Capítulo 35

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El golpe de su celular al caer en el suelo despertó a Mingi en un segundo, y buscó a Hongjoong con la mirada para confirmar que él estuviera bien.
Apenas se podía ver, la habitación aún estaba a oscuras ya que el sol estaba tardando en aparecer pero podía notar la silueta del mayor.
Salió de la cama para llegar a Hongjoong, este no se movía y mucho menos lograba decir una sola palabra.

_¿Qué sucede? ¿Qué tienes?_ Preguntó pero no tenía respuesta alguna.

Hongjoong volteó a ver a Mingi, lo abrazó y entre sollozos logró murmurar algo.

_Mingi llévame con mí madre_ Dijo aferrado al más alto.

La relación con su propia madre no era la mejor del mundo, no sentía que fuera la mejor madre del mundo como todos los hijos creían de sus propias madres, pero él la amaba, y odiaba pensar en perderla.
Aunque no supiera que sucedía, por su mente pasaban mil cosas que lo asustaban y es que algo a lo que siempre le tuvo pánico es la muerte de un ser querido.

Mingi no iba a ser un monstruo, no iba a prohibirle ir con su madre, aunque no quisiera que salga afuera, debía hacerlo por Hongjoong y en pocos minutos ambos estuvieron listos para partir hacia el hospital.

Hongjoong se mantuvo en silencio durante todo el viaje, no podía dejar de pensar y lo peor era que ni siquiera tenía más información, nadie le decía nada, nadie era capaz de decirle qué sucedía o cómo se encontraba su madre.
Mingi solo conducía, no sabía muy bien qué decir así que solo sostuvo la mano del mayor con su mano libre, mantuvo su vista en la ruta y sonrió de una manera que Hongjoong pudo entender que no estaba solo.

Apenas llegaron Hongjoong preguntó por su madre en recepción, dando su nombre y apellido lo llevaron de inmediato dónde su madre se encontraba. Mingi no pudo acompañarlo ya que al ser solo su "chófer" y no un familiar directo se le impedía el ingreso así que esperó fuera.

No había cosa que más odiara que los hospitales, para Hongjoong el ambiente era demasiado pesado, y es que ver gente llorar, gente desesperada por sus familiares, gente gimiendo de dolor en los pasillos era algo que no podía soportar por demasiado tiempo ya que lo angustiaba.
El único lugar donde sentía cierta tranquilidad era el ascensor, pero esta vez lo atormentaba cada pensamiento y a medida que llegaba al quinto piso su ansiedad aumentaba.

Hongjoong era consciente de que la muerte le llegaría a todos y en cualquier momento sin previo aviso, pero aunque lo supiera él no quería aceptarlo y cualquier comentario relacionado a ello lo estresaba demasiado.

Se escuchó un sonido agudo sacándolo de sus pensamientos, era el ascensor dando aviso de que había llegado al piso que quería y tratando de relajarse bajó. Miró a su alrededor, la habitación 17 era la última de aquel largo y blanco pasillo. Caminó hacia allí, se topó con un grupo de médicos que justo salían de esa habitación y detrás de ellos Bumjoong.

Su hermano lo miró, suspiró acercándose a Hongjoong y lo abrazó sin más dejándolo confundido pues no era algo que harían como hermanos, la última vez que lo abrazó Bumjoong fue a los cinco años.

_¿Cómo está mamá?_ Preguntó tratando de que su voz no se quebrara.

_Aún no despierta, solo hay que esperar_

_¿Qué sucedió?_ Preguntó de inmediato.

_Un paro cardíaco, la ambulancia tardó demasiado y papá no estaba en casa, es gracias a la mucama que ahora está aquí_ Respondió, su semblante era triste, por primera vez lo veía de esa forma.

_¿Puedo verla?_ Bumjoong asintió y llevó a su hermano hasta la habitación.

La luz blanca de la habitación casi cegaba a Hongjoong, el sonido de las máquinas le daban escalofríos y ver a su madre con cables y demás cosas encima lo angustiaba, casi sentía ganas de llorar.

