El Valor De Un Sentimiento

Extrañarte aún me pesa

Es como si hubiera sido ayer tu adiós, tan reciente, tan sensitivo aún, tan emotivo en mis pensares. Hablamos como si nos hubiéramos visto hace cinco minutos, pero sabemos que nos vimos por última vez hace meses atrás.

Ignore el hecho de que me dolía escuchar de nuevo tu voz, en serio que lo ignore por completo, ignore el hecho de que en mis brazos ya no estás.

Recuerdo el sabor de tus labios, siempre tan dulces conmigo, recordé cuánto amaba besarte las mejillas, tomar tu mano, abrazarte. Sin embargo, arruine lo nuestro.

Me arrepiento de saber que posiblemente alguien más escuché tu voz y piense que es dulce como clarín de luna, así lo pensé yo en su momento, y de hecho, aún lo pienso.

Esa voz que mantenía serena mi alma, tan serena como el mar, como su sonido de las olas chocar.

Me preguntaste cómo estaba. Yo mencioné que estaba bien, aunque sabía que moría por saber que ha sido de ti. Desde que deje de cuidar de tu mirada y tu brillante esencia, no tenía la menor idea de cómo estabas llevando el cambio.

Para mí suerte todo sigue igual, a menos que callara lo importante.
Mi vida te extraña aún. ¿Ya te lo mencioné?. Supongo que es donde me siento arrepentido por haber fallado con alguien tan sorprendente e interesante, falle con una persona correcta y de sentimientos puros, le he fallado a una persona que es tierna en todos los aspectos.

Me consume la ira por pensar y creer que yo podía justificarlo pero no se puede justificar un daño inmenso.

Espero cada eterna madrugada colgar mis consuelos en una cuerda floja que ahogara mis impulsos de llanto. Cómo esclava de un perdido sufrimiento me auto consuelo cada vez diciendo un “si yo hubiera..., Ahora solo me queda”.

Prefiero no decírtelo, prefiero verte feliz, aunque no sea conmigo, por qué he caído en cuenta de cuánto anhelo volver a besar tus tiernos labios en la comisura y abrazar esos tormentos que tienes día a día.

Extraño tu esencia en mi recámara y tus mensajes en mi celular sonando por tantos ser. Abrígate con este texto que lo único que puedo ofrecer es una disculpa por tu confianza quebrarla en cuestión de segundo, consumiendo cada partícula de culpa, y sin esperar algún comentario positivo, sentir que me quiebro de la voz y romperé llanto por tú mirada perdida en mis ojos cansados de tanto ignorar el hecho de que extrañarte aún me pesa.

Kenya, Who AmCe