𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏; 𝐋𝐚 𝐑𝐞𝐬𝐞𝐫𝐯𝐚 𝐝𝐞 𝐁𝐞𝐚𝐜𝐨𝐧 𝐇𝐢𝐥𝐥𝐬

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''𝚃𝚘𝚍𝚘𝚜 𝚟𝚎𝚗 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚝ú 𝚊𝚙𝚊𝚛𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜; 𝚙𝚘𝚌𝚘𝚜 𝚊𝚍𝚟𝚒𝚎𝚛𝚝𝚎𝚗 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚛𝚎𝚜''

Hacia apenas unos días que el años 2011 había comenzado. Solo quedaban unas horas para que el día nueve de enero llegase a su fin, pero eso no iba a detener a los mellizos Stilinski. Stiles aparca el Jeep CJ - 5 de color azul y negro a un lado de la calle. Stiles se apresura a bajar rápidamente del vehículo para poder abrirle a su hermana la puerta, a esa querida hermana que siempre le recuerda que ella es la mayor porque nació dos minutos antes que él. Esa hermana que se había convertido en su madre cuando la suya murió. Esa hermana que era una princesa y la única mujer que quedaba en su vida. Esa hermana que con tan solo once años era su hermana, su madre y todo lo que podía.


—Sigo diciendo que lo mejor sería que llamásemos a la puerta como dos personales normales. —le dice Katherine a su hermano mientras ambos caminan hacía la casa de Scott—

—Es que nosotros no somos normales, mi querida hermanita. —sonríe Stiles, encogiéndose de hombros— Además, tu sabes perfectamente que el factor sorpresa siempre es mucho mejor.

—¿Qué no nos haya cogido el móvil no te dice nada? —pregunta Katherine mientras ambos llegan a la casa— Quizás está muy ocupado con una chica, idiota.

—Katherine, es Scott, nuestro Scott. Sabemos de sobra que no está con ninguna chica. —dice sarcásticamente Stiles— Además, el sabe perfectamente que no puede estar ocupado para nosotros.

—Sinceramente no se como Scott nos aguanta todavía. —suspira Katherine— Mejor dicho, no se como Scott te aguanta todavía.

—Venga, yo subo y tu vigilas por si acaso. —sonríe Stiles— Tiene que haber alguien que pueda llamar a la ambulancia si me caigo y me parto algo.

—Más tonto no ibas a quedarte, desde luego. —bromea Katherine, sonriéndole a su hermano—


Stiles finge reírse y comienza a subir. Katherine niega con la cabeza y observa como su estúpido y querido hermano comienza a caminar por la parte del tejado que da hacía la habitación de Scott. Segundos más tarde, Stiles asoma un poco su cuerpo y niega con la cabeza, dejándole claro a su hermana que Scott no se encontraba en su habitación, lo cual era sumamente raro ya que Scott no solía dejar las luces encendidas porque sí y la de su habitación lo estaba.

Mientras Stiles volvía a asegurarse de que Scott no estaba, Katherine se dedica a observar como la puerta se abre y un aterrado Scott sale de esta mientras sostiene un bate de beisbol con todas sus fuerzas. Ella se cruza de brazos y se limita a observar a su mejor amigo en la oscuridad de la noche. Scott dirige su mirada por todo el perímetro en busca de algún depredador o asesino, pero sus ojos encuentran los de su mejor amiga. En cuanto ve que es ella, sus hombros se relajan y una sonrisa invade su rostro. Estaba más que claro que no era un depredador.


—Katherine...—suspira Scott, mirando como la mencionada camina hacia él— Por el amor de dios, pensaba que eras un asesino en serie o alguna especie de depredador.

—Scottie, cuando digo que soy tu peor pesadilla lo digo de broma, no en el sentido de que soy Freddie Kruger. —bromea Katherine con su nivel habitual de sarcasmo— No estamos en Pesadilla en el Elm Street.

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