Al acercarse tomó la mano de su madre, dió caricias sobre el dorso de ella y murmurando dijo "Estarás bien mamá".
Se sintió pequeño, solo y olvidado, tal y como se sentía al ser un niño. Tal y como lo hacían sentir cuando era ignorado antes de ser "alguien poderoso y con dinero".
No podía sentir rencor hacía su madre, al menos no ahora que no sabía si volvería a hablar con ella, si podria escuchar su voz o mirarla a los ojos. No quería recordar el pasado, solo necesitaba verla bien de nuevo.

_¿Dónde está él?_

_Papá llegará en unos minutos_

_¿Por qué no estaba con ella?_

_No lo sé, sabes que viaja constantemente por trabajo tal vez estaba trabaj-_

_Es lo único que siempre le importó... no quiero verlo, cuando llegue dímelo para salir y no cruzarme con él_ Dijo Hongjoong y Bumjoong solo asintió. Él entendía la mala relación que tenían su hermano y su padre.

•••

Mingi se paseaba por el hospital, había ido por un café y volvía hacia el auto para esperar allí. Aún no tenía noticias, Hongjoong no logró contarle nada así que supuso era algo que podían controlar en el hospital y tomó con calma las cosas.
Pasando por recepción saludo una vez más a quienes estaban allí solo por cortesía y bebiendo de su café cruzó la puerta.
Tan solo dos pasos logró dar hasta chocar con alguien más. El café cayó sobre su abrigo, no ensució mucho pero ya no tenía más café y eso le molestó aún más. Miró con el ceño fruncido a quien causó tal desastre y desperdicio.

_¿Señor Adam?_ Preguntó el hombre que tenía en frente suyo.

Mingi no logró decir nada, alguien dijo su nombre de sicario, nombre el cual no había escuchado ya por varios días y no solo desconcertaba eso sino que no reconocía la persona que lo había llamado por tal nombre.

_¿También visitas a tus víctimas en los hospitales?_ El hombre rió cínicamente frente a Mingi. _Tengo un nuevo trabajo para ti, tal vez te llamé en unos días, me gustó el resultado de tu último trabajo_ Dijo dando palmadas en el hombro de Mingi y sin decir más nada entró al hospital para preguntar algo en recepción.

Mingi observó al hombre por unos segundos más, este caminaba con una sonrisa, su paso era relajado y despreocupado, llevaba sus manos en su abrigo el cual parecía más caro que su casa. No pudo ver mucho más, no reconocía su rostro, no reconocía su voz, era obvio que si fue contratado fue de manera anónima pero, este hombre conocía a Mingi, sabía cómo lucía en persona y eso le revolvió el estómago.

_Disculpe joven... ¿Podría ayudarme?_ La voz de una anciana lo sacó de sus pensamientos.

Volteó a ver y una amable señora le sonreía.
Mingi no tuvo más opción que ayudarla.

•••

Pasaron solo quince minutos desde que Mingi se encontró con el hombre, aún tenía a la señora a su lado quien sostenía su brazo mientras esperaba a ser atendida. Cuando el nombre de la mujer fue dicho en voz alta Mingi la acompañó hasta el consultorio, se despidió de ella y al voltear se encontró con Hongjoong.

_¿Eres enfermero ahora?_ Sonrió leve el mayor.

_Podría serlo_ Respondió bromeando. _¿Tu madre está bien?_ Preguntó luego.

El rostro de Hongjoong cambió, sus ojos se cristalizaron y su labio comenzó a temblar. Mingi no necesitaba mucho más, entendió que la situación no era fácil y sin pensarlo dos veces abrazó a Hongjoong con fuerza tratando de contenerlo.

_Todo estará bien Hongjoong_ Murmuró, el mayor escuchó aquello y asintió.

_Llévame a cualquier lado, no quiero estar aquí, por favor Mingi_ Pidió entre sollozos.

Mingi creyó que se quedarían allí por un largo rato, creyó que Hongjoong querría estar con su madre pero luego de que le pidiera salir de allí lo desconcertó. Debía haber un motivo para querer irse sabiendo que su madre no se encontraba bien.
Pero aún sin entenderlo muy bien, aceptó. Tomó a Hongjoong de la mano y lo sacó de allí sin cuestionar nada sin juzgar, solo quería que Hongjoong estuviera bien.

Asesino Perfecto •Minjoong• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora