Mi Único Amor [Sukuna Y Tú]

Cap.32 "Cualquier Momento"

Mismo día. De noche.

Hora —–ᕗ 20:14 a.m.

Cristel se quedó pensado una y otra vez en lo sucedido de hace unas horas. Se sentía incómoda no quería hablar con nadie.

Por otro lado Yuuji estaba decepcionado, la primera vez que conoció a Cristel fue por la investigaciones. Al verla en la foto le fue increíble creer que alguien como ella sería la reencarnación de una asesina.

Le parecía agradable y pacífica pero solo fue su reflejo. Un disfraz ante sus ojos.

Y lo comprobó con sus propios ojos.

-Cómo está ella? -Pregunto preocupado Yuuji al ver a Shoko salir de la habitación de enfermería.

-Su salud está empeorando aún más, pueda que esta noche muera.

-Itadori-

-Fue Cristel quien la lastimo, Fushiguro -Bajo la mirada- (Era otra persona igual a Sukuna)

¿Qué quieres decir con eso, mocoso?

Yuuji se levantó rápido- (Cállate!!) Iré a mi habitación, hasta mañana Fushiguro.

Sin más que decir se fue hacia su habitación mientras ignoraba la voz de Sukuna en su cabeza.

Comparas a una mujer como ella conmigo?

-(¿Acaso no dijiste que venía de la misma oscuridad que tú?!...Cristel lastimó gravemente a esa chica!! Y pueda que la chica muera por su culpa!! )

No sabes mucho de ella

-(No sé mucho sobre Cristel, solo sé que es la reencarnación de una asesina que masacro a muchas personas al igual que tú, Sukuna!)

Me impresiona que asesino, perfeccionó bien sus habilidades. Pero aquí viene una pregunta.
¿Te dijieron que tipo de personas asesinaba?

-(No quiero saberlo, mejor cállate)

Por qué no se lo preguntas a tu compañera?

-(Basta, Sukuna!)

Desde su trono Sukuna sonrió arrogante.

Estás alterado.
Descansa, mocoso.

Yuuji estaba por caer al suelo pero se apoyo a la pared y una risa ronca salió de sus labios. Sukuna tomó posición del cuerpo de Yuuji.

-Ahora es mi turno, mocoso.

N-No hagas daño...a n-nad-die..

-No lo haré si es que no se interponen en mi camino -Chasqueo su lengua.

Sukuna salio de la habitación en busca de su amada, él sabía dónde estaba así que no sería complicado encontrarla.

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En otro lugar de la escuela se encontraba Cristel mirando la luna. Pensando lo que pasó en la tarde.

Sus palabras de su promesa se repetían en su mente llegando al punto de querer descontrolarse. Y calmandose miraba la luna y su alrededor.