𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟔; 𝐒𝐜𝐫𝐞𝐚𝐦 𝟒

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''𝐌𝐢 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳ó𝐧 𝐥𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐞𝐜𝐞 𝐚 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐨 𝐡𝐚𝐜𝐞 𝐥𝐚𝐭𝐢𝐫 𝐲 𝐞𝐬𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚 𝐞𝐫𝐞𝐬 𝐭ú''

Eso de que dicen de que la felicidad dura poco es cierto, ya que en cuanto Alisha llega a su garaje siente la presencia de un intruso en su casa. Alisha gruñe, molesta de que su felicidad se haya visto estropeada tan pronto. Tras aparcar el coche y adentrarse en casa, todos sus sentidos se ponen en alerta al entrar a la cocina. Sus ojos se vuelven rojos y sus uñas de color rojo son sustituidas por sus garras. Camina rápidamente a la cocina, relajándose en cuanto ve a Derek con un delantal y una sartén en la mano.

—¡Por dios, Derek! —exclama Alisha, mostrando sus ojos azules de nuevo— ¡Podrías avisar! ¡Pensaba que eras un asesino o un cazador!

—¿Olvidas que tu madre me dio una llave de la casa hace años? —pregunta Derek, apartando la comida del fuego— Además, ¿crees que un asesino o un cazador sería tan amable de pararse a prepararte la comida?

—Bueno, visto desde ese punto sí que no tiene sentido. —dice Alisha, encogiéndose de hombros— ¡Pero es que no me he detenido oler si olía a comida o no!

—Anda, siéntate. —sonríe Derek, poniendo ambos platos en la mesa— Tu comida favorita; paella.

—Sabes que jamás la preparas tan bien como yo, ¿no? —inquiere Alisha con una triunfante sonrisa—

—Oh, créeme, la tuya es de otro nivel. —afirma Derek, sentándose frente a ella— Pero la mía también tiene su punto. Al menos es comestible.

—Derek.... ¿Como es enamorarse? —pregunta Alisha, mirando esos ojos verdes— Bueno, en nuestro caso, ¿Cómo es estar imprimado?

Derek la mira sin saber que decir. Los lobos solo se impriman una vez, así que él tampoco sabe cómo describirle ese sentimiento, ya que hacía poco que había empezado a sentir ese sentimiento. Derek había crecido viendo a los padres de Alisha y para él eso era amor, eso era imprimarse.

—Crecí viendo a tus padres, así que para mí enamorarse es tener lo que tenían ellos. —responde Derek— Debes encontrar a esa persona con la que te sientas a gusto, que sea como tu mejor amigo.

—Lo que quiero decir es que... ¿Cómo lo sabes? —inquiere Alisha— Es decir, ¿Cómo sabes que realmente estás imprimado y no es otra cosa?

—Porque sientes como si tu corazón estuviese a punto de explotar cada vez que estas cerca de esa persona. —dice Derek con una sonrisa, hablando sobre sus sentimientos— Porque te enamoras sin conocer a esa persona y, aún así, cuando la conoces y sabes sus secretos más oscuros, te quedas a su lado. Te quedas con esa persona aunque tenga un lado oscuro.

—Mi madre solía decirme que la forma de amar de los lobos era la más pura y bonita posible. —comenta Alisha mientras mueve el arroz con su cuchara—

—Y es así. Mi madre solía decirme lo mismo. —comenta Derek— Nosotros amamos así, de forma pura. Siempre protegeremos y amaremos al otro aunque no este con nosotros. Siempre pondremos a esa persona por encima de todo, incluso si esa persona no siente lo mismo que nosotros, será lo más importante.

Alisha asiente mientras toma su primer bocado. Su madre siempre les había descrito la imprimación como lo más hermoso que podría llegar a existir. Era hermoso porque te enamorabas de golpe con tan solo ver a la persona, sin apenas conocerla. Era hermoso porque te enamoras de una forma que nada ni nadie conseguirá hacer que dejes de sentir eso. Te enamoras de tal forma que lo aceptas todo, incluso aquellas partes más oscuras. Pero también describía la imprimación como la forma más peligrosa de amar, porque el imprimado jamás pensaba con claridad. Si la persona de la que se imprimaba estaba en peligro, el imprimado sería capaz de quemar el mundo con tal de salvarlo. Sería capaz de dar su propia vida y todo lo que pudiese con tal de salvarlo.

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