"𝐄𝐧 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐡𝐚𝐲 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐜𝐮𝐫𝐚, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢é𝐧 𝐡𝐚𝐲 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐥𝐨𝐜𝐮𝐫𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐨 𝐝𝐞 𝐫𝐚𝐳ó𝐧"
Después de pasar con la hibrida lo que le había parecido una eternidad, Katherine le da el último abrazo a su amiga. Tras la insistencia de la hibrida, Katherine se había rendido y había jurado que permitiría Jack, el padre de la hibrida, le enseñase la visión que había tenido. Stiles sale detrás de su novia ya que, después de haberse asegurado que su hermana se sentía algo mejor, se siente seguro de poder acompañar a su novia sin ningún tipo de problema. Aprovechando la soledad, Katherine decide darse una buena y tranquila ducha para aclarar sus ideas, ya que cuando su hermano y su padre están o el baño siempre está ocupado o siempre debe apurarse en la ducha porque uno de los dos necesita entrar.
El agua caliente hace que sus músculos se relajen y poco a poco se destense algo. Mientras se lava el pelo, su mente decide volver a revivir todo lo que había ocurrido en los últimos días, logrando que la joven vuelva a tener inmensas ganas de llorar. Se sentía impotente en muchísimos aspectos. Quería estar enfadada con Derek por lo que le había hecho, pero muy muy en el fondo de su corazón sabía que Derek solo le había salvado la vida. En el fondo de su corazón sabía que Derek solo le había otorgado una segunda oportunidad. Después de ponerse su albornoz color verde, la joven se ve obligada a salir debido a los ruidos que escucha y que provienen de su habitación.
—¿Stiles, tan pronto has vuelto? —pregunta Katherine, pero no obtiene respuesta— Venga, que sabes que no estoy para bromas. Y Derek, si eres tú, ya sabes por donde puedes irte.
La joven no obtiene respuesta alguna. Su sentido auditivo lobuno, que aun no controla del todo, se agudiza y escucha una respiración bastante tranquila y el latido relajado de un corazón. Sabiendo que no sabe si podrá transformarse, coge el bate que su hermano tiene en la habitación y continua el camino hacía su habitación. Las sospechas se elevan cuando ve la puerta entreabierta, ya que ella la había dejado completamente abierta al ir a ducharse. Lentamente, la joven abre la puerta y se lleva la gran sorpresa de ver a Gerard Argent sentado en su cama, observando una foto que descansa sobre la mesita y en la que ella y su mellizo salen poniendo una cara rara. Antes de poder siquiera tocarle un pelo a Gerard, el Kanima rodea el cuello de Katherine con su cola y la levanta por los aires, logrando que su cabeza este a escasos centímetros del techo de la habitación.
—Lamento interrumpir tu lamentable y pésimo dolor, pero necesito hablar contigo. —dice Gerard sarcásticamente— Necesito que me digas donde puedo encontrar a Derek Hale. Me da igual ese maldito pacto de que un beta debe defender a su alfa, así que ahórrate las excusas.
—Mira, viejo decrepito, me da igual ese maldito y estúpido pacto lobuno, ¿queda claro? No te voy a decir donde está Derek por dos razones. —espeta Katherine sin un ápice de miedo— Primero porque en mi día jure que jamás haría algo que le pudiese lastimar o lo delataría. Y segundo porque no tengo ni puta idea de donde está.
—Mientes de pena, Katherine. Está claro que tu amor por él te ciega tanto que no ves quien tiene la sartén por el mango en este momento. —dice Gerard, andando por la habitación y ordenándole al Kanima que apriete su agarre—Si no quieres decírmelo por las buenas, entonces que sea por las malas.
—¿Qué vas a hacer? ¿Torturarme? Puedo soportarlo porque he soportado cosas peores. ¿Me vas a matar? Porque siento decirte que ya he pasado por ello, viejuno, así que entiende que yo soy como una cucaracha porque no me muero, ¡me multiplico! —exclama Katherine, encarando a Gerard a pesar de que comienza a faltarle el aire—
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ÁGAPE
Loup-garouAlisha solo quería volver a Beacon Hills para reunirse con Derek Hale, quien era un hermano para ella. Jamás pensó que Beacon Hills le daría una familia y una razón por la que luchar. Derek Hale solo estaba buscando a un monstruo, pero acabo encontr...