ÁGAPE

𝒞𝒶𝓅í𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟤𝟪; 𝐸𝓁 𝓁𝑒𝑔𝒶𝒹𝑜 𝐹𝑜𝓈𝓉𝑒𝓇

''𝐑𝐞𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞, 𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭á 𝐩𝐨𝐛𝐥𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐛𝐫𝐮𝐣𝐚𝐬; 𝐮𝐧𝐚𝐬 𝐦á𝐬 𝐛𝐞𝐧𝐢𝐠𝐧𝐚𝐬, 𝐨𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐦á𝐬 𝐢𝐦𝐩𝐥𝐚𝐜𝐚𝐛𝐥𝐞𝐬; 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐧𝐨 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐟𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬í𝐚, 𝐬𝐢𝐧𝐨 𝐞𝐥 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐞𝐯𝐢𝐝𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐞𝐜𝐞 𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐛𝐫𝐮𝐣𝐚𝐬''

Muchas horas más tarde de los catastróficos y horribles acontecimientos ocurridos, Alisha despierta en su habitación. Un fuerte dolor de cabeza la invade en cuanto abre los ojos y su cuerpo se siente muy pero que muy débil, como si sus huesos no pudiesen mantenerla de pie. Algunos recuerdos vienen a su mente; los vampiros colándose en la habitación de Joseph, ella siendo secuestrada y llevada a aquel sitio horrible donde comenzaron a desangrarla. Recuerda haber entablado conexión con Stiles, pero los recuerdos de después son muy pero que muy borrosos. Son como pequeñas manchas en las que Stiles y Katherine se hacen presentes, pero nada de aquel momento está claro para ella. 

La habitación está sumergida en una completa oscuridad, ya que todas las persianas están bajadas, pero eso no impide que la visión de Alisha se vea afectada. Con dificultad y, teniendo que apoyarse en las paredes, la joven logra salir de su habitación y encaminarse hacía el cuarto de baño. Al verse en el espejo casi pega un grito. Está completamente despeinada, como si hubiese atravesado un huracán. Sus ojos están completamente apagados, como si no hubiese ningún tipo de vida en ella. Está más pálida y sus labios están un poco morados, como si tuviese hipotermia. Por sus brazos siguen asomándose las venas negras que parece que se desvanecen a medida que pasa el tiempo. Está tan horrible que solo quiere gritar y llorar, pero unos golpes en la puerta la sacan de su estado de trance.

—¿Va todo bien, hija? —pregunta Jack al otro lado de la puerta— Estaba cocinando algo y he escuchado que te has levantado.

—E...esta todo bien, si. —responde Alisha con un hilo de voz— S...solo estaba lavándome la cara para despejarme. 

—Sal cuando puedas porque tenemos que hablar. —dice Jack— Te espero abajo, así que tomate tu tiempo.

Alisha no responde. Su vista sigue clavada en la horrible imagen que ve en el espejo. Los pasos de su padre le indican que, tal y como le ha informado, ha bajado al piso inferior para esperarla. Lo último que quiere la hibrida es tener que enfrentarse a su padre en este estado. Cuando estaba bien tenía las fuerzas suficientes para hacerle frente, pero ahora ni siquiera tenía fuerzas para lavarse la cara. Si quería salir corriendo no iba a poder porque su cuerpo no respondería ante tal petición. Su cuerpo ahora estaba sanando y necesitaba tiempo para poder hacer frente a su padre. Enfrentarse a Jack llevaba mucho esfuerzo físico y mental, algo que ella no tenía en estos momentos. 

Mientras se lava la cara con agua fría y se mentaliza de lo que le viene, también piensa en Stiles. Necesita verlo. Necesitaba hablar con él. Necesita dejarle claro que ella había sido muy pero que muy dura con él. Hablar con Joseph le había venido genial, porque él le había abierto los ojos. No era cuestión de confianza, era simplemente que Stiles quería demostrar que era fuerte, que podía con todo y que no necesitaba que ella le salvase todo el tiempo. Solo quería demostrarle que podía lidiar sin tener que tenerla como salvavidas. Quería demostrarle que él era tan fuerte como lo era ella y eso era algo que ella debía haber comprendido desde el minuto cero en lugar de haberse comportado como una cría. Stiles solo quería demostrarle que no era un simple humano flacucho que necesita ser salvado, sino que es el humano más fuerte y valiente que ella ha podido conocer.