Aturdida de mis fantasías egoístas

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No suelo comportarme así, así de egoísta, así de villana. Es como gritarle al mundo algo que todavía no tengo. Quiero sentirme suya, quiero sentirme en sus brazos sin tener miedo a que le dirán. Necesito escuchar algo que ni siquiera sé si me pertenece. Una palabra tan compleja y extensa que aterra a cualquiera. Asusta a quien lo siente e inserta trabalenguas y rubor en mis mejillas.

Esa palabra puedo decirla. Con miedo. Obvio. Esa bendita y maldita a la vez jodida bella palabra. Amar.

¿Cómo puedo amar sabiendo que me asusta expresar mis sentimientos?
¿Cómo puedo decirle algo tan aterrorizada y a la vez tan emocionada?

Me siento egoísta, me siento terrible por saber que quiero arrebatarle algo que no sé si valoro mientras juntos solían estar. Algo que no sé si le importa ahora o no. Quiero arrebatarle cada sonrisa que le robó de su linda carita y volverlas mías.
Sus tristezas, sus irás, sus alegrías. Quiero quitárselos y yo cuidar de todos esos sentimientos suyos.

Me siento egocéntrica por saber que tengo una posible oportunidad. Me siento ególatra por saber que me mira con un brillo en sus ojos y imaginar que probablemente ya no lo causa en él ella. Eso no lo sé, ni quiero saberlo, me ahuyenta saber lo contrario.

Soy egoísta por quererlo para mí, tal vez no hoy, ni mañana, ni algún otro día de este mes o año. Mis nervios me lastiman la piel como si la cortará con una suave navaja de afeitar, me hacen morder las uñas esperando una bandera verde que incluso yo se que es más probable que no llegue.
Ni yo me entiendo, 50% sentirme segura y 50% sentirme insegura de mis estúpidos sentimientos.

Sentirme tan... Estúpida por sobrepensar esto que no me corresponde.

Kenya, Who AmCe

El Valor De Un SentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora