Capítulo 7

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No voy a llevarlo cargando, era lo que Mingi se repetía una y otra vez. Ya era la sexta vez que intentaba despertarlo y aún dormía como un bebé recién nacido, no sabía si era por el alcohol o si tenía el sueño realmente pesado.
Por suerte tenía las llaves de esa casa así que estaban en el garage, él afuera del auto mirando a Hongjoong acurrucado en el asiento del copiloto.

_Antes de matarlo le pediré millones de dólares como sueldo_ Murmuró acercándose a Hongjoong.

Se quitó el abrigo para que le fuera más cómodo y finalmente se animó a cargarlo.
Tomó las manos del mayor y las llevó hasta su cuello, envolviendo este con los brazos de Hongjoong. Hizo un poco de fuerza y ya lo tenía cargando, sus manos lo sostenían bien para que no cayera y poder llevarlo mejor.

_¿Si quiera comes?_ Dijo Mingi al poder cargarlo fácilmente por la enorme casa hasta llegar al sofá de la sala.

Lo dejó en la mejor posición que pudo para que no cayera estando dormido. Se sentó en el sillón de enfrente y miró a Hongjoong por unos largos segundos.
Se tomó el tiempo de ver sus facciones atentamente. Sus ojos cerrados dejando ver sus pestañas, las mejillas teñidas de un leve rojizo tal vez por el alcohol en su sangre, sus labios entreabiertos y sus manos, jamás vio manos tan pequeñas en un hombre.

Extrañado se acercó nuevamente al mayor, algo llamó aún más su atención así que pasó su mano por la frente de este sintiendo calor y sudor. Hacía frío, no estaba la calefacción encendida y tampoco estaba tan abrigado, así que descartó que fueran esas cosas las causantes.

_Tienes fiebre_ Murmuró.

Hongjoong estaba con temperatura alta, tanto que comenzaba a tener escalofríos y se quejaba en dormido.
Mingi no sabía que hacer en ese momento, no tenía idea de cómo tratar una fiebre más que ponerle paños fríos. Pero Hongjoong hervía en fiebre, sabía que era algo fuerte y si no hacía algo más podía comenzar a convulsionar.

_Necesito un doctor, por favor_ Dijo apenas contestaron en la línea, dio la dirección y colgó rápidamente para intentar llevar a Hongjoong hasta su habitación y fuera más cómodo.

No fue fácil, primero tener que encontrar su habitación, ya que no conocía esa enorme casa, subir las escaleras con Hongjoong en sus brazos y finalmente tratar de dejarlo con cuidado en su cama. No se animó a quitarle un poco de su ropa, en la llamada le habían aconsejado hacer tal cosa pero Mingi decidió esperar a que un doctor hiciera todo eso, él solo cumpliría con trasladarlo a un mejor lugar y esperar a que llegara la ambulancia.

Una vez más tocó la frente del mayor, quería asegurarse de que la fiebre no aumentara. Se alejó y decidió salir de esa habitación para esperar abajo a que llegaran.

_Espera..._ Se escuchó su voz débil.

El joven volteó a ver y Hongjoong quién apenas abría sus ojos le hizo una seña con su mano para que se acercara a él de nuevo.

_No te vayas, tengo miedo_ Volvió a decir en murmullos.

No se lo esperaba, es por eso que tardó en responder pero terminó al lado de Hongjoong sin decir una sola palabra.
Era una situación extraña, Mingi no paraba de decirse así mismo que tenía que salir de allí, correr y que él se las arreglara de alguna forma después de todo una ambulancia venía en camino y ellos sabrían que hacer, pero aunque su cabeza dijera una cosa su cuerpo no respondía y seguía allí sin moverse.

Estaba absorto en sus propios pensamientos, dudando, insultando y buscando la manera de escapar de la situación.
Todo lo que pasaba por su cabeza fue interrumpido en segundos cuando sintió la mano de Kim Hongjoong sobre la suya, era casi un roce apenas se tocaban. Su mirada inmediatamente fue hacia el mayor, quien estaba con sus ojos cerrados.
Otra vez se quedó congelado, odiando el momento en que decidió volver hacia él.

°°°

_La fiebre terminará de bajar en media hora o quizás más, aconsejo reposo y también hidratarse bien señor Kim_ Dijo el doctor luego de examinar a su paciente.

_Esto... ¿Por qué pasó?_ Preguntó Mingi curioso desde la puerta de la habitación, después de estar al lado de Hongjoong por varios minutos, no quiso acercarse más que eso.

_Lo más probable es un cuadro de estrés, ya que la fiebre, dolores, perdida de peso y problemas para dormir apuntan a eso_ Mencionó el doctor, Mingi ahora entendía el porqué de su bajo peso y sus notorias ojeras.

_Gracias doctor_ Dijo Hongjoong quien ahora se veía mejor que hacía una hora.

_Recuerde, al menos una semana de reposo y estará completamente bien. Su amigo puede cuidarlo, hizo bien en llamar a emergencias_

_Es solo mi chófer, creo que solo espera para salir corriendo de aquí_ Mencionó Hongjoong provocando un silencio incómodo en la habitación.

_Bien, es hora de irme, que se recupere señor Kim_ Volvió a hablar el doctor tomando sus cosas caminando detrás de Mingi quien lo acompañó hasta la entrada de aquella casa.

Cerró la puerta y se apoyó contra esta suspirando. Miró a su alrededor, no podía creer lo fácil que fue entrar en la casa debido a la gran confianza de Hongjoong al darle sus llaves, creyó que sería alguien desconfiado y sería difícil llegar a ese punto pero solo le bastó un par de días para lograrlo.
Luego de mirar y curiosear decidió volver a Hongjoong para decirle que también debía irse. Después de todo aunque estuviera dispuesto a cuidarlo al menos por un par de horas, ya le dejó en claro que solo era su chófer, la frase de su jefe le dolió de alguna forma.

_Supongo que también me iré, el simple chófer no quiere seguir molestando_ Dijo Mingi parado de brazos cruzados desde la puerta.

Sus palabras salieron de su boca sin pensarlo pareciendo ofendido.

_Lo siento si te ofendió, es tarde tu también debes descansar_

_¿Llamó a su esposa?_ Insistió Mingi en saber dónde estaba ella.

_Aunque le llame no cambiaría nada, no estará aquí hasta dentro de dos semanas_ Contestó Hongjoong tapándose con las mantas, la fiebre cesaba y comenzaba a sentir frío.

La curiosidad del joven aumentaba. Hongjoong no parecía tener una buena relación con su esposa, ella ni siquiera estaba y aunque sabía que trabajaba y tenía sus asuntos por aparte era extraño. Al observar la habitación no vió siquiera alguna pertenecía de ella, no habían perfumes, joyerías, prendas de ropa, no se veía nada que le perteneciera a una mujer, incluso la mesita de luz que estaba del otro lado de la cama no tenía nada, ni una simple lámpara iluminando como lo había en la mesita de luz de Hongjoong.

_Entonces mañana..._

_No te preocupes, tienes una semana libre_ Dijo Hongjoong somnoliento.

Era de esperarse ya que había pasado noches sin dormir bien, su insomnio era su peor enemigo y aunque intentara de mil formas poder conciliar el sueño le era difícil. Ni siquiera pastillas para dormir, tés o contar ovejas le ayudaban y odiaba esa parte de su vida. Ahora el medicamento que le dieron lo calmaron a tal punto que podría dormir por fin.

_Lamento darte trabajo de más Mingi, te pagaré las horas extras, puedes irte a casa_

Asintió mirando a Kim por última vez antes de apagar la luz y cerrar la puerta.
Bajó las escaleras yendo a la sala y en un suspiro se sentó en el sofá llevando sus manos a su rostro.

_¿Y ahora qué hago?_ Susurró para él.

Mingi no podía entenderse a sí mismo, era tan fácil como abrir la puerta y salir de ahí pero otra vez su cuerpo no respondía, no lo hacía, estaba estático en el sofá pensando y pensando. Su mente era su enemiga en ese mismo instante.

Asesino Perfecto •Minjoong• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora