Shield: Haruko Ishikawa (Todoroki y Bakugo x Oc)

Primer día de clases.

Haruko sacudió su falda cuando se la coloco, se miró al espejo nerviosa, se dio cuenta de su corbata torcida y se la ajustó mejor. A pesar de que el uniforme estaba impecable, sentía que podía ir mejor. El uniforme no le quedaba mal, pero eso no quitaba el nerviosismo. ¿Cómo había llegado a esa situación?

Es cierto que se dejo llevar y perdió el control, pero de ahí a quedar la segunda en la clasificación... era otro asunto muy diferente. Su padre y su hermana estaban orgullosos de ella, bueno... eso quizá era quedarse corto. Fuyuka gritó y dio saltos de alegría mientras la abrazaba. Haruko no podía evitar sonreír, contagiada por la alegría de su hermana, pero ahora... Sola y mirando su propio reflejo, se sentía diferente. La imagen era diferente.

No era muy distinto a cuando iba al instituto. Sentía la misma sensación, tan solo es un periodo, un obstáculo más para el objetivo final. Como si lo que de verdad deseara estuviera tras este periodo. Pero, ¿y si no ocurría?  ¿Se sentiría siempre de esa manera, tan desmotivada y ajena a la realidad?  ¿De verdad ser una heroína era lo suyo? No podía evitar pensar que su madre había había sido una heroína y ahora estaba muerta... ¿De verdad deseaba ese peligro?

Haruko suspiró. Podía seguir pensando en esas cosas, pero no tendría respuesta. Se recogió el cabello en un moño bajo, siempre dejando mechones sueltos en su rostro. Le gustaba ese estilo, era lindo y cómodo. Agarró su mochila y salió de casa. Iba a estar en una clase con otros alumnos cuyo objetivo era convertirse en héroes profesionales y luego estaba ella, que solo estaba allí por su familia, ni siquiera sabía si eso era lo que deseaba. Ahora se sentía incapaz de negarse, de huir. 

Simplemente seguiría hacía adelante, esperando. Siempre esperando a que la felicidad y lo que de verdad deseaba llegase a ella casi por arte de magia. Todo por no defraudar a su familia, a su padre, a su hermana...

Llegó antes de tiempo, solo por si no encontraba la clase. El lugar era enorme y para alguien inexperto era fácil perderse. Cuando llegó ya había algunos alumnos en clase. Varios ojos curiosos la miraban, pero nadie se presento, ni habló. Todos se veían igual de nerviosos.

-Buenos días. -sonrió levemente con amabilidad.

Se sentó en un asiento casi al fondo, en penúltimo asiento. Tras ella había una chica de cabello negro con un libro abierto, por lo que no quiso molestarla. Miró a su alrededor nerviosa, un chico de cabello y ojos bicolor la miraba, casi como si la analizase, pero no dijo ni una palabra. Un chico de cabello rojo y rostro amable la miraba también, pero cuando se vio atrapado por su mirada, sonrió como si nada, como si fuera su manera de saludarla. La chica a su lado también sonrió y agito la mano, era totalmente rosa y tenía dos pequeños cuernos en su cabeza. Se veía adorable.

Haruko sonrió un poco, no se sentía capaz de socializar en aquel momento. Los nervios del primer día le estaba removiendo el estomago y temía decir estupideces o vomitar. No sabía que era peor.

Poco a poco, la clase empezó a llenarse de personas... extrañas. En el primer día debía hacer algún tipo de amistad, o conocer a sus compañeros, pero ni siquiera sabía cómo comenzar. 

Un chico rubio parecía discutir con un tipo con gafas y cabello oscuro. También llegó a clase el chico y la chica de la prueba de selección. En cuánto él la vio la reconoció aunque ella no pudo saberlo, ya que desvió la mirada. Él quiso acercarse a ella, pero el chico con gafas lo paró y cuando por fin pensó que podría hablar, el profesor llegó. 

Un hombre de cabello oscuro, apareció tras ellos llamando su atención. Aquel hombre de aspecto cansado, casi como si respirar fuese un esfuerzo sobrehumano, era su tutor.

- Soy Shota Aizawa, vuestro tutor a partir de ahora. Pero antes de cualquier lección... -Shota levantó uno de los trajes de color azul, rojo y blanco.- Pónganse los uniformes y vamos al campo.