recorría buscando una razón por la que estaba ahí.
Haruko los miró y no supo que contestarles, tampoco sabía muy bien cómo había ocurrido todo aquello, había pasado demasiado rápido. Sus amigos estaban en silencio como si estuvieran esperando una respuesta.
Suspiró. Les tenía que contar la verdad.
-No sé... No sé muy bien como pasó, todo ocurrió muy rápido, pero creo que me drogaron... -Haruko observó sus manos no quería ver el rostro de sus amigos- Sentí un pinchazo, y como había muchas personas alrededor no pude ver quien era.
-¿Cómo es eso posible? -Uraraka parecía más impactada.
-Pero tu don es un escudo. ¿Cómo...? -Kaminari parecía extrañado.
-No tengo un escudo a mi alrededor la mayor parte del tiempo. Es algo que necesita concentración. -Haruko miró a su amigo cruzada de brazos.
-¿Qué clase de droga era? ¿Estas bien? -preguntó Todoroki. Su frente esta arrugada, su rostro se veía preocupado y parecía que todo su cuerpo luchaba por contener las ganas de abrazarla.
