𝓒𝓪𝓹í𝓾𝓵𝓸 26; 𝓝𝓸 𝓮𝔁𝓲𝓼𝓽𝓮 𝓵𝓪 𝓶𝓪𝓷𝓪𝓭𝓪

10 1 0
                                    

''𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐠𝐨 𝐧𝐨 𝐦𝐞 𝐛𝐫𝐢𝐥𝐥𝐚𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬, 𝐦𝐞 𝐛𝐫𝐢𝐥𝐥𝐚 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚''

—¿Sabes que cuando te estás ahogando, realmente no respiras hasta justo antes de desmayarte? —pregunta Stiles— Esto se conoce como apnea voluntaria. No importa lo loco que te vuelvas ya que el instinto de no dejar que entre agua es tan fuerte que no abres la boca hasta que sientes que tu cabeza va a explotar. Pero cuando finalmente la dejas entrar, es cuando deja de doler. Deja de dar miedo y es algo así como relajante.

—¿Estás diciendo que esperas que Matt haya encontrado la paz en su último momento? —pregunta Morrell, ladeando un poco la cabeza— 

—No siento lastima por él. —responde Stiles con sinceridad, levantando la cabeza— 

—¿Y sientes alguna pena por el Matt de nueve años que se ahogo? —prosigue Morrell, cruzándose de piernas—

—Solo porque un grupo de idiotas lo tiraran a la piscina cuando no sabía nadar no le daba el derecho de ir matándolos uno por uno. —dice Stiles, moviéndose ligeramente en la silla— Además, mi padre me dijo que encontraron un puñado de fotos de mi hermana en el ordenador de Matt. Y no solo de mi hermana sola, sino a fotos en las que él se incluía con Photoshop. Fotos en las que estaban agarrados de la mano o besándose. Él mismo se había montado una completa relación falsa. Así que sí, quizás ahogarlo cuando tenía nueve años fue lo que le hizo perder el norte, pero el colega estaba ya desquiciado desde entonces. 

—Sin embargo, tanto tu, como tu hermana y tu padre habéis sacado algo positivo. —sonríe Morrell, recordando como Noah había vuelto a ser nombrado el sheriff de la ciudad—

—Si, pero aún así sigo sintiendo que hay algo mal entre nosotros. —suspira Stiles, agarrando con fuerza el stick— Es como si hubiese un espacio entre nosotros. Con Scott existe un cierto tipo de tensión.

—¿Has hablado con él desde esa noche? —inquiere Morrell— ¿Alguno habéis hablado con él desde aquella noche? 

—No, en realidad no. Las cosas con él están ahora un poco tensas y sabemos que él también tiene que solucionar sus propios problemas. —explica Stiles— No creo ni que haya podido hablar con Allison, aunque creo que eso es elección de ella. La muerte de su madre le ha afectado mucho y en parte puedo llegar a entenderla, pero solo en una pequeñísima parte.

—¿Y Jackson? —Morrell pone los brazos sobre sus piernas— ¿Alguna novedad de él? 

—Jackson no ha sido el mismo últimamente. Lo divertido de todo es que ahora Lydia parece la más normal y cuerda de todos. —responde Stiles—

—¿Y que hay de ti, Stiles? —pregunta Morrell, inclinándose un poco hacía delante— ¿Te sientes nervioso por el partido de mañana? 

—¿Por qué me pregunta eso? —dice Stiles mientras muerde de la cuerda y tira— Oh, no. No estoy nervioso ya que nunca juego. Pero oye, desde que uno de mis compañeros está muerto y el otro está completamente desaparecido... quién sabe, ¿verdad? 

—Hablas de Isaac, ¿verdad? Uno de los tres fugitivos. —Morrell asiente lentamente— No has sabido nada de ellos, ¿o si? 

—¿Cómo es que no está tomando notas de nada de esto? —pregunta Stiles mientras señala la libreta—

—Escribo mis notas después de cada sesión. —responde Morrell con una leve sonrisa—

—¿Tan buena memoria tiene? —prosigue Stiles—

ÁGAPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